• Tras detectar 52 mdp de daño patrimonial, informa la diputada federal Paola Tenorio que pedirá a la Auditoría Superior de la Federación una revisión al gasto del municipio.
• El actuar de la alcaldesa está muy alejado de los principios de Morena.
Dicta el refrán que “a cada capillita le llega su fiestecita”, y en el caso de San Andrés Tuxtla, no tarda en explotarle una bomba a la doctora María Elena Solana Calzada con toda la red de corrupción y complicidades que ha hecho en apenas dos años de administración; toda vez que el daño patrimonial reportado por el órgano de fiscalización del estado supera los 52 millones de pesos (mdp), a lo que se suma el hartazgo de la población por la escasez de agua en el municipio y por la existencia de servidores públicos sin perfil cuyo único mérito es ser amigos de los hijos de la alcaldesa.
Hace poco la diputada federal del distrito XIX, Paola Tenorio Adame, expresó públicamente su enojo con el gobierno municipal de San Andrés Tuxtla, y más con la doctora Elena Solana Calzada, por utilizar al partido Morena para cometer sus fechorías. Agregó que en ese instituto político no hay cabida para las corruptelas de la alcaldesa y sus hijos, porque sus pocas obras se les están cayendo a pedazos, hay baches por toda la ciudad, desabasto de agua y ley mordaza a los agentes municipales para que no digan algo o, de lo contrario, les quita el apoyo quincenal.
Bien dicen que “para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo”. Un claro ejemplo es la diputada Paola Tenorio, que está hecha con el pueblo y representa dignamente las siglas de Morena, transparente, que habla de frente y señala la corrupción, incluso cuando se trata de una persona que está muy alejada de la doctrina del Presidente de la República de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo, alguien que ha hecho todo lo contrario, aunque llegó al poder por el mismo partido.
Será interesante ver cómo la alcaldesa resuelve o intenta probar el destino de los más de 52 mdp detectados por el Orfis, ya que la ciudadanía estará muy atenta y es fiel testigo de la nula obra pública, de la falta de un plan integral para garantizar el agua a todo el municipio y de que al ayuntamiento llegan jovencitos (amigos de los hijos de la Presidenta) a cobrar su sueldo, sin desquitar ni un peso o mínimo sacar una copia para hacer la finta que sí chambean.
La legisladora Paola Tenorio ya dijo que hará lo que le corresponde e irá a la Auditoría Superior de la Federación para exigir una revisión minuciosa de cómo se están gastando los recursos en San Andrés Tuxtla. Porque mientras la gente lleva más de cuatro meses sin agua, se dice que en los terrenos de la alcaldesa lo que sobra es el vital líquido al contar con un venero, el cual, “por justicia social” debería cederlo al pueblo para aminorar la escasez.
Se ha escuchado que la ciudadanía ya está harta y que en breve le estarían yendo a reclamar al Palacio Municipal a Elena Solana su ineficaz papel como alcaldesa. Será momento de que la edil se ponga las pilas, se olvide del proceso electoral de 2024, deje de andar promoviendo con recursos públicos a personajes que aspiran a la gubernatura y que ilegalmente tapizaron el estado bajo el pretexto de un libro, del cual nadie sabe si de verdad existe.