Hospitales, sin medicamentos

Miguel Ángel Gómez Ruiz

Xalapa, Ver.

Era viernes, alrededor de las 5 de la mañana. El hombre se levantó pese a que su hija no iría a la universidad, pues la llevaba todos los días hasta la puerta del plantel.

Se levantó y se dio un baño con agua fría, pues el gas se había terminado desde hacía unos días. Se alistó y partió hacia Xalapa, con 10 pesos en la bolsa. Subió al autobús y viajó durante 25 minutos.

Al llegar a Xalapa caminó hasta el hospital Gastón Melo, en donde frecuentemente lo medican, sin embargo, tras recibir su receta bajó a la farmacia para que la surtieran. Sin embargo, sólo tenían Gabapentina de 300 mg, el resto; Amlodipino de 5 mg, Linagliptina de 5 mg, Telmisartán de 80 mg y Vitamina B -casi como siempre- estaban de faltante.

Regresó con sus propios honores y se resignó a que tendría que comprarlas pero, como siempre, carecía del recurso para hacerlo. Tomó su teléfono y aprovechando que tenía wifi gracias a un restaurante del área le envió un mensaje a una doctora en Veracruz. No podía hacerse nada. Los faltantes de medicamentos han sido la constante de 2018 a la fecha. Antes, con los gobiernos neoliberales, esos que según dicen robaron tanto, nunca le faltó ni una aspirina.

Volvió a casa y aprovechó que, gracias a un amigo suyo, tiene un aparato que le sirve para medirse la presión arterial. El resultado, 185/111 y pulso de 81. Suponía que la glucosa también estaría por los cielos. Recordó aquel día -en septiembre de 2023- que le midieron su glucosa y tenía alrededor de 400. En esos días anduvo mareado, con la vista nublada y se cayó tres veces en dos días.

Él sabe que tanto la hipertensión y la glucosa alta le acortaron la vida. El detalle es que un tratamiento le ayudaría a controlar sus signos y no tiene el medicamento. Lo peor es que percibe que eso a nadie le interesa.

Vaya, con todo y que según el presidente López tenemos un mejor servicio médico que Dinamarca, con partos en los jardines de los hospitales y con pacientes canalizados en una colchoneta en algún piso de hospital, es terrible que la mayor parte de los pacientes carezcan de medicamentos, la mayoría no están en el cuadro básico. Cierto, más que Dinamarca, nuestro país está menos dotado en atención médica y medicinas que Uganda.

Y así, el drama de muchos.