IRREVERENTE
Por Andrés Timoteo
AJA SIN VELADORAS
No hubo ‘hermanazo’ en la sucesión del Poder Judicial de la entidad. Finalmente y ‘haiga sido como haiga sido’ -diría el inefable Felipe Calderón – el gobernante en turno Cuitláhuac García no pudo acomodar a su parienta Ailett García Cayetano en la presidencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) como originalmente tenía planeado y eso ya es ganancia. La elección recayó en Aurelia Jiménez Aguirre (AJA) quien, por lo menos, tiene una mejor currícula que la pariente de García Jiménez.
La mácula de origen, aunque esto quede en segundo término dado el pronóstico que se tenía, es que la magistrada Jiménez Aguirre prometió seguir la línea de sus dos antecesoras, Sofía Martínez e Isabel Romero, de mantener sometido el Poder Judicial al Ejecutivo. Y peor aún, hizo un pronunciamiento totalmente partidista al asegurar que los lineamientos de la “cuarta transformación” serán su farola para dirigir el sistema judicial. ¿Cómo confiar en una juez que hace un juramento partidista?
Entonces, nada cambiará en la forma de impartir -o esconder- justicia para los veracruzanos. Los jueces y los procesos judiciales continuarán a contentillo del ocupante de palacio de gobierno y para satisfacer objetivos político-partidistas. Por eso tampoco los presos políticos que hay en las cárceles veracruzanas a base de expedientes forzados y delitos fabricados debe tener esperanzas en la nueva presidenta del Poder Judicial.
Los perredistas Rogelio Franco y Gregorio Gómez y los panistas Tito Delfín y Nicolás Ruíz, por citar cuatro de ellos, seguirán en prisión mientras sus expedientes se desahoguen en juzgados locales y lo mismo para los otros 2 mil detenidos por el ya desaparecido delito de “ultrajes a la autoridad” pues a pesar de que este ya no existe en el código penal continúan como reos porque les cargaron otros ilícitos sacados de la vaporera. Nadie le prenda veladoras a Aurelia Jiménez, pues.
‘DESCORCHOLATADA’
Cada interesado lo interpretó a conveniencia. Unos, los malquerientes de la funcionaria, aseguran que el presidente Andrés Manuel López Obrador descartó ayer a la zacatecana Rocío Nahle como candidata del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a la gubernatura de Veracruz en el 2024. Sus apologistas sostienen que, al contrario, el mandatario resaltó su desempeño como encargada de la construcción de la refinería Dos Bocas en Tabasco, y eso la hace ganar altura en sus pretensiones a futuro.
Y los moderados afirman que López Obrador se mostró cauteloso en cuanto a inclinarse por alguna opción y se salió por la tangente al dejar todo a las encuestas de popularidad con la que se elegirán a los abanderados guindas para los comicios venideros. Sin embargo, todos saben que el único encuestador válido será él. Su dedo designará a quien sucederá a García Jiménez en el gobierno estatal. Lo demás es mera simulación.
La lectura más imparcial sobre lo dicho por López Obrador en su visita al puerto de Veracruz donde le preguntaron si respalda a la zacatecana para el 2024 es que a diferencia de lo que hizo a nivel nacional con Claudia Sheinbaum quien abiertamente le ha dado su respaldo y avala que se dedique a una precampaña anticipada, a nivel estatal literalmente “descorcholatizó” a la zacatecana Nahle.
Otra comparación es con Delfina Gómez, la exsecretaria de Educación a quien también López Obrador encarriló desde meses atrás para ser la candidata por la gubernatura del Estado de México y muy anticipadamente la liberó del gabinete para nombrarla como responsable de los “comités de defensa de la cuarta transformación” en la entidad mexiquense, cargo que no es otra cosa que la designación anticipada de su postulación electoral.
¿Por qué no ha hecho lo mismo con Nahle? En contraparte, ayer dijo -palabras más, palabras menos – que ella está ocupada en Dos Bocas y por eso no frecuenta Veracruz. Eso bastó para que muchos lanzaran campanas al vuelo celebrado un virtual descarte electoral de la zacatecana. Pero no es así, no cabe una interpretación tan forzada. Tal vez se pueda leer que la candidatura de Nahle dependerá del éxito en Dos Bocas, de su terminación en el 2023 como es la promesa presidencial.
Pero los dichos del tabasqueño sí pueden entenderse como un golpe para el gobernante local, García Jiménez, primer matraquero de Nahle y el resto de sus promotores porque no hubo un aval abierto hacia la zacatecana y lo peor -para ellos- es que dejó abierta la posibilidad de que Morena pueda tener otro candidato a designar en Veracruz.
Y allí todos voltean a ver al minanteco Sergio Gutiérrez Luna quien lleva meses trabajando la plaza para medirse en los sondeos demoscópicos. En resumen, ni le cerró el paso a Gutiérrez Luna ni cerró filas con Nahle García, tal es la lectura final de lo dicho ayer por el presidente. Le pongan o le quiten adornos interpretativos, eso es una mala noticia para la casta cuitlahuista que pregona el bulo de que “Veracruz ya tiene dueña”. Risas.
¡EXPLOSIVOS NO!
En un texto anterior se habló sobre el inicio del diciembre religioso, el mes de las peregrinaciones guadalupanas. En este tópico hay que agregar, o más bien reiterar o, mejor dicho, demandar, a los organizadores de las mismas que no es necesario usar explosivos sonoros para honrar a la Patrona del Tepeyac. Que la fiesta sea sin cohetes estridentes que dañan a muchos seres vivos.
Los animales domésticos y salvajes -especialmente los perros y las aves- resienten de forma grave los elevados decibelios, pero lo mismo las personas con determinadas condiciones en su salud: los enfermos cardíacos, los hipertensos, los bebés y quienes están en el TEA – trastornos del espectro autista- sufren y pueden presentar crisis a causa de la pirotecnia auditiva.
La alternativa es la pirotecnia de color que en mucho más bella y sin ruido. A La Guadalupana hay que hacerle bulla: rezarle, cantarle, bailarle, echarle porras y dedicarle música, pero no explotarle cohetes que hacen padecer a sus hijos, “los más pequeños”, como ella misma dijo. Así que el recado para todos los rezanderos, sacerdotes, monjas, acomedidos y demás persignados que organizan la fiesta a la Virgen de Guadalupe es que: ¡por favor no truenen explosivos! Eso no es de Dios.