IRREVERENTE
Por Andrés Timoteo
LA NOCHE DE TERROR
En Veracruz no hace falta la presencia de Jason Voorhees, Freddy Krueger, Jack El Destripador o Norman Bates ni cualquier otro asesino serial cuyas víctimas son, en su mayoría, mujeres. Y no se les requiere en la entidad pues acá las féminas tienen a sus propios exterminadores de miedo y que además son mucho más prolíficos que los orates matones que salen en las películas.
Acá, según las estadísticas, los asesinos de mujeres se cobran dos víctimas a la semana y tan solo en este 2022 han matado a ochenta. De acuerdo con el reporte más reciente del Observatorio Universitario de Violencias Contra las Mujeres (OVCVM) hasta septiembre se habían acumulado 68 feminicidios en Veracruz, aunque en octubre se habría superado el promedio mensual que era de ocho casos.
Considerando lo aparecido en la prensa, durante el mes anterior habrían sido asesinadas doce mujeres para hacer un total de 80 en los diez meses que van del 2022. Es decir que hubo un incremento de casi un tercio en la incidencia de ese delito durante octubre. Ya prácticamente se igualó la cifra mortal alcanzada en el 2021 que fueron 83 asesinatos por odio de género, y como todavía faltan dos meses para que concluya el año, la entidad romperá récord de feminicidios en este año.
El terror adicional lo ponen las autoridades pues el 98 por ciento de los crímenes contra la población femenina termina con impunidad para los feminicidas. La Fiscalía General del estado no hace su tarea de procurar justicia, el Poder Judicial no castiga a los asesinos y la Secretaría de Seguridad Pública no previene el delito ni mucho menos atrapa a los responsables. Todo un círculo vicioso en detrimento de las mujeres veracruzanas que viven una larga noche de terror.
Mientras tanto, ¿qué hace el gobernante en turno, Cuitláhuac García responsable del bienestar de toda la población, incluyendo a las féminas? Bailando en el Xantolo de la Huasteca. ¿Y el secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros, de cuya oficina depende el Instituto Veracruzano de las Mujeres (IVM) y el Centro de Justicia para las Mujeres? Lo mismo en la pachanga huasteca al igual que la fiscala Hernández quien se pinta la cara y se disfraza de catrina para el jolgorio por la Fiesta de los Muertos.
¿Y las muertas por los feminicidios? Que se esperen, primero es el convite. Desde el pasado fin de semana, García Jiménez y sus funcionarios iniciaron la gira de la pachanga por el norte de Veracruz dejando botadas sus oficinas y sus responsabilidades, entre ellas la seguridad y el combate a la delincuencia. Bueno, aun despachando en Jalapa nunca han atendido la situación, pero ahora a esa desidia le agregan música, cabalgatas, comilonas y zapateado.
Cierto, en los gobiernos anteriores no se hizo mucho para combatir los feminicidios, pero en el presente la inacción e indolencia han alcanzado niveles supremos. Veracruz está lleno de cadáveres dejados por los feminicidas quienes viven, a su vez, una noche sexenal dorada. Los matones de la vida real pueden hacer lo que quieran pues no hay autoridad que se ocupe de ellos, quienes deberían combatirlos andan en la francachela.
ANTI-OFRENDAS
Que la muerte nos alcance cuando la vida decida que termine, pero no por la violencia machista», se lee en un altar de Todos los Santos que en Orizaba colocaron las integrantes de la agrupación feminista Marea Verde quienes también acusan que los que están a cargo del gobierno practican el “cómodo silencio” ante la tragedia que viven las mujeres veracruzanas.
En el parque Apolinar Castillo se levantó lo que ellas llaman “Anti-ofrenda” que es una forma de protestar anclada en el folclor por la fiesta de los difuntos. El algo parecido a las “Anti-monumentas” que son símbolos colocados en plazas “públicas para recordar los feminicidios -regularmente es el ideograma del sexo femenino, un circulo con una pequeña cruz adherida -.
Al igual que en Orizaba, en el norte y sur de la entidad las organizaciones feministas colocaron las “Anti-ofrendas” y en todos los lugares el reclamo es el mismo: falta de justicia, impunidad para los agresores, desidia de las autoridades para prevenir y abatir la violencia contra las mujeres, y el colmo es que en algunos casos el ministerio público y los jueces han maniobrado para proteger a los feminicidas. El mundo al revés.
UN SISTEMA DE MACHOS
Por cierto, desde el 2017 cuando se emitió la Ley de Víctimas para el estado de Veracruz, impulsada por el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes, se ordenó la creación del Sistema Estatal de Atención a Víctimas que está constituido por todas las entidades públicas del gobierno -entiéndase secretarías de despacho y organismos autónomos – así como agrupaciones privadas, o sea que deberían estar representadas las organizaciones no gubernamentales, cosa que no sucede.
Este sistema está comandado por la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención Integral a Víctimas (CEEAIV) que es un ‘elefante blanco’. Ni siquiera convoca a sesiones ni atiende a las víctimas, y ni mucho menos cuando éstas son mujeres. Pero el propio organigrama de la comisión delata que todo el sistema es machista pues de los seis integrantes de la misma solo dos son mujeres.
En los sillones de la CEEAIV se sientan, en primer lugar el gobernante García Jiménez, en segundo lugar, el secretario de Gobierno, Cisneros Burgos. Luego, el representante del Poder Legislativo, que es el presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Gómez -¡oh paradoja!, ese mismo que le robó la curul a una mujer pozarricense y ejerció violencia de género contra ella y otras féminas que se le han atravesado en su negocios, su actual víctima es Delia González, la titular del Orfis sobre la que desató un rafagueo mediático -.
También está el presidente de la misma CEEAIV, un tal Christian Carrillo, y los dos últimos asientos se los dejaron a las mujeres. Una para la presidenta del Poder Judicial, Isabel Romero y el otra para la titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Namiko Matzumoto, que de las dos no se hace una para defender a las víctimas mujeres. Ambas señoras son meros adornos decorativos pues avalan y hasta aplauden lo que dicen y lo que no hacen los funcionarios machos. Así simplemente no se puede.