TEXTO IRREVERENTE

ANDRÉS TIMOTEO

ENCUESTAS CULPABLES

Es divertida la escapada que los morenistas hacen del alcalde electo de Lerdo de Tejada, Fabián Cárdenas Sosa detenido por estar involucrado -algunos dicen que liderar- una banda de secuestradores de amplio espectro o sea que no solo operaba en la región de Los Tuxtlas sino en todo el sureste. Incluso hay versiones que lo ligan con el plagio y homicidio del hermano de un alto exfuncionario del gobierno alemanista quien habría movido el pandero en el altiplano para que el caso no quedara estancado.

Hay un mar de especulaciones. Una es que localmente se negaban a actuar en su contra y de el altiplano advirtieron que ellos actuarían si localmente lo protegían. Entonces, eso de que el gobernante Cuitláhuac García es justiciero sin colores es mero discurso pues no le habría quedado de otra que detener al aliado a quien alabó y con  quien se tomó fotos apenas en abril pasado precisamente en Lerdo de Tejada.

Pero se decía que son hilarantes las reacciones de cuitlahuistas ligados a Cárdenas Sosa para sacudirse el bulto. Ríanse: el compadre, amigo e impulsor, Javier Gómez Cazarín ahora alega  que no es “ni fiscal ni juez” para investigar a quienes se acercan a él, pero en Los Tuxtlas cuentan otra cosa. El diputado es tan cercano al hoy detenido que la prensa regional lo ubicaba como un prestanombres suyo.

Y ríanse más: el líder interino de Morena, Esteban Ramírez Zepeta se define como  víctima de ¡¡las reglas electorales de su mismo partido!! Jura que no fue él ni Gómez Cazarín ni Cuitláhuac García los impulsores de este individuo a la alcaldía de Lerdo de Tejada sino todo fue culpa ¡¡ de las encuestas!! Que ellos estuvieron obligados a apoyarlo porque resultó ser el más popular. ¿No es para doblarse a carcajadas?

Claro que miente. Los estatutos de Morena son claros y exigen que todos los adherentes y especialmente los aspirantes a cargos de elección popular deben abrazar los principios éticos -sobre todo esa trilogía de “no mentir, no robar y no traicionar”- y que la dirigencia partidiaria deberá garantizar tal probidad. ¿Por qué no lo hicieron con Cárdenas Sosa? Porque era el compadre y allegado en enjuagues al diputado Gómez Cazarín y se volaron todas las advertencias.

Para comprar el ingenio San Francisco Naranjal, cerrado desde el 2013, Cárdenas se asoció con el tabasqueño Alejandro Carlos Tovar Domínguez, muy allegado a dos exgobernadores de aquella entidad, sumamente corruptos, el priista Andrés Granier y el perredista Arturo Núñez. Desde hace años, Tovar  a hecho negocios fabulosos con las administraciones estatales, todos plagados de irregularidades.

Ellos dos – y dicen que Gómez como tercero en la sombra– invirtieron mil 600 millones de pesos, según se promocionó, para adquirir la factoría cuya transacción apenas se concretó en abril pasado. Se supone que su reapertura sería para la molienda 2022-2023 pues en el evento del 3 de abril, encabezado por el propio García Jiménez, se dio un plazo de doce meses para que la fábrica comenzara a funcionar.

Los colegas periodistas de Los Tuxtlas comentan que desde el 2020 advirtieron por medio de publicaciones sobre la mala fama de Cárdenas Sosa quien también es propietario de un equipo de futbol de tercera división y siempre ha sido ligado con asuntos oscuros. Tampoco entendieron  por qué lo mostraron como un próspero inversionista cuando tiene denuncias por mala paga y fraude.  

Una está radicada desde hace cuatro años en el Juzgado Segundo de Primera Instancia en la ciudad de Veracruz, en el expediente 1487/2017, interpuesta por la empresa Productora Mexicana de Arroz S. A. y que no se ha resuelto. Aún así lo hicieron candidato y también ‘rescatador’ del San Francisco Naranjal. ¿Cómo se explica el millonario capital para recatar al ingenio?, se pregunta un compañero periodista de San Andrés Tuxtla y él mismo deduce: solo hay de dos, que se hizo con dinero cuestionable o es prestanombres de alguien que no quiere dar la cara y que aportó dinero también obtenido ilícitamente. Saquen deducciones.

El colega también cuenta que cada vez que aparecía información en la prensa que cuestionaba a Cárdenas Sosa, el diputado Gómez Cazarín montaba en furia contra los reporteros. “Lo cuidaba mucho, al exceso. Miente cuando dice que no era su cercano, ambos traen asuntos muy propios solo hay que rascarle para que brote la pus”, señala.

DOS AL HILO

Pero el meollo no son únicamente los dineros turbios para el Francisco Naranjal sino también la implicación política porque le apestaron otra promesa al presidente Andrés Manuel López Obrador quien desde el 2015  hizo el compromiso de rescatar el ingenio. El 18 de diciembre de ese año, el tabasqueño dejó “en prenda su palabra” de reabrir la factoría y aseguró “de llegar al gobierno aquí estará el gobernador y el presidente resolviendo el problema”. Ese día  encomendó a la zacatecana Rocío Nahle, entonces coordinadora de la bancada de Morena en San Lázaro a presentar un punto de acuerdo para el rescate de la fábrica.

En el 2018, durante la campaña presidencial, reiteró dicho compromiso y cuando visitó Jalapa, el 2 de diciembre, al día siguiente de tomar posesión, ratificó que se rescataría al sector azucarero en alusión al grupo de obreros del San Francisco Naranjal que acudieron al mitin de la Plaza Regina.  Ahora no solo se complica la promesa sino que ya la mancharon con asuntos criminales.

Ya es el segundo compromiso que le arruinan a López Obrador. El primero fue el cierre del basurero de Minatitlán -que también mencionó como prioridad aquel 2 de diciembre del 2018 – y para lo cual se planeó construir un relleno sanitario en Chinameca pero el asunto fue tan mal operado por los funcionarios estatales que los lugareños lo frustraron. ¿Se acuerdan del sainete del 4 de enero del 2019 cuando casi linchan a García Jiménez y a su secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros a quien acusaron de engañarlos y querer convertir al municipio en un tiradero?

El gobernante fue obligado a cancelar el proyecto para luego salir por piernas del lugar. Ah, y no olviden que en el fracaso aquella promesa presidencial tuvo que ver la zacatecana Nahle ya que el negocio de la basura en Chinameca era para su compadre Arturo Quitanilla. Un ‘chinamecazo’ y un ‘lerdazo’ así terminaron las encomiendas al cuitlahuismo para cumplir compromisos de campaña. Dos al hilo.