Jefe del Cártel de Caborca, protegido en Veracruz por Eric Cisneros

  • “A Cisneros Burgos, apodado ´El Bola Ocho’, se le ha vinculado públicamente con el sucesor de Caro Quintero”, asegura Ricardo Ravelo, periodista especializado en temas de narcotráfico

Tomado de Sin Embargo/ Ricardo Ravelo

Tras la captura de Rafael Caro Quintero, el 25 de julio de este año, el cártel de Caborca pronto buscó a su sucesor. Su nombre: José Gil Caro Quintero, sobrino del capo mayor, quien presuntamente es buscado por la DEA, la agencia antidrogas norteamericana, en el norte del país pero resulta que el nuevo líder se encuentra refugiado en Veracruz bajo la presunta protección de Eric Cisneros Burgos, Secretario General de Gobierno de esa entidad, con quien suele convivir frecuentemente, de acuerdo con informes y fuentes consultadas.

En sólo cuatro años, el funcionario veracruzano ha construido una historia plagada de claroscuros que lo mismo lo relacionan con actos de corrupción, amenazas, encarcelamiento de funcionarios municipales y hasta con el narcotráfico.

A Cisneros Burgos, apodado “El Bola Ocho”, se le ha vinculado públicamente con el sucesor de Caro Quintero, un emblemático capo que mantiene operaciones de trasiego de droga en Sonora, Sinaloa, Baja California, Oaxaca y Quintana Roo, pero que encontró en Veracruz un asidero, particularmente en el norte de esa entidad, donde cuenta con ranchos y otras propiedades.

Según reportes de inteligencia consultados, su zona de refugio son los municipios de Vega de Alatorre, Náutla, San Rafael y Martínez de la Torre. Este corredor ampliamente socorrido por el crimen organizado ha sido utilizado durante muchos años para el tráfico de drogas; ahí operaba, por ejemplo, Miguel Ángel Félix Gallardo –“El Jefe de Jefes” –; era dueño del rancho “El Camino Real”, decomisado en los años ochenta por la Procuraduría General de la República (PGR) tras la caída de Gallardo. Aquella fue una etapa de verdadero esplendor para el capo sinaloense y exjefe del cártel de Guadalajara: era socio de los hermanos Arturo y Hugo Izquierdo Ebrard, quienes a su vez fueron cuñados de Arturo Durazo Moreno, el narcopolicia del sexenio de José López Portillo.

Ese corredor clave en la ruta de la droga que lleva a la frontera con Estados Unidos vía Tamaulipas ahora es una de las guaridas de José Gil Caro Quintero, sobrino de Rafael Caro, conocido en el mundo del hampa como “El Pelo Chino” y/ o “El Jogil”. La DEA le sigue los pasos tanto a él como a sus cómplices, entre ellos, Cisneros Burgos, sobre quien la agencia antidrogas ya tiene varios reportes. En resumen, el funcionario veracruzano y miembro de Morena, está bajo la observación de la agencia norteamericana. Este dato fue confirmado en octubre de este año mediante una conversación que este reportero sostuvo en Washington con un alto mando de la DEA, cuyo nombre se omite a petición del oficial.

Los reportes analizados establecen que tan cercana es la relación entre Éric Cisneros y el capo sucesor de Caro Quintero que las fuentes consultadas aseguran que, el pasado 14 de octubre, el número dos de Palacio de Gobierno acudió al municipio de Vega de Alatorre –se ha vuelto tan asiduo visitante de esa demarcación como López Obrador acude a Badiraguato, Sinaloa –a inaugurar un corredor turístico.

