TEXTO IRREVERENTE

ANDRÉS TIMOTEO

BUENA, MALA Y PEOR

La trivia del momento es que hay una buena, una mala y otra peor para los veracruzanos. ¿cuáles son? Va una pista: tienen que ver con la representación popular y las leyes. ¡Exacto! Se terminó la composición de la 65 legislatura, una de las más execrables  en la historia parlamentaria de la entidad sino es que la peor y  esa es la buena noticia porque se van los tremendos impresentables, analfabetas, convenencieros, tramposos y holgazanes que durante tres años ocuparon una curul.

Claro, algunos ya se fueron antes brincando a otro cargo. Y parte de la buena nueva es que otros personajes tan perniciosos y de mal agüero no alcanzaron un asiento parlamentario. Ejemplos a botepronto son el priista -bueno, en apariencia porque ha traicionado tantas veces al tricolor que el apodo de Judas le queda chico -, Héctor Yunes Landa y  el panista de ocasión, Isaac Luz López, hijo de la alcaldesa de Córdoba, Leticia López Landero. Ninguno será diputado por la vía plurinominal gracias a la socorrida paridad de género.

La mala es que muchos de los actuales diputados repetirán ya sea por la vía  uninominal o la plurinominal a pesar de fueron nulos sus resultados en la legislatura saliente: los panistas Enrique Cambranis y Nora Lagunes repetirán en el cargo in haber sido votados por la gente. El  primero es un mensajero del pasado, pactista pragmático a fin de mantenerse en cargos públicos para seguir haciendo negocios.

Cambranis es panista de apariencia pero ha sido operador de la fidelidad, del duartismo, del morenismo y ahora, en la faceta intestina del blanquiazul,  se alió al yunismo que tanto combatió para ayudar a que se gane la dirigencia estatal del partido. Él no fue votado ni en el 2018 ni en este 2021. Por su parte, la señora Lagunes Jáuregui si fue electa directamente en el 2018 pero ahora prefirió ahorrarse la fatiga optando por la vía plurinominal con apoyo de sus ‘padrinos’ en la dirigencia estatal del PAN, pero en especial los de palacio de gobierno.

Todos la consideran como una de las panistas más morenistas.

También entre las calamidades repetidoras está la morenista Esther Martínez Sánchez votada nuevamente en el distrito de Martínez de la Torre, cuya noticia más importante que generó en la legislatura saliente fue el pleito amoroso con un cantante de la zona al que convirtió en su asesor y luego ventiló sus desacuerdos de alcoba en las redes sociales y la prensa. Otra es Rosalinda Galindo, del distrito Jalapa I, bautizada por la voz popular como la ‘reina del nepotismo’ pues acomodó a toda su familia en las nóminas municipal y estatal.

Por ahí va Ana Miriam Ferráez por Jalapa II famosa por sus dislates discursivos -¿se acuerdan cuando propuso que se estableciera ‘toque de queda’ para mantener a las mujeres en sus casas y así evitar que fueran víctimas de feminicidios? – y sus negocios con el gobierno estatal pues no solo su familia tiene contratos millonarios con la administración cuitlahuista sino que ella misma ha sido sorprendida traficando con despensas y ayudas para los necesitados.

¿Y qué decir del medellinense Madaleno Rosales que solo aportó sainetes al quehacer legislativo? El señor llegó muy combativo y denunciante, hasta de sus propios correligionarios, en el 2018, pero salió más ladino que sus denunciados. ¿Se acuerdan de algo que haya hecho? Nada más el bochorno de aparecer desnudo en las fotografías ‘pack’ que enviaba por las redes y que uno de sus hijos sin tener formación académica cobraba en un puesto en la misma legislatura. Ambos escándalos los ventilaron sus mismos colegas marrones.

LA ‘NAHUALADA’

¡Y asústense! Hubo quienes volvieron a votar por Margarita Corro Mendoza en el distrito de Cosamaloapan, famosa por ser la comadre de Francisco Navarrete Serna, identificado como  capo de un cartel criminal en la zona y que fue ‘ejecutado’ en mayo del año pasado. Claro, en los corrillos cuenqueños hay la versión de que no ganó por su quehacer legislativo ni por su partido sino por la ‘manita’ que le dieron los grupos delictivos. ¿Será?

Sin embargo, la peor noticia para los veracruzanos es que finalmente y ‘¡a güevo!’, como es su frase de batalla, fue reelecto como diputado plurinominal el tuxtleco Javier Gómez Cazarín, quien también pretende volver presidir la Junta de Coordinación Política donde se manejan los dineros legislativos con los que se ha hecho millonario los últimos tres años. Para que repitiera en la legislatura se atropelló todo e incluso se agredió a una mujer, la pozarricense Marcela Barroso, a quien le correspondía por paridad de género.

 A la candidata morenista los de su propio partido – para que vean que es cierto lo que dicen las abuelas en el pueblo de que “cuando la perra es brava, hasta los de casa muerde”- la intentaron sobornar, la difamaron y la amenazaron directamente a fin de que desistiera en defender sus derechos políticos.  El sábado pasado, la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) avaló la diputación robada de Gómez Cazarín, lo que ya había hecho el Tribunal Electoral de Veracruz (TEV) -dicen que volaron maletas llenas de dinero-.

Cierto, aunque el  litigio por el despojo de la curul continuará ya que los afectados recurrirán a la Sala Superior del TEPJF, todo indica que el viernes 5 de noviembre rendirá protesta el tuxtleco como integrante de la 66 legislatura. ¿A qué huele el asunto? ¿A machismo?, sí. ¿A patriarcado?, también. ¿A misoginia y violencia contra las mujeres?, igualmente. Pero sobre todo apesta a ilegalidad pues se manoseó el marco normativo y se forzó para que Gómez Cazarín siga en el gatuperio legislativo.

Ya en las postrimerías de la fiesta de los muertos bien se puede decir para acomodarlo en el congreso local hicieron una “nahualada”. En la mitología popular,  el nahual es un  brujo que hizo pactos malignos para poder transformarse en lo que no es, en algo ajeno a su naturaleza y así con una apariencia usurpada de un animal cometer iniquidades.

La veleidad del destino ayuda a acomodar el término pues el popular  “Carón”  es oriundo de Los Tuxtlas, tierra de  hechiceros, y si bien no cambió de piel y sigue andando ‘en dos patas’  sí se quitó los pantalones y se puso la falda para usurpar el lugar parlamentario de una dama. Ah y  la apariencia también aporta lo suyo pues el tipo espanta solo con verlo. Risas.