“La Güera no anda bien”

En la Mira Política

COLUMNA INVITADA

La frase cayó fuerte en una reunión donde el aire ya pesaba. No fue un evento ni una mesa de trabajo. Fue una de esas reuniones cerradas, de confianza, de complicida, entre quienes se conocen desde antes de los reflectores.

Ahí, entre platicas diversias y complicidades, Amado Cruz Malpica, actual alcalde de Coatzacoalcos, soltó las palabras que muchos pensaban, pero nadie imaginaba se atrevería decir:

“La Güera no anda bien…”

Así, directo, sin pausa.

En ese pequeño círculo, todos sabían a quién se refería. “La Güera” es Rocío Nahle, la gobernadora de Veracruz, y así le dice Amado desde hace casi dos décadas, cuando ambos militaban en el PRD y compartían algo más que proyectos: compartían causa, estrategia, y una amistad forjada en la adversidad.

La frase no era un juicio personal, sino político.
Lo que Cruz Malpica quiso decir, según quienes lo escucharon, es que Nahle anda dispersa, molesta, tensa. Que no está gobernando con la precisión que la caracteriza, como cuando fue Diputada o titular de la SENER.

Que su círculo más cercano ya no la contiene, y que las decisiones se toman con el hígado, no con la cabeza.

En esa reunión había de todo: leales que han resentido el nuevo estilo del poder, y operadores que se sienten marginados desde que Nahle llegó al Palacio.

Lo cierto es que Amado ya percibió el desgaste. La tensión con la prensa, las fracturas con aliados, la falta de rumbo político.

Y aunque entre Amado y Nahle han existido fricciones —algunas fuertes, otras discretas—, existe una relación de lealtad entre viejos camaradas.

Pero la frase quedó ahí, suspendida.

“La Güera no anda bien…”

Dicha en voz baja, pero con la fuerza de una advertencia. Porque cuando un aliado de tantos años lo dice, ya no es chisme: es diagnóstico.

Esa frase resuena como un presagio.