Antonio del Río Argudín, crónica de una tortura en su contra

Miguel Ángel Gómez Ruiz

Veracruz, Ver.

Sostuve una plática con Antonio del Río Argudín y realmente lo que le ha ocurrido está fuera de toda proporción.

Él es un empresario que está rodeado de su familia, de sus amigos y compañeros que le conocen y avalan no sólo su trayectoria como empresario, sino como hombre de bien.

En 2022 fue llevado al Penalito, en la zona de Playa Linda en el puerto de Veracruz y fue golpeado, fue amenazado y torturado por órdenes de Iván Márquez Lucido, director de ese lugar. En ese ataque, además de las amenazas, Antonio fue torturado psicológicamente, pues persistió no sólo la golpiza de la que fue sujeto, pues también fue amenazado que sería asesinado.

Tras los hechos, se creyó que el asunto sería tomado en serio por la Fiscalía General del Estado a cargo de Verónica Hernández Giaddans, pero la persona asignada para llevar el caso, Christian Emmanuel Silva Mirán ni se ocupó de realizar una investigación sólida, pese a los fundamentos y pruebas que presentó Antonio, sino que determinó encubrir a Iván Márquez Lucido, con la complicidad de Sarahí Peña Galaviz.

No sólo ellos fueron cómplices, sino que también se tiene que agregar a Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, titular de Seguridad Pública y hasta Eric Cisneros, entonces secretario de Gobierno. Vaya, lo más triste del caso es que el propio gobernador Cuitláhuac García, quien prometió desde el inicio de su gobierno que combatiría la injusticia, ha guardado silencio tras los hechos.

Peor aún, para los funcionarios de la Fiscalía General de Justicia, toda la monstruosidad que se aplicó contra Antonio del Río Argudín no significó un delito y han guardado silencio ante los hechos.

Apenas hace una semana, la juez de control Ihalí Patricia Armas Márquez encabezó una audiencia en contra de las omisiones de la carpeta 308/2022, audiencia que el propio afectado, Antonio, ya mostró a todos a través de distintas redes sociales, pues se trata que se haga justicia pronta y expedita ante estos hechos.

Aunque Antonio ha tratado de vivir con normalidad al lado de los suyos, considera que este atropello debe tener una solución a su favor y por supuesto, así será. Él está confiado, tras asesorarse con un abogado, que ganará el asunto.

Lamenta que el gobernador Cuitláhuac García no tome cartas en el asunto o se desentienda del mismo, pues como cabeza de este gobierno tiene que mantener todo el orden, pero así ha sido su administración, con un estado rebasado por la violencia: ejecuciones, desapariciones, feminicidios, extorsiones, robos y también, casos como éste, tortura.

La sociedad debe estar al tanto de temas como éste, pues le puede ocurrir a cualquiera si es que se continúa permitiendo que fulanos sin preparación asciendan a cargos tan importantes, como el caso de Iván Márquez, un sujeto que se ha valido de amigos para protegerse y hacer lo que le venga en gana, aún pese a los propósitos de un gobernador que dejará el cargo el año que viene.

Hoy, Antonio del Río Argudín es dirigente municipal del PRD en Veracruz y tiene un buen futuro por delante, muy por encima de personas sin escrúpulos que han volteado la ley para protegerse.