IRREVERENTE
Por Andrés Timoteo
DANTE SABE…
Ya se dijo: la lectura del “El rey del cash” ayuda a visualizar la trama de corrupción entorno al presidente Andrés Manuel López Obrador, y poco a poco se van sumando testimonios -aunque muy timoratos todavía – que ratifican los expuesto por la autora del libro. El viernes pasado, el periodista Julio Hernández entrevistó para su noticiero en la web “Astillero Informa” a Polimnia Romana, quien fue la jefa de seguridad de López Obrador cuando era candidato presidencial.
Es decir, era la que organizaba a las famosas “Gacelas”, las mujeres policías que cuidaban al tabasqueño. Romana estuvo muy cerca de él desde que estaba en el PRD y gobernaba la Ciudad de México. Cuestionada sobre el capitulo del libro en el que se expone que Joel Ortega, exsecretario de Seguridad Pública en la capital del país, aportó recursos en especie al movimiento lopezobradorista, entre ellos las camionetas en las que recorrió el país en sus campañas presidenciales, aclaró que el exfuncionario capitalino no fue el único “donador”.
“Otras personas podemos contar otras cosas, Joel (Ortega) no fue el único que donó vehículos, los donó Dante (Delgado Rannauro), los donaban otros senadores como (Enrique) Alfaro (actual gobernador de Jalisco por MC). Cada vez que íbamos a un estado había un benefactor. Dante pagaba todo en Veracruz y acabó siendo señalado (por López Obrador) como corrupto.
El otro gran proveedor de fondos para las campañas del 2006 y 2012 fue el veracruzano Dante Delgado Rannauro porque en ese entonces el Partido Convergencia por la Democracia era aliado de López Obrador y financiaba el proyecto con las prerrogativas partidistas. No fue dinero ilícito sino las aportaciones del propio instituto político.
“Por supuesto que las giras cuestan dinero, por supuesto que los zócalos (llenos de gente) cuestan dinero. Salieron 300 millones de pesos de la campaña del 2006, eso solo te lo puede decir el PRD y el INE”. Así, la actual diputada perredista en el congreso de la Ciudad de México confirma lo escrito por Elena Chávez.
En el libro, el exdirigente perredista Guadalupe Acosta Naranjo señala que él mismo le entregó a López Obrador una maleta con 300 millones de pesos en el 2006 y que al finalizar el proceso electoral solo se comprobaron gastos ante el entonces Instituto Federal Electoral (IFE) por la mitad y hasta la fecha no se sabé a dónde fueron a parar los otros 150 millones de pesos.
Y además también corrobora que López Obrador se rodeó de personajes corruptos. “Sí te puedo decir, porque eso también lo vi, que en su camin y buscando sus objetivos, sí permite que mucha gente mala trabaje cerca de él, eso si es algo que todos los que estuvimos cerca de él, lo criticamos, lo señalamos y no nos gusta”.
-¿Nombres y apellidos?, la cuestiona el periodista. “Gabriel García, en eso sí estoy de acuerdo con Luz Elena (Chávez, la autora del libro) y con el que tuvimos muchas broncas. García hacía cosas que no estaban bien, el PRD del DF tenía broncas con él porque el PRD durante mucho tiempo mantuvo el movimiento y mantuvo los pagos de los templetes y los pagos del ‘grand support’ (la estructura metálica) y Gabriel cobraba dos veces la misma factura”.
-¿Tanto así?, le acota el entrevistador. “Mucha gente nos quedábamos callados, la verdad”. – ¿El entorno más cercano de Andrés Manuel si está tocado por la corrupción? “Entre más sube Andrés Manuel y ahora como presidente, las personas que están a su lado y tienen prácticas corruptas, obviamente hacen mucho más daño que cuando estábamos en una asociación civil. Ese es el problema, que ahora la corrupción que (antes) era chiquita y afectaba a unos cuantos, ahora en un gobierno federal hace mucho daño porque ahora es una secretaría de Estado, ahora son programas sociales y son miles de millones de pesos (los que se roban)”.
Gabriel García Hernández fue el titular de la Coordinación General de Programas para el Desarrollo hasta junio del 2021, era el que manejaba a los 32 delegados del Bienestar. Además fue el creador de la asociación “Honestidad Valiente” que manejó los donativos para el movimiento y el encargado de gestionar el fideicomiso “Por los demás” en el 2017 para ayudar a los damnificados del terremoto de ese año y resultó un fraude.
LA HYBRIS DE OWEN
Lo dicho por Polimnia Romana también sirve para explicarse por qué López Obrador se mantiene callado ante las siete cartas que Delgado Rannauro le ha dirigido en los últimos dos años y en las que le cuestiona su extravío ideológico y su traición a los principios que durante 18 años enarboló, además de la felonía a sus aliados políticos y sobre todo al pueblo, particularmente a los más pobres a quienes usó como bandera electoral.
El tabasqueño no le responde a Dante Delgado porque el exgobernador conoce todos los entresijos personales y del circulo de poder más íntimo del mandatario. En su última misiva, firmada el 15 de agosto pasado, y motivada por el afán de militarizar al país, Delgado le dice a López Obrador:
“Te recomiendo leer a David Owen, uno de muchos autores que han trabajado el concepto de la Hybris, la enfermedad del poder, para explicar la sinrazón con que actúan algunos gobernantes.
Owen dice que la enfermedad tiene estos síntomas: narcisismo, frivolidad, vanidad, grandilocuencia, absolutismo, autoelogio, pedantería, omnipotencia, megalomanía, arrogancia, impulsividad, aislamiento, obstinación, incompetencia.
Basta escucharte en una mañanera para darse cuenta que tienes todos, que la Hybris se apoderó de ti y acabó con el personaje que construiste cuando eras candidato. Benito Juárez dijo que la ley era su espada y su escudo, para ti es un estorbo. Juárez fue un gigante, mientras que tú sigues administrando la decadencia del sistema; te convertiste en paladín del viejo régimen. ¿Sabes qué otra frase se le atribuye a Juárez? ‘Malditos aquellos que con palabras defienden al pueblo y con sus hechos lo traicionan’”.
De las siete cartas de Dante, el aludido no ha respondido una sola. Silencio total del originario de Macuspana, Tabasco. ¿Por qué esa actitud tan extraña en alguien que a diario en su Mañanera destroza a enemigos políticos y personales? La respuesta es simple, porque Dante Delgado le sabe su medida, lo conoce y lo mantuvo económicamente durante años. No tiene cara para hacerle frente.