Miguel Ángel Gómez Ruiz
La justicia en Veracruz, tema pendiente
El crimen, la corrupción y una mala aplicación de la justicia fueron la constante en el sexenio de Cuitláhuac García Jiménez que sólo perdió el tiempo durante seis años, al no darse cuenta del lugar que estaba parado.
Y así fue, casi no acudía a Palacio de gobierno mas que a tomarse la foto de cuando en cuando, casi no salía de gira para evitar ser abucheado o insultado, filmaba algún video o se tomaba una foto en algún lugar siempre y cuando no hubiera gente, no se reunió con empresarios, ni con la oposición, vaya, muchas veces ni con los suyos.
En cambio, cuando se trataba del relajo siempre estaba puesto. Este ingeniero, que apenas si acudía a dar cátedras en la escuela, que fue el diputado federal que más faltó durante su gestión, sí la gozaba cuando era captado bailando por su inseparable compañera Dorheny García. Chupar y bailar sí era lo suyo.
Pero con la aplicación de justicia siempre estuvo peleado y no porque le correspondiera aplicarla pues no era su labor, pero todos en la Fiscalía de Justicia le temían -pese a que no tenían alguna razón-, siempre le obedecían en todo, desde la titular Verónica Hernández, hasta la señora de la limpieza. Así.
Como gobernador se dedicó a perseguir a la oposición y uno de esos casos fue con el empresario Antonio del Río Argudín que siempre se caracterizó por su simpatía y apego a las buenas causas. Fue panista y ese fue el motivo para que hubiera contra él una persecución que culminó con su detención y posterior tortura.
Fue torturado en El Penalito allí, en el puerto de Veracruz por órdenes de Iván Márquez Lucido que se involucró con gente de la Secretaría de Seguridad Pública y la propia Fiscalía para dañarle. La tortura, en la que él mismo participó consistió mayormente en propinar -además de golpes- tablazos en las nalgas del empresario. En una ocasión fueron más de 40, lo que le ocasionó daños severos inclusive en la parte baja de la columna. Hubo, además, maltrato psicológico.
Tras las denuncias y la búsqueda de justicia, Antonio del Río Argudín sufrió todo tipo de desaires, de la misma Fiscalía y hasta de los involucrados, inclusive del mismo gobernador Cuitláhuac García para el que todos trabajaban, lo que quiere decir que siempre estuvo enterado de todo.
Protocolo de Estambul y Rocío Nahle
La intervención de la Organización de las Naciones Unidas sirvió de mucho, pues un grupo de visitadores confirmaron la tortura y emitieron el Protocolo de Estambul, mismo que ya fue entregado a la Fiscalía General de Justicia y a la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Y desde luego, no se trata de un lleva y trae, sino que a partir de ahora, la Fiscalía está obligada a dar seguimiento al caso y proceder, para que el asunto llegue al juez y se proceda contra los infractores.
Del tema ya se habla en muchas partes, no sólo en México, sino en Estados Unidos, Argentina y España, por ejemplo.
Corresponde ahora a la gobernadora Rocío Nahle dar seguimiento a este tema pues mucha gente votó por ella esperando que haga un mejor trabajo que Cuitláhuac García, por lo menos.
Se sabe que ella no está de acuerdo en que se apliquen métodos coercitivos no ortodoxos contra sospechosos y detenidos, razón de más por la que el empresario confía en que habrá una correcta aplicación de la justicia.
Legislatura del Estado
En la legislatura de Veracruz, en la Comisión de Derechos Humanos labora como secretario de la misma el diputado Héctor Yunes Landa, quien está enterado del tema y del que se espera que haya una actuación digna para que se aplique la justicia contra todos los malos funcionarios inmiscuidos en el tema.
Varios entrevistados afirmaron que es hora de que el diputado cumpla con su trabajo y que no lo haga a conveniencia a fin de recibir alguna prerrogativa y así, quedar bien con Morena.
Todos esperan el cumplimiento de la ley y esperan que el legislador priista haga su trabajo con dignidad y apego, castigando una infracción grave y no consintiéndola para recibir algún beneficio.