En la política, como en las carreras de fondo, no gana el que arranca primero, sino el que tiene resistencia, visión y la fuerza para cerrar con contundencia. Córdoba está ante una elección crucial, y en esta contienda interna por la candidatura de Morena a la alcaldía, Alejandro Rosales se perfila como el caballo blanco que no solo alcanza, sino que supera a sus rivales y cruza la meta con ventaja. Su trayectoria, arraigo con la gente y visión de transformación lo han posicionado como la mejor opción dentro de Morena. Y eso, en las altas esferas del partido, ya es un hecho innegable.
A lo largo de este proceso, han intentado vincularlo con distintos actores, buscando una fórmula que pueda competir a su altura. Sin embargo, la realidad es que ninguna dupla logra convencer a la ciudadanía, porque Alejandro Rosales supera por mucho cualquier combinación que intenten construir a su alrededor. Su liderazgo es natural, su trabajo es tangible y su cercanía con la gente es auténtica, algo que no se puede fabricar de la noche a la mañana.
Desde sus inicios, Rosales ha demostrado que no es un improvisado. Como médico, ha servido a la comunidad con un compromiso real, enfrentando de primera mano los problemas de Córdoba. En política, ha sabido avanzar con inteligencia y sin las ataduras de los mismos de siempre. Su perfil es distinto: limpio, sólido y con la capacidad de no solo competir, sino de ganar con claridad.
Morena ha demostrado que la política se transforma con liderazgos genuinos y cercanos a la gente. Así ocurrió en 2018 con Andrés Manuel López Obrador y en 2024 con Rocío Nahle en Veracruz. Y en Córdoba, todo apunta a que Alejandro Rosales seguirá esa misma lógica de victoria: trabajo territorial, compromiso social y una conexión real con la ciudadanía.
La contienda en el municipio de Córdoba no será sencilla. Habrá quienes insistan en reciclar perfiles desgastados o apostar por candidaturas sin respaldo, pero la gente ya no se deja engañar con simulaciones. Quiere liderazgo, certeza y un verdadero proyecto de transformación. Alejandro Rosales representa esa fuerza renovadora que la ciudad necesita.
Como en toda buena carrera, lo importante no es el arranque ruidoso, sino la resistencia, la estrategia y el cierre demoledor. Alejandro Rosales lo sabe. Morena también. Y en Córdoba, el caballo que alcanza, gana.