Más allá del evento, la visita, aseguran, resultó un pretexto clave para que Cisneros Burgos se reuniera con José Gil Quintero. El encuentro con el personaje del hampa tendría varios propósitos: analizar su situación en la zona, su protección institucional y hablar de proyectos a futuro: El secretario General de Gobierno de Cuitláhuac García aspira a ser gobernador de Veracruz en el 2024 y ya trabaja en ello, se afirma. Por esa razón es que las fuentes contactadas señalan que buscaría financiamiento de José Gil Caro, pues de no contar con el respaldo del presidente López Obrador –el gran elector dentro de Morena –al menos lograría un escaño en el Senado de la República. En cualquier caso, todo está por verse, pero el político veracruzano ya construye su andamiaje de complicidades desde la Secretaría de Gobierno, en las que están incluidos personajes del crimen, como lo muestra su relación con Gil Caro Quintero.

El vínculo entre Cisneros Burgos y el jefe del cártel de Caborca le ha valido al capo tener trato preferencial por parte del gobierno de Cuitláhuac García, a quien los informes de Guacamaya Leaks hackeados a la Secretaría de la Defensa Nacional también relacionan con miembros de la delincuencia organizada.

Eric Cisneros siempre busca cualquier pretexto para viajar a Vega de Alatorre y así estar cerca del feudo de Gil Caro Quintero. Incluso, a través de su canal “Orgullo Veracruzano” ha promovido a ese municipio con varios reportajes sobre sus atractivos turísticos, entre otros, su cocina tradicional.

Recientemente le dedicó un amplio reportaje a los quesos de La Reforma, una comunidad de Vega de Alatorre famosa desde hace varios años por esa especialidad; además, su página personal está saturada de menciones a Vega de Alatorre y destacan reseñas sobre sus frecuentes visitas a ese municipio, refugio del capo referido.

Y es que más allá del atractivo de los quesos y del corredor turístico hay un dato trascendente: cerca de La Reforma se ubica uno de los ranchos donde, de acuerdo con reportes de inteligencia, se refugia “El Pelos Chino”; desde ese punto sumido en la clandestinidad y bajo la protección oficial estaría operando el trasiego de drogas a gran escala, así como la violencia en buena parte del país.

Otros ranchos ubicados por la DEA y que también sirven de guarida para el sobrino de Rafael Caro Quintero han sido visualizados vía satélite: los informes señalan que están localizados en las demarcaciones de Juan Martín y Loma Bonita. Los predios no tienen nombre.

En Veracruz el capo goza de total impunidad. En contra de Gil Caro Quintero están prohibidos operativos, cateos y todo lo que pueda perturbar al empresario de la droga. En pocas palabras, el jefe de la organización que tiene su base en Sonora es intocable en Veracruz.

No es la primera vez que públicamente a Eric Cisneros se le vincula con la protección de grupos criminales. En enero de este año, en el corredor Isla-Cosamaloapan, fueron arrojados los cuerpos de varios presuntos operadores del crimen que formaban parte de un grupo contrario al cártel de Jalisco.

En el montón de cadáveres se dijo que estaba el de Eric Roco Aranda, presunto sobrino del secretario de Gobierno, quien antes de ser ejecutado (el dato de su muerte resultó falso) filmó un video en el que reveló cómo fue contactado por Eric Cisneros y la encomienda que le encargó.

Lo cierto es que Eric Roco Aranda nunca murió: Algunas semanas después de que se dio a conocer su falsa muerte la Fiscalía de Veracruz lo ubicó en Puebla y fue detenido. Cisneros Burgos dijo entonces, con sobrada arrogancia, que con la captura del presunto criminal se aclararía la calumnia de la que fue objeto. Hasta ahora sobre el caso sólo priva el silencio.

Aquel escándalo criminal tiene historia: El secuestro de veintitrés miembros de un cártel opositor al de Jalisco ocurrió a manos de sicarios del Cártel que encabeza Nemesio Oseguera, “El Mencho”. Los del cártel contrario fueron hincados con las manos detrás de la cabeza. También los identificaron como piezas de una organización criminal ligada a Eric Cisneros.

El presunto sobrino de Cisneros Burgos es conocido en la Cuenca del Papaloapan como “El Barbas”; operaba en demarcaciones como El Santuario, Otatitlán y en el video que filmó frente a sus enemigos del CJNG reconoció que su tío –Eric Cisneros –le encomendó ser vínculo con los del cártel de Sinaloa.