Por Andrés Timoteo
FINÍSIMAS PERSONAS
En el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) andan por la calle de la amargura en eso de escoger a sus prohombres y promujeres para Veracruz. Y no es porque carezcan de aspirantes, de poder o de recursos para hacerse con candidaturas o cargos públicos sino por la -mala– fama de todos los mencionados hasta el momento ya que carecen de dotes morales y éticos para presentarse ante los ciudadanos.
Tan solo en el tema de los aspirantes a la candidatura para el gobierno de Veracruz que se renovará en el 2024 se puede afirmar con todas sus letras que la ‘caballada’ está famélica, como se dice en el argot de la vieja política, y no es porque no porque falten los anotados -algunos han contado hasta en veinte los aspirantes – sino porque casi todos son unos pillos, arribistas a Veracruz, que vienen de otros partidos y de grupos de la política delincuencial, y algunos hasta tienen acusaciones penales.
Para comprobar lo anterior solo basta ver el listado descendente de la supuesta encuesta que el gobierno estatal mandó a publicar en diversos medios informativos en un intento de engañar a la opinión pública. Chequen el dato: En el primer lugar aparece una zacatecana, ajena a Veracruz y que a la vez es una de las mujeres más corruptas de la “cuarta transformación”. En el segundo, un expriista hidalguense, y en el tercero un analfabeta funcional acusado de ser el autor intelectual del asesinato de un periodista.
En cuarto lugar colocan a un exstriper venido a más, en quinto está un violador de mujeres, en el sexto un cavernícola bajacaliforniano, en el lugar siete un minanteco advenedizo y en el octavo va el responsable de todas las trapacerías financieras del actual gobierno. Ni a quién irle. Por cierto, para los que no estén acostumbrados a empatar la descripción anterior, los nombres son: Rocío Nahle, Ricardo Ahued, Javier Gómez, Zenyazen Escobar, Manuel Huerta, Patrocinio Cisneros, Sergio Gutiérrez y José Luis Lima Franco-. ¿Ven como la ‘caballada’ marrón está demasiado flaca en cuanto a lo moral?
Dos acotaciones en esa encuesta ficticia y llena de adjetivos comenzando porque le ponen que la zacatecana Nahle está “inalcanzable” a casi dos años de la contienda. Risas. Bueno, la primera: ¿a poco alguien cree que el bajacaliforniano Patrocinio Cisneros tenga 6.2 puntos de preferencia?, ¿en serio habrá algún veracruzano de cuna decente que esté interesado en votar por él? Ahora sí como dicen en la colonia: ‘no mameyes en tiempo de aguacates’. Tan solo ese dato echa por tierra toda la credibilidad del sedicente sondeo popular.
La segunda acotación es casi una advertencia, el pozarricense Lima Franco que toda su vida hab+ia radicado en la capital del país hasta que lo mandaron a robar, digo a ser funcionario en Veracruz, carga con varios anatemas. El primero tiene que ver con la terca memoria pues los veracruzanos deben recordar cómo le fue a Veracruz cuando tuvo un gobernador que salió de la Secretaría de Finanzas -Javier Duarte de Ochoa – pues se robó hasta las quimioterapias de los niños con cáncer. Nadie lo olvide.
También hay que agregar que de todos los arriba citados, la pieza más débil cuando se acabe el sexenio será precisamente Lima Franco porque es quien ha firmado todos los documentos de los negocios al amparo del poder. Este señor es el que más necesitará del fuero constitucional después del primero de diciembre del 2024 porque a él le cargarán todas las culpas financieras. Y si hay un revés en las elecciones de ese año ni subiéndose a su Ferrari de 7 millones de pesos podrá escapar. ¿Se acuerdan que Duarte siendo aun secretario de Finanzas con el innombrable también tenía automóviles de lujo escondidos?
Siguen los paralelismos que ahora deben leerse como alertas por estar frente a un saqueador en ciernes. Por cierto, los biógrafos de Lima Franco en la prensa local han llegado al grado de publicar algunos poemas que escribía para un blog personal. Uno de ellos, redactado hace una década, también parece algo premonitorio, se llama “Un beso tuyo” -más risas – y los panegiristas destacan la línea que dice “Y de repente me sentí identificado con lo ruin”. Vaya, ni cómo desmentirlo.
LOS RECUERDOS DEL PORVENIR
Tomando prestado el título de la magnifica novela de Elena Garro, “Los recuerdos del porvenir”, la detención del oaxaqueño Jorge Winckler pareciera una remembranza y un pronóstico. Está al alimón del pasado y el futuro. El pasado porque, como ya se dijo líneas arriba, es un retrato de la aprehensión de su antecesor en la Fiscalía, el amateco Luis Ángel Bravo Contreras en junio del 2018, y del futuro porque es un espejo en el que debe verse su sucesora, Verónica Hernández Giadáns.
Cuando llegue el tiempo y se acomoden las circunstancias invariablemente se deberá revisar el desempeño de Hernández Giadáns que no solo reúne todos los requisitos para ser cuestionada en su labor como procuradora de justicia sino hasta por sus relaciones personales. Es prima de una líder del crimen organizado en la región de Los Tuxtlas y otros de sus familiares directos están involucrados en actividades muy poco decentes.
Esos nexos han provocado que la señora no haya aprobado los exámenes de confianza del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), algo de que curiosamente también se le acusaba a Winckler Ortíz. Aún así la sostienen en la Fiscalía escondiendo documentos y relaciones peligrosas. Es claro que la Fiscalía de Veracruz no mejoró con la expulsión de Winckler y la llegada de Hernández -en septiembre del 2019 – pues conserva el mismo rango de ineficiencia: 97 por ciento de impunidad en todos los casos que se convierten en carpetas de investigación.
Ayer, el gobernante en turno, Cuitláhuac García dijo que el oaxaqueño Winckler merece estar en prisión porque “pervirtió la impartición de justicia”, pero ese mismo señalamiento aplica, que ni mandado a hacer, a su protegida, Hernández Giadáns. Atendiendo la obra de Elena Garro, a ver si a la tal Verónica Hernández no le pasa lo mismo que a Isabel Moncada -una de las protagonistas de “Los recuerdos del porvenir” – y termina convertida en piedra como castigo por enamorarse de los delincuentes con poder y servirles con tal docilitad que humilló hasta su propia condición de mujer.