TEXTO Irreverente

ANDRÉS TIMOTEO

LOS ‘MACHUCHONES’

No hay justicia a pesar de que ya pasaron dos semanas del incendio en una garita del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez y en el que perecieron 39 migrantes indocumentados provenientes de Colombia, El Salvador, Ecuador, Guatemala, Honduras y Venezuela.

Las víctimas estaban en una celda como si fueran delincuentes, alguien inició el fuego y aun cuando hubo tiempo para sacarlas el personal del INM no hizo nada, las dejaron a su suerte. ¿Puede haber algo peor que la muerte de personas? Posiblemente no, pero la impunidad se le acerca mucho.

A dieciséis días del siniestro solo cinco personas están procesadas penalmente. Cuatro son custodios o sea empleados menores del INM y otro es un migrante venezolano a quien se le acusa de ser quien inició el incendio. ¿Y los principales responsables?, ¿los altos funcionarios gubernamentales a cargo de la política migratoria y, por ende, responsables del resguardo de esos 39 migrantes?

A ellos no se les toca. Son los ‘machuchones’ -como le gusta llamar el mismo tabasqueño Andrés Manuel López Obrador a los personajes de alto perfil en la política y la economía – de la ‘cuarta transformación’. Inalcanzables para el brazo de la justicia tal como era antes cuando el PRI y el PAN gobernaban.

Se trata de dos funcionarios rango intermedio: el comisionado del INM, Francisco Garduño Yáñez y Salvador González Guerrero, delegado del instituto en Chihuahua. El primero es un exjefe de penales y el segundo un militar en retiro, y ambos responsables directos de la tragedia.

González Guerrero fue quien dio la orden, vía telefónica, para que no se abrieran las celdas ni dejaran salir a los migrantes a pesar de que las llamas amenazaban con quemarlos. Este par de funcionarios debieron ser destituidos desde el primer momento y llevados ante un tribunal.

¿Qué hizo el gobierno con ellos? ¡Los mantiene en su cargo como si nada hubiera pasado! A su vez, los ‘machuchones’ mayores Adán Augusto López y Marcelo Ebrard, secretarios de Gobernación y Relaciones Exteriores, respectivamente, ni son aludidos sino al contrario se les protege y se les resguarda.

En lugar de obligarlos a dar la cara y explicar el asesinato de los 39 migrantes, el tabasqueño ordenó a la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez encabezar las pesquisas -como si ella fuera fiscal – y asumir la vocería de todo lo concertante al caso. Así, López Hernández y Ebrard Casaubon no tuvieron que comparecer ni siquiera ante la prensa para no ser cuestionados ni encarados por el desastre en Ciudad Juárez.

Los ‘machuchones’ del lopezobradorismo están a buen recaudo. Nadie los toca ni de palabra ni pensamiento ni de acción. No importa que 39 personas hayan muerto ni tampoco que la política migratoria de México haya quedado reducida a cenizas en Chihuahua. A los ‘machuchones’ no se les molesta.

Como tampoco se tocó, en su momento, a los funcionarios responsables del incendio en la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, donde perecieron carbonizados 49 niños, ni a los altos mandos militares y funcionarios del gobierno peñista por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. ¿Qué los de la 4T no son iguales que los de antes? Carcajadas.

LA COLA DEL DRAGÓN

Apocalipsis 12:3-4 “Entonces apareció otra señal en el cielo: he aquí, un gran dragón rojo que tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas había siete diademas. Su cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra”.

Como ya se aludió en un texto anterior, las santas escrituras deben interpretarse hoy. Así lo decía el extrañado sacerdote Rafael Santos quien también fue columnista durante muchos años. Su tribuna se llamaba “La palabra de Dios hoy” porque pretendía que se leyeran los acontecimientos actuales bajo el harnero bíblico.

Tomando tal precepto, hoy está cumplida la advertencia del evangelista sobre los luceros seducidos por el dragón cornudo. ¿Lluvia de estrellas o ángeles caídos? Casi lo último y en México donde algunos promueven una fe ciega en el mesías tropical y un Estado confesional, hay un ejemplo vigente: el sacerdote Alejandro Solalinde, antiguo defensor de los migrantes.

Con el escapulario de ser la voz de los sin voz, el defensor de los caminantes desprotegidos, el auxiliador de los que andan en tierra ajena, se alzó como una señal en todo el país durante varios años, se hizo famoso y disfrutó la fama. Y se trepó al carro de la “cuarta transformación”.

Algunos dirán que muchos prohombres y promujeres también lo hicieron. No obstante, muchos de ellos han recapacitado y se volvieron autocríticos, hicieron la catarsis y se separaron del engendro, señalando sus derivas y sus retrocesos. Otros no, y esos son parte de los astros que arrambló el satanás bíblico o, en este caso, ¿se hablaría del falso profeta?

Como sea, el papel de Solalinde hoy es lastimero, de cuidador de las ovejas pasó a ser defensor del lobo. Ya ha acusado a los migrantes de ser parte de un complot para desprestigiar a López Obrador, que vienen con el objetivo de dejarse apalear, maltratar, robar, asesinar o desaparecer solo para dañar al proyecto lopezobradorista.

¿Qué le faltaba? Exacto, subirse al gobierno. Ahora es el súper asesor en política migratoria y bajo su propuesta desaparecerá el INM y se creará la Coordinación Nacional de Asuntos Migratorios y Extranjería (Coname) que, según el mismo sacerdote, estará integrada por personas de incuestionable reputación y trayectoria académica, altruista, activista y hasta religiosa.

¿A quién pondrán al frente de la Coname? ¿A personajes como Rosario Piedra y Guadalupe Taddei, militantes morenistas acomodadas en la CNDH y el INE o al propio Solalinde quien ha declarado que López Obrador es Jesús hecho carne por segunda ocasión, que su gobierno, la 4T, es el reino de Dios sobre la tierra, y que los migrantes son el demonio tentando en el desierto? Así pues, la nueva política del rubro será combatir a los diablos-migrantes complotistas.