Miguel Ángel Gómez Ruiz
Los riesgos que corremos
Si un mexicano que simpatiza con el presidente López Obrador considera que sería bueno que continuara en el cargo después de 2024 realmente no sabe lo que dice.
Las dictaduras han sido crueles en América Latina y otras partes del mundo. Tan sólo basta ver lo que pase en Nicaragua con Daniel Ortega. Por si usted no lo sabía Ortega era un luchador social, que tomaba las calles con valor y luchaba por el bien de los demás. Bueno, al menos eso aparentaba. Una vez que llegó al poder pensó que Nicaragua era para él y su familia.
Hoy, Ortega y su pareja aglutinan la mayor fortuna. Encarcela a los adversarios que le estorban. Se ha peleado con la iglesia. Ha sometido a los ciudadanos y nada se hace allí sin una orden suya. ¿Queremos algo así en México? Piénselo dos veces.
Otros países quizá no han tenido dictaduras, si acaso Ecuador con otro idiota como Rafael Correa que se sentía dueño de todo pero que gracias a Dios fue quitado del poder. Pero en Brasil, Argentina, Chile, Venezuela y Perú han gobernado puros trogloditas que se han vuelto ricos y sus gobernados, cada vez más pobres.
En México no es diferente por más que haya gente que no quiere verlo. Teniendo a un presidente que guarda silencio ante una tragedia que fue culpa de su gobierno y que la minimiza al máximo, con todo y que por años tomó como suyos los casos de la Guardería ABC y los muertos de Ayotzinapa. Al final, no resolvió ni lo uno, ni lo otro.
Si, el incendio en la estación migratoria de Ciudad Juárez no solo fue terrible. No hubo respeto hacia los países implicados. Mucho menos luto nacional. Tan sólo el anuncio, el supuesto compromiso de investigar y luego, un chiste y más ataques a Calderón, al INE y al Poder Judicial.
El hecho de que el cónsul de Nicaragua, Elías Gerardo Valdés Cabrera, dueño de SEICSA y que tuviera a personal de seguridad en el Instituto Nacional de Migración es terrible, pues el gobierno mexicano destinó 3 mil millones de pesos para que introdujera personal en numerosas dependencias. Más terrible es que el personal no tuviera la sensibilidad para abrir las puertas y evitar que los migrantes quejosos murieran por ahogamiento o quemaduras.
Peor aun cuando quiere un Instituto Nacional Electoral (INE), controlado por los suyos y que les sirva a los suyos. A tal grado que ante las derrotas en el Poder Judicial ha amagado con que su plan “C” tiene como objetivo que no haya ni un voto para los conservadores. Allí el propio presidente, desconocedor de la Constitución Política del país incurrió en un delito electoral grave.
Y así ha sido, ha guardado silencio ante el robo descarado en Segalmex, empresa que fue creada para garantizar alimentos a los mexicanos cuyo fraude supera los 15 mil millones de pesos. Peor aún es que parte de esos recursos hayan sido destinados a países como Cuba y Venezuela y que se les haya dejado de dar de comer a mexicanos con la finalidad de dar de comer a dos países gobernados por dictadores.
Hace poco, la Secretaría de Educación Pública, además de reportar anomalías por casi 13 mil 500 millones de pesos, lo más grave fue que se detectó a un individuo nativo de Venezuela, influenciar en la publicación de temas políticos y progresistas en los libros de Texto en los que se privilegia que nada es más digno que vivir en la pobreza.
El INE detectó que se lograron las firmas de 15 mil personas muertas y que fueron aplicadas en la revocación de mandato, todo con la confabulación de servidores de la nación a los que ya se ha detectado llenando hojas vacías.
En cuanto a medicinas, se logró detectar que en bodegas del sector salud se almacenaron vacunas y medicamentos que jamás fueron entregados y que caducaron, en lo que representó una falla de circuitos de distribución o simplemente, hubo una orden para que los medicamentos permanecieran allí, sin ser entregados.
Y muchas cosas más: El acarreo de personas a eventos públicos; la inseguridad, mayormente en estados gobernados por Morena y la devolución de recursos de los estados –subejercicios- que sólo Dios sabe en que fue aplicado ese recurso una vez en que el gobierno federal los tuvo en sus manos.
Encima, los hijos del presidente, dos de tres, viajando por el mundo con recursos de los mexicanos, no se sabe en qué trabajan, pero sí han sido fotografiados en muchas partes, gastando el dinero a menos llenas.
Además, para el presidente no hay corrupción a pesar de que se le presenten pruebas y para el significa “ataques de la derecha”.
Por eso es importante volver a preguntar si realmente muchos mexicanos estarían dispuestos a vivir una dictadura, pues algo es seguro, de quedar Claudia Sheinbaum como presidente del país, no será ella quien gobierne, sino el propio presidente, ya sea en Palacio Nacional o en La Chingada, donde más le convenga.
PD La situación en Veracruz en feminicidios y desaparición de mujeres es dramática. Van alrededor de 30 feminicidios en 2023 y muchas jovencitas, desde mediados del año pasado y hasta la fecha, siguen desaparecidas. Las autoridades estatales no hacen nada y eso es grave, pues mientras ellos siguen en la fiesta, comiendo y bebiendo sin apuraciones, más familias sufren por sus pérdidas. Algo se tiene que hacer y pronto.