IRREVERENTE
Por Andrés Timoteo
CANTO A LA INTELIGENCIA
Moctezuma fue a España y habló ante los reyes católicos. Pareciera un espejismo de la historia, pero es cierto, aunque se trata de otro mexicano que lleva como apellido el nombre de último emperador azteca. Es el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma quien ayer en Oviedo recibió el Premio Princesa de Asturias en Ciencias Sociales.
Se lo entregó una niña de 16 años, la infanta Leonor que lleva el título de Princesa de Asturias y es la heredera del rey Felipe VI. Estos premios que honran el estudio, la cultura, las artes, la ciencia, la solidaridad internacional y la memoria histórica, dijo el mexicano en su discurso, son un “canto a la inteligencia” al mismo tiempo que resaltó y defendió a las universidades y la academia porque siempre serán “espacios donde se cultiva el pensamiento y la razón”.
En medio de un mundo caótico, belicista, absorbido por la tecnología digital y la información instantánea que muchas veces está plagada de mentiras para manipular a la gente y crear escenarios ficticios que arrastran a las masas, escuchar a Matos Moctezuma y a los otros galardonados en Oviedo refuerza la convicción de que el futuro de la humanidad no depende de los tiktokers, youtuberos, feisbukeros, influencers y demás fauna cibernética que pretende sembrar la idea de que si algo no es viral, no existe.
Contra ellos -los que difunden la desinformación, la banalidad, lo fatuo y odian lo culto y alfabetizado- están siempre la razón documentada, el estudio, las artes y el pensamiento. La universidad y la lectura son el antídoto contra los que creen que hablar ante la cámara de un teléfono móvil, tener miles de seguidores y tal vez ganar mucho dinero con el contenido que crean, aun cuando éste sea de ínfima calidad y plagado de falacias, se puede sustituir la formación académica y el pensamiento cultivado. No y nunca.
En este escenario, el discurso del arqueólogo pareció un mensaje para los mexicanos que están viviendo un gobierno con pintas autoritarias y sumamente mentiroso, pero sus palabras aplican a cualquier otro régimen del orbe. Es tan universal y tan vigente que lo mismo valdría para México que para Rusia, Brasil, Estados Unidos, Italia, Israel, Turquía, Venezuela, Nicaragua, Argentina y otras naciones que padecen o han padecido populistas en el poder, sean de izquierda o de derecha.
“Penetrar en el pasado para traerlo al presente ha sido la labor que de manera constante he desempeñado a lo largo de mi vida. Esa moderna máquina del tiempo que es la arqueología fue el medio para lograr trasponer el tiempo mismo y llegar ante los pueblos que nos antecedieron en la historia.
Así, la historia y la arqueología nos llevan frente a las sociedades del pasado y nos muestran que muchas de ellas fueron creadoras de avances importantes y que, en su devenir, surgieron imperios y gobernantes poderosos que en su soberbia creyeron que serían eternos, pero no fue así.
La historia es implacable en sus juicios. No se puede pretender manipularla ni cometer el despropósito de tergiversarla. Mala consejera es la ignorancia que en muchas ocasiones lleva a la mentira. La historia la escriben los pueblos. Ellos son forjadores de futuros mejores”, expuso Matos Moctezuma en el Teatro Campoamor de la capital asturiana.
Ayer también fue galardonado un periodista, el polaco Adam Michnik, en la categoría de Comunicación y Humanidades 2022, quien hizo un llamado para estar alertas a las “señales preocupantes” sobre los gobernantes que hoy practican sin pudor alguno el populismo más agresivo, el nacionalismo y el autoritarismo.
«Es la práctica del desprecio expresado en el lenguaje de la izquierda y de la derecha totalitarias. Una agita banderas negras y la otras, rojas, y tratan de imponer una visión absurda de un mundo étnicamente puro o perfectamente igualitario», expresó. Todos ellos, sean de izquierda o de derecha, son iguales diezmando los valores esenciales para que una sociedad se asuma como benigna y que se pueden resumir en dos palabras: libertad y verdad.
En entrevistas previas a la premiación, Michnik afirmó que la cultura, especialmente las artes y las letras -y entre ellas el periodismo- son recursos para hacer frente a esos regímenes totalitarios que buscan dividir a las naciones en dos: los buenos y los malos, los puros y los impuros, los que son del pueblo y los que están contra el pueblo. Vaya, hasta parece que hablaba del lopezobradorismo mexicano. ¿Ya ven como el pensamiento documentado es universal? Las palabras del periodista polaco lo mismo se acomodan en México que en cualquier otro país gobernado por autócratas.
ABRAZOS EN SERIO
El expanista arrepentido y morenista de oportunidad, Manuel Espino reveló en un foro organizado por el Senado que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene una agenda de negociación con el crimen organizado -léase: los cárteles del narcotráfico-, que él mismo se ofreció a encabezarla como representante de una de las partes y que tiene la venia al menos del titular de la Secretaría de Gobernación, Adán Augusto López.
La revelación ocasionó polémica y López Obrador se apresuró a desmentirla alegando que no hay negociación alguna con la élite del hampa porque en este sexenio “hay división clara entre lo que es el gobierno y el crimen”. Vaya, si no se tuviera enfrente todo lo evidente que muestra lo contrario, si no se viera el favoritismo hacia el Cartel de Sinaloa, la liberación de Ovidio Guzmán o la operación electoral de los cárteles a favor de Morena, hasta se pudieran creer en las palabras presidenciales.
No es la primera vez que se revela el acercamiento de este gobierno con la mafia. El 20 de agosto del 2019, Olga Sánchez Cordero, entonces titular de Gobernación, lo dijo públicamente: “estamos dialogando ahorita con muchos grupos y de verdad nos han manifestado ya que no quieren seguir en esta violencia, que ellos quieren deponer las armas y quieren caminar hacia la paz».
Horas más tarde, ella misma se desmintió a través de la cuenta de Twitter de la dependencia, obligada y regañada por palacio nacional, y acusando a la prensa de distorsionar sus dichos. Pero Sánchez Cordero antes y Espino Barrientos hoy confirman que los abrazos para los criminales van en serio. Aunque dialoguen y acuerden en los oscuro, el resultado lo están viendo todos a plena luz.