ANDRÉS TIMOTEO
LA BESTIA ENTRE NOSOTROS
“Salieron de entre nosotros, pero no eran como nosotros”, relata el evangelista Juan en el libro de las Revelaciones. Eso aplica hoy a la mustia y persignada sociedad cordobesa sacudida mediáticamente porque la ciudad es la cuna de un asesino serial, Greek Román Villalobos, a quien señalan de haber matado al menos siete mujeres, entre ellas Viridiana Moreno Vázquez, originaria de Tlaltetela y que desapareció en Cárcel.
Antes, la zona centro solo había producido dos casos de asesinatos seriales. De 1978 a 1991 se padeció a Toribio Gargallo, el ‘Señor de los Pozos’, a quien le atribuyen la desaparición forzada y asesinato de 300 personas, y en el año 2001 fueron detenidos Valentín Román Jiménez y los hermanos Pedro y Gabriel de la Cruz Ramos, integrantes de la banda “Los Coralillos” que durante los años noventa y principios del 2000 mataron a 12 mujeres, como bien lo documenta el maestro Luis Velázquez en su Blogexpediente.
A diferencia de los crímenes de Gargallo, los de ‘Los Coralillos’ sí tenían motivaciones sexuales y de odio por cuestiones de género, fueron feminicidios, pues, que cometieron entre Amatlán de los Reyes y Córdoba. Dos décadas más tarde aparece otro asesino serial en Córdoba, del cual se supo no por la eficacia de las autoridades sino por el escándalo del feminicidio de Moreno Vázquez quien el 18 de mayo acudió a una entrevista de trabajo en un hotel de Cardel con Román Villalobos.
Hasta la fecha Viridiana sigue en calidad de desaparecida pues sus padres ponen en tela de juicio las versiones de la fiscala Verónica Hernández. Las fotografías que les mostraron para que reconocieran el cadáver no tiene los tatuajes ni otros rasgos físicos de Viridiana y, para no variar, tampoco creen en la identificación del agresor pues el video que presentó y que muestra a un hombre manejando la motocicleta de la víctima es inverosímil para el entorno familiar.
Viridiana era sumamente celosa y cautelosa con su vehículo, nunca dejaría que lo manejara un extraño así que dudan que el video corresponda a los hechos, además de que el rostro no puede apreciarse nítidamente, y entonces se tambalea el tinglado de la fiscala. Frente a eso, el gobernante en turno, Cuitláhuac García acaba de lanzarse en contra el abogado de la familia, Tomás Mundo, acusando que detrás de él están “políticos de no muy buena reputación” en un intento de desprestigiar su labor como litigante y desestimar los cuestionamientos sobre el desempeño de la Fiscalía.
Pero García Jiménez nuevamente dice medias mentiras. Sí, Mundo Arriasa fue funcionario estatal en el sexenio de Alemán Velasco y está ligado políticos priistas, pero también a los morenistas. En la legislatura pasada estuvo cobrando en el congreso local, concretamente en la oficina de la diputada por Martínez de la Torre, Esther Adriana Martínez Sánchez de Morena.
Además fue asesor de Javier Gómez Cazarín, presidente de la Junta de Coordinación Política y Juan Manuel Pozos Castro, cuando era titular de la mesa directiva de la legislatura -hoy es alcalde de Tuxpan -, todos de Morena. ¿A esos políticos “de no muy buena reputación” se refiere García Jiménez? En palacio de gobierno le aplaudían a Tomás Mundo cuando les elaboró un plan para liberar presos indígenas que usaron como propaganda y ahora se lo tunden por ser abogado de los familiares de una víctima del delito y evidenciar el desaseo de la Fiscalía.
LAS CASAS DE LOS HORRENDOS
Volviendo a Córdoba, el miércoles y ayer jueves, la policía ministerial cateó dos domicilios propiedad de la familia del supuesto feminicida serial, pero a nivel local se dice que todo se trató de una faramalla con extrema dilación y hecha obligadamente ante los cuestionamientos en la opinión pública.
Desde agosto del 2021, cuando desapareció la joven oaxaqueña Míriam Prado, sus padres han pedido al gobierno veracruzano que la buscara y aportaron pistas que apuntaban al tal Greek “N” y a uno de esos domicilios. Nunca les hicieron caso.
La joven había acudido a una entrevista de trabajo como le sucedió a Viridiana Morena y desde entonces no la volvieron a ver. La semana pasada, los señores regresaron a Córdoba para reiterar su petición y la Fiscalía los siguió ignorando. Por si fuera poco, los mismos vecinos denunciaron en redes sociales que de una de las casas salían olores fétidos y hasta divulgaron fotografías de una bolsa de plástico con basura y en la que se apreciaban restos óseos.
La falta de información desde la Fiscalía ha provocado todo tipo de rumores y dada la fama de Hernández Giadáns y sus colaboradores de que alteran todo, siembran y desaparecen pruebas, y fabrican culpables, ahora la ciudad es un hervidero de especulaciones en torno a las ‘casas de los horrendos’.
Lo anterior porque no se puede decir todavía que sea la “casa de los horrores” porque los díceres que salen de la Fiscalía -ya que no hay información oficial – señalan que encontraron nada, entonces solo son las ‘casas de los horrendos’ que allí vivían, y que además por la dilación de los ministeriales tuvieron el tiempo suficiente para deshacerse de evidencias y huir. Ambos domicilios están deshabitados. Por si eso no bastara, los cateos realizados fueron superficiales, sin georradares ni sonares a fin de ubicar fosas profundas. “Solo rascaron la tierra superficialmente”, dicen los vecinos. Todo para aparentar una diligencia forense.
Como ya se dijo en un texto anterior, en Veracruz hay una crisis de procuración de justicia -por lo que toca a la Fiscalía – y también la de la impartición de la misma -por lo que corresponde a los jueces -pues hay encargados de juzgados que son corresponsables de los feminicidios cometidos por Greek Román Villalobos. El sujeto estuvo preso en el penal de Amatlán de los Reyes, purgando una condena por delitos similares y que debería terminar hasta el 2024, pero fue puesto en libertad de forma anticipada. Le abrieron la jaula a la bestia para que siguiera devorando mujeres.
¿Dónde está el Consejo de la Judicatura que es el encargado de revisar la actuación de los jueces y sancionarlos si incurrieron en corrupción ?, ¿quién fue el juez que preliberó al feminicida serial?, ¿con cuánto lo sobornaron?, ¿por qué no se ha pronunciado la presidenta del Tribunal Superior de Justicia? Las preguntas son tantas como tanta es la indignación.