¡Rotundo fracaso! América y Monterrey, fuera de la liguilla

La más reciente edición del Clásico Capitalino trajo consigo una de las más grandes sorpresas del torneo. Después de haber estado prácticamente eliminados de la liguilla, los Pumas de la Universidad Nacional consiguieron eliminar al superlíder de la competencia, las Águilas del América, y además cortar una racha de partidos invictos de Santiago Solari en el Estadio Azteca. Si bien el funcionamiento general del equipo fue satisfactorio, el principal responsable de la aplastante victoria fue el defensor Alan Mozo.

El triunfo de los Pumas evidenció uno de los errores más frecuentes que ha demostrado el Club América en los últimos torneos. El desorden defensivo le cobró factura y permitieron una triada de goles que cayó con la misma fórmula. Un desborde veloz que superó a los defensores laterales, seguido de un centro efectivo al corazón del área y el remate eficaz del delantero que superó la marca endeble de la zaga de Coapa.

El panorama pintó conforme al pronóstico desde los primeros minutos del encuentro. El juez central marcó un penal a favor de las Águilas tras un intento de Roger Martínez por ingresar al área. El contacto derribó al jugador colombiano y Emmanuel Aguilera acudió para cobrar la pena máxima. Con un certero disparo, el argentino engañó a Alfredo Talavera y envió a su equipo arriba en el marcador.

La respuesta de los Pumas fue casi inmediata. Segundos después, el arco de Guillermo Ochoa tembló con un par de remates que impactaron en el travesaño. A pesar del fallo, no disminuyó el ímpetu de los visitantes. Al minuto 28, Alan Mozo superó la marca de Jorge Sánchez, quien le permitió enviar un centro al área. Ningún defensor se atrevió a desviarlo. El delantero Washington Corozo trató de hacer contacto, pero la trayectoria no se modificó y el balón se incrustó en el poste lateral.

El júbilo de los aficionados universitarios estalló en las gradas del Estadio Azteca. La zaga americanista, desconcertada, asimilaba la extraña trayectoria que tomó el balón mientras que los Pumas celebraron el empate con euforia. Aquel fue el momento anímico determinante en el encuentro, pues los auriazules no volvieron a perder las riendas hasta el final.

Ante el trámite, al equipo de Santiago Solari le convenía que finalizara la primera mitad. Sin embargo, durante la recta final, los universitarios atacaron al arco rival por el mismo sector y aumentaron la ventaja. En esta ocasión, de nueva cuenta, Alan Mozo superó al defensor rival y volvió a meter un centro peligroso al corazón del área. Ni Emmanuel Aguilera, así como tampoco Sebastián Cáceres hicieron por rechazar el servicio.

Gracias a su gran velocidad, Washington Corozo acudió oportunamente a los linderos del rectángulo pequeño y remató con fuerza y con dirección al césped. La cercanía le impidió a Guillermo Ochoa reaccionar oportunamente y se cumplió la única condición necesaria para que los de la UNAM sellaran su pase a la semifinal del encuentro. Así finalizaron los primeros 45 minutos.

Para la segunda mitad, Pumas determinó el ritmo del encuentro. La iniciativa de la tenencia de la pelota y generación de propuestas a la ofensiva pasó por los pies de los universitarios y Alan Mozo repitió la dosis. Al minuto 81, volvió a enviar un centro al área, el cual fue rematado por el brasileño Higor Meritao. De esa forma concretaron la faena.

A ojos de los expertos, el futbol mostró un acto de justicia con los Pumas. El equipo que jugó para ganar obtuvo el resultado en la balanza, mientras que la apuesta de Santiago Solari volvió a fallar en la liguilla. Contra todo pronóstico, Pumas jugará la semifinal y no descartará la posibilidad de disputar su segunda final en un año.

Atlas vs Monterrey

Atlas cobró venganza por sus eliminaciones pasadas. Durante la década pasada, en dos ocasiones se topó a Monterrey en la Liguilla y en ambas se impusieron los Rayados. Hoy la historia fue diferente, pues los Zorros sacaron ventaja de su posición en la tabla y, a pesar de que empataron 1-1los de Jalisco accedieron a las semifinales, fruto de su gran torneo.

Atlas sintió el aliento de su público y comenzó el partido con intensidad. Los Zorros lograron hacerse de la posesión del esférico y, al minuto 17, consiguieron que se marcara la pena máxima en su favor, gracias a un derribo que sufrió Luis Reyes. Inmediatamente, el goleador Julio Furch tomó el esférico, lo acomodó y nunca despegó la mirada del mismo. Con dos metros de carrera, golpeó el esférico y engañó a Esteban Andrada.

Este fue el noveno gol en instancias de liguilla par el delantero argentino. Asimismo, confirmó su importancia para el equipo de Jalisco, pues es su novena colaboración para contribuir en el marcador en lo que va del torneo.

La anotación fue muy importante para el equipo local, ya que como en este torneo se eliminó la regla del gol de visitante, obligó a Rayados a conseguir un mínimo de dos goles obligatorios para calificar. Por este motivo, después de que se agitaron las redes, el equipo de Javier Aguirre se hizo con el balón y buscó el empate. No lo lograron y el partido se fue 1-0 al medio tiempo.

La segunda parte comenzó con polémica. Apenas iban cinco minutos cuando el equipo de Monterrey le reprochó al árbitro un penal que no marcó por sancionar una falta anterior. El silvante no cedió y el juego siguió su rumbo. Con más ímpetu que calidad, el campeón de Concacaf buscó acortar la distancia para luchar su clasificación.

Las emociones explotaron cuando, en el minuto 72, el canterano Alfonso González consiguió el tanto del empate con un cabezazo en el área chica. Las ironías de la vida, Ponchito fue el encargado de darle vida a los Rayados, en el estadio que lo vio debutar como profesional. Tras el gol, el mexicano quedó tirado en el pasto por el choque de cabezas que sufrió después de rematar. El golpe no pasó a mayores. Con menos de quince minutos en el reloj, el equipo del Vasco se encontraba a un tanto de la clasificación.

El cierre fue dramático, se agregaron siete minutos. Atlas defendía con sus once jugadores, Monterrey se cansó de meter centros y que estos fueran rechazados. De esta manera, el equipo más caro de la Liga MX fue eliminado por el sublíder del torneo general.