Seis migrantes de distintas nacionalidades fueron asesinados por militares durante un operativo en Chiapas.
Según la Sedena, los soldados “escucharon detonaciones” y abrieron fuego contra una camioneta de redilas.
Transportaban personas de origen egipcio, nepalí, cubano, hindú, pakistaní y árabe.
La justificación: confundieron a los migrantes con delincuentes porque iban en vehículos “similares a los usados por grupos criminales en la zona”.
Este lamentable incidente vuelve a poner en duda los protocolos de las Fuerzas Armadas y la militarización de la seguridad pública.