T   E   X   T   O

IRREVERENTE

Por Andrés Timoteo

MAÑANA SERÁN BALAS

No fue algo inocente sino una advertencia tácita. En Sayula de Alemán, algunas decenas de pobladores bloquearon el fin de semana la carretera federal Acayucan -Salina Cruz en exigencia para que se libere al extesorero Rafael González Cárdenas, el primero de una banda de maleantes que cae en manos de la justicia. Es verdad, sus familiares y amigos tienen todo el derecho de pedir su liberación o, por lo menos, que sea sujeto a un juicio con todas las garantías que la ley establece.

Cierto también que tienen el derecho a reclamar que se le reconozca la presunción de inocencia. Por supuesto que pueden gritar consignas y acusaciones. Sin embargo, lo peligroso fue la piñata en forma de burro y con una fotografía anexada de la alcaldesa Lorena Sánchez. Y, ¿qué tiene de malo un monigote de papel para burlarse de la funcionaria?, se preguntaría el lector.

Lo malo es la advertencia exhibida: a la piñata la apalearon hasta destrozarla. Si se revisan los videos que circularon en las redes sociales,  lo hicieron con una rabia enconada. ¿Cuánto faltará para que esa paliza no sea sobre un muñeco de papel sino sobre la persona de la edil?  Tendrán razón aquellos que aleguen que durante mucho tiempo se han apaleado piñatas de políticos odiados. 

Nadie olvide que allá  por el 2015, por ejemplo, por todos lados colgaban en las calles piñatas de Javier Duarte, algunas con su cara y el cuerpo de un cerdo, y a todas las agarraban a palos. Lo odiaban y lo escarmentaban a garrotazos. Y así otros políticos. Pero una cosa apalear a esos repudiados fuera de Sayula y otra hacerlo ahí dentro.

En ese municipio domina una mafia caciquil con las peores prácticas para doblegar a las autoridades y controlar el ayuntamiento, para robarse el dinero público. Para nadie es secreta la identidad de quien está costeando las movilizaciones de protesta a favor de González Cárdenas mismas que de genuinas no tienen nada.

Esa mano negra y delictiva que opera en el trasfondo tarde o temprano ordenará a sus huestes que los palos a una piñata se conviertan en ‘guamazos’ a las personas, o peor que esos mismos palos se transformen en balas o en cuchillos,como le gusta al cacique perverso. Hoy son palos divertidos, mañana podrían ser balazos mortales. Por eso las autoridades estatales deberán apurarse en desmantelar esa mafia que aterroriza a Sayula de Alemán.

Por eso también es necesario que la Fiscalía General haga un trabajo incuestionable en las carpetas de investigación para que los señalamientos no se caigan al llegar a los juzgados. Es urgen que vaya por todos los maleantes que asolan al municipio, que descabecen la banda caciquil y que a todos los sometan a los tribunales, no atropellando sus derechos ni inventando delitos, sino para que sean juzgados por lo que hicieron. ¡Y vaya que sobran iniquidades para castigarlos!

Urgente también es que el secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros se deje de juegos de palabras y vencidas pueriles con los que lo critican y lo acusan de ‘fabricar’ acusaciones y llevar a la cárcel a presos políticos, para que se aboque a restablecer la gobernabilidad en Sayula de Alemán, que se respeten las instituciones y a las autoridades electas constitucionalmente. Y sobre todo garantizar que los lugareños vivan en paz, sin temor a que el cacique sanguinario vaya a por ellos.

En pocas palabras, que el funcionario deje de parlotear y se ponga a trabajar. Que no distraiga con sus andanzas en moto o  sus patines y pistas de hielo y demás baratijas que intenta vender como logros de gobierno. Que haga su trabajo  que para eso se le paga y muy bien. A Cuitláhuac García no se le recomienda nada porque ya se le dijo al que gobierna de facto, o sea a Cisneros Burgos.

EL PLAN “B/B/V”

El consejero del INE, Ciro Murayama dijo hace unos días que  las reformas a leyes electorales secundarias que el presidente Andrés Manuel López Obrador envió al Poder Legislativo luego de que no prosperaron las modificaciones constitucionales en la materia, no eran el “Plan B”, como lo llamó el propio tabasqueño, sino el “Plan V” de venganza. Que trataría de hacer el mayor daño posible al árbitro comicial cambiando esos reglamentos secundarios.

Al paso de los días todos se dieron cuenta que tampoco era el “Plan V” de venganza sino de vergüenza. Sí, lo que redactaron los jurídicos de palacio nacional terminó en pifia. Acomodaron artículos que son claramente inconstitucionales, al menos 70, y así lo enviaron a San Lázaro, ¡y así lo aprobaron los diputados orejones! Sin leer el texto, sin reparar en que estaban votando algo ilegal, sin cambiarle una sola coma.

Entres esos diputados que son una cruza de burros y borregos destacan los que con su ignorancia supina hicieron fiesta porque habían esas iniciativas que ni siquiera leyeron: Ahí está, por ejemplo, la compeña Rosa Hernández Espejo, quien si bien nunca ha sido una lumbrera en eso de pensar y conducirse con ética, trató de engañar a los porteños diciendo que eran cambios inigualables. La tipa no tiene medida en eso de mentir.

Otro fue el jalapeño Rafael Hernández Villalpando que fue rector de la UVy ni por ese antecdente académico leyó lo que avaló o Claudia Tello que se dice maestra. Así votaron todos los diputados federales originarios de Veracruz  que militan en Morena y el PVEM