Contrapunto

Miguel Ángel Gómez Ruiz

Las deficiencias de la seguridad pública

Habitualmente, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, se molesta con aquellos reporteros que cuestionan su actuar ante hechos que no puede negar, mucho menos ocultar.

Siempre fue un defensor de Hugo Gutiérrez Maldonado, quien fue secretario de Seguridad Pública (SSP) y que anteriormente, como colaborador de Jaime Rodríguez “El Bronco” fue despedido porque simple y llanamente no logró salir adelante en las funciones que le encomendaron.

Aquí, aglutinó a un buen número de elementos, muchos le cuidaban a él y a algunos funcionarios, incluido el gobernador, pero los veracruzanos jamás se sintieron protegidos. Es más, Gutiérrez Maldonado encabezaba operativos en zonas distintas, mayormente sin prensa y se dedicaba a capturar a supuestos robacarros y ladronzuelos de poca monta.

El detalle es que pese presumir que tenía éxito en lo que emprendía, muchos de sus elementos continuaron haciendo lo que habitualmente hace un mal policía. Detenían a hombres y mujeres, los revisaban, los golpeaban y hasta llevaban a la cárcel y posteriormente, tras presumir los logros, los detenidos dejaban la prisión pues no se aportaban pruebas o bien, realmente eran inocentes.

No se puede olvidar cuando una maestra de una escuela primaria fue asesinada en Xalapa y ocurrió uno de los operativos más grandes para dar con los asesinos. Inclusive, en una persecución que encabezaron sus elementos a punto estuvo de ocurrir una tragedia cuando se encontraron de frente con varios elementos que viajaban en una camioneta sin logotipo. Resultó que esos elementos eran ministeriales. Se identicaron, pero bien pudo ocurrir una tragedia.

También, en esas fechas, sus elementos, coludidos con policías municipales en Xalapa intentaron sacar de su hogar a un joven que había guardado su motocicleta. El joven y la familia se resistieron y los policías causaron desmanes, golpearon a las personas que vivían allí, pero no lograron su objetivo. el joven se quedó en su casa. Todo estuvo mal, pues los policías, estatales o municipales no pueden ingresar a un hogar a detener a alguien a menos que lo sorprendan en flagrancia. Es más, ni siquiera pueden hacerlo con una orden emitida por un juez pues eso les corresponde a los elementos de la Policía Ministerial.

A partir de allí, vino la caída de Gutiérrez Maldonado y aumentaron los abusos de los elementos de Seguridad Pública. Golpean a transeúntes si llevan mochilas o no van bien vestidos según el código de presentación de la SSP, golpean a maestras, golpean a motociclistas y en fin, la seguridad en Veracruz es un desastre, pues la población ya no sabe de quién cuidarse, si de los malos o los mismos policías.

Los asaltos a tiendas de conveniencia, las extorsiones y los feminicidios van en aumento.

Eso le causa al gobernador mucha molestia y acusa a los reporteros veracruzanos de ser malintencionados. Sus palabras son duras y aplica los mismos calificativos de su maestro, el presidente López, al grado que una que otra asociación de periodistas ha solicitado respeto al trabajo que realizan los colegas.

Los gobernantes actuales, desde el presidente, gobernadores y hasta a diputados y Senadores, les provoca mucha molestia que se escriba sobre sus errores y barbajanadas, pero eso no se puede ocultar.

Ya está visto que en Morena tienen la piel delicada, pero es inaudito, créalo, inaudito, que se les proporcione autoridad a muchos que como políticos y servidores públicos no han hecho nada a favor de la sociedad.

Los casos son muchos, las alcaldesas de distintos lugares del país, entre ellas la de Tijuana, Monserrat Caballero y la de Acapulco, Abelina López, son una muestra de lo que no debe hacer un partido político cuando selecciona a sus elementos. Tampoco se entiende cómo es que un partido que se dice exitoso, ha elegido a muchos de sus representantes mediante una tómbola. Por lo menos deberían incluir a los mejores perfiles y no a cualquiera.

De hecho, México vive un momento muy grave en materia de seguridad pública. No es por molestar, pero los estados con mayor tasa de criminalidad son: Sonora, Tamaulipas, Michoacán, Guerrero, Colima, Baja California, Zacatecas y Guanajuato. Éste último es gobernado por el PAN, el resto por Morena. Así.

Volviendo al tema de Veracruz, si realmente se quiere una buena policía, se tiene que capacitar a los aspirantes. Pero supongo que cuatro meses no es el tiempo ideal. Quizá un año o dos, pero que se haga un curso completo en manejo de armas, manejo de la ira, se les investigue a fondo y que no se tome en cuenta a personas que hayan delinquido en alguna ocasión, por lo menos.

Dotarlos de uniformes, armamento adecuado, que entreguen informes de sus actividades por semana, que acudan al psicólogo por lo menos una vez al mes y así, se logrará depurar a una corporación que está para servir a los veracruzanos y no para afectarlos.

Por otra parte, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez puede molestarse lo que quiera, pero no puede callar a la prensa. Hacerlo sería aplicar el mismo estilo de su jefe y no, la realidad es que ese tipo de reacciones no los llevará a nada bueno. Cooptar a medios, reprimirlos o llamarles la atención por sus publicaciones no son gestos de un buen gobierno. Que eso lo aprenda.

Además, la mayor parte de los reporteros estamos solos y no formamos parte de alguna asociación periodística. Muchos se alían con organizaciones porque en los festejos oficiales reciben regalos o dinero, pero cuando se trata de representar a algún compañero afectado se hacen a un lado. Se insiste en la CEAPP, pero allí tampoco hay mucha solidaridad y encima, la mayor parte de sus miembros forman parte o simpatizan con Morena. Es más, los salarios salen de este gobierno.

En una ocasión, una compañera reportera me preguntó sobre qué opinaba sobre las asociaciones de periodistas: “No creo en ellas, le dije. Allí dentro hay uno que otro buen amigo, pero sus fines son muy contrarios a lo que alguien espera. De hecho, organizaciones como Artículo 19 o Reporteros sin Fronteras se rasgan las vestiduras cuando algo le ocurre a un reportero. Hemos visto que vienen al estado, se encierran con las autoridades, se arreglan con ellos y se van. Así de fácil”.

La recomendación para el mandatario, antes que decirle que su trabajo no ha sido bueno, que no da el ancho o que sólo trabaja para que su partido se perpetúe en el poder, no va más allá que un simple deseo de que gobierne bien y gobierne para todos.

PD Coatepec es un Pueblo Mágico. Lamentablemente no cuenta con una buena administración municipal. No es porque el alcalde Raymundo Andrade sea una mala persona. Simplemente no tiene capacidad para llevar a buen puerto la encomienda que sus seguidores le otorgaron con su voto. La ciudad requiere de obra pública. Debe tener en cuenta que un Pueblo Mágico no tiene una extensión de tres cuadras a la redonda de donde trabaja. Las calles cercanas a palacio municipal están sucias, deterioradas. Las colonias de la periferia requieren servicios y no hay respuestas. Además, no debe olvidar que la máxima autoridad es él y no el secretario de gobierno, Eric Cisneros.