TEXTO IRREVERENTE

ANDRÉS TIMOTEO

FIESTA DE LAS BESTIAS

Las bestias de dos patas regresaron con más furia a Tlacotalpan. Es una vergüenza que en una de las ciudades más hermosas del mundo, catalogada desde hace años como Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), se ofrezca al mundo un espectáculo de sangre a costa de seres indefensos.

Ayer, en la víspera de la fecha para honrar a la Virgen de la Candelaria, nuevamente se realizó el encierro de toros por las calles tlacotalpeñas y esta vez ni siquiera se guardaron las formas para simular el maltrato animal pues los seis toros de corral -que no de lidia- fueron maltratos por la turbamulta intoxicada con alcohol y estupefacientes.

Hubo escenas que deberían ser intolerables en una sociedad civilizada: animales ensangrentados tras ser arremetidos con palos, botellas, latas, patadas y a mano limpia. Hay quienes les jalan y tuercen la cola, a veces los llegan a mutilar y otras, la mayoría, les causan daño oseo -la cola de los bovinos tiene huesos – lo que les provoca dolor crónico para el resto de sus vidas.

Pero la tortura comienza desde el embalse cuando los semovientes son cruzados a nado en el río Papaloapan antes de soltarlos a las bestias que se dicen humanos pues absorben agua por la boca y por el ano lo que les provoca pesadez y molestias estomacales además de contribuir a aturdirlos por lo que cuando la muchedumbre borracha y drogada se les va encima no pueden defenderse y ni siquiera correr lo suficiente para escapar de ella.

Todo enfrente de autoridades tolerantes y cómplices de la tortura animal. Las multas por 25 mil pesos que anunció el ayuntamiento “para quien maltrate al toro” son una burla. La Ley de Protección a los Animales para el estado -que está vigente desde el 2010- es chunga en Veracruz y sobre todo en Tlacotalpan, y el argumento de que el embalse taurino tiene más de dos siglos de tradición y no se puede cambiar es una charada de los amantes del dolor ajeno y la sangre.

Y si las leyes humanas no pone en conflicto a los organizadores del cruel evento, es evidente que tampoco las reglas divinas. Siempre se ha hecho la pregunta: ¿A la Virgen de la Candelaria le agrada que en su honor se torture a los animales? La respuesta la saben todos. Hoy, 2 de febrero, pasean a la Señora de las Candelas por la calles del poblado y sobre el Río de las Mariposas, al otro día de la borrachera con la sangre de los inocentes. ¡Y los cavernícolas todavía le rezan y le piden bienaventuranzas para el año!

IMPRESENTABLE Y CRIMINAL

En el mismo tema de las simulaciones y el regocijo por el dolor ajeno, el gobernante estatal Cuitláhuac García envió, al ‘cuarto para las doce’, una iniciativa para “derogar” -así entre comillas porque la misma no es tal – los “delitos contra la autoridad” que en marzo del año pasado fueron incorporados al código penal del estado. Se tardó más de un mes para hacer el trámite preconizado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en la recomendación 146/2021 y lo hizo tratando de engañar al ombudsman.

Lo anterior porque únicamente retira o modifica el texto de uno de los artículos que contiene tal ilícito, el 331, pero deja intocado el del 371 que contempla de 7 a 15 años de cárcel y multas a quien amenace o agreda a los agentes policíacos. Todo esto a interpretación de los policías, los fiscales y los jueces locales que ya todos saben cómo se las gastan a la hora de fabricar culpables. De esta forma, la acción de García Jiménez no solo es insuficientes sino una burda engañifa.

Obviamente, los colegios de abogados ya han advertido tal enjuague y seguramente el tema irá a la controversia constitucional, además de que la CNDH tendrá que ser informada de que no fue acatada la recomendación en su esencia porque el delito queda casi igual y su aplicación seguirá a contentillo de los funcionarios del cuitlahuato.  El tema no está zanjado y ni la inconstitucionalidad subsanada.

Lo mismo en el altiplano, pues si bien en el Senado se disolvió la Comisión Especial para Investigar los Abusos de Autoridad en Veracruz, la mira sobre García Jiménez no se retiró. Tanto el zacatecano Ricardo Monreal como el exgobernador Dante Delgado han prometido que continuarán con la denuncia pública sobre los atropellos cometidos por el régimen cuitlahuista.

El más incisivo es Delgado Rannauro quien ya calificó al gobernante local de “vulgar delincuente”, “criminal” e “impresentable”, el adjetivo más reciente. No le falla el tino. A Cuitláhuac García lo salvó la nomenclatura de Morena, su partido, para que no avanzara un proceso legislativo que podría acabar en denuncias penales, pero no le quitaron ni el sambenito de represor ni lograron atajar los posicionamientos y denuncias de personajes de la talla de Delgado Rannauro.

Entonces, el tema sigue vigente. No ha acabado con la decisión senatorial ni con el sometimiento de Monreal a los designios partidistas. Hay, por supuesto, recursos alternos para canalizar las denuncias públicas y lo documentado en los 90 expedientes que integró  la comisión de la cámara alta. El sistema judicial y la CNDH son dos vías por las cuales se habrán de desahogar los pendientes que continuarán como una espina para la administración cuitlahuista.

FINÍSIMAS PERSONAS

El feminismo se anotó una victoria con el rechazó del gobierno de Panamá para dar su beneplácito al nombramiento de Pedro Salmerón como embajador de México. Salmerón tiene señalamientos de acoso sexual contra alumnas y compañeras de partido. Pese a ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador lo propuso como diplomático y lo trató de sostener hasta que se estrelló contra una feminista que despacha en la cancillería panameña, Érika Mouynes. Bien por eso.

Ya van dos machos abusadores que caen por la reacción de las mujeres pues el año pasado impidieron que Félix Salgado Macedonio se convirtiera en gobernador de Guerrero. Lo peculiar es que si bien hubo protestas de las feministas y la defensa a ultranza del caudillo hacia esos dos ‘finísimos’ personajes, la contención final vino de entes ajenos a la diatriba. En el caso de Salgado fue el INE y en el de Salmerón un gobierno extranjero. ¿Y en Veracruz? Pues ahí sigue despachando Marcos Isleño en Medellín de Bravo y el gabinete estatal está lleno de acosadores y abusadores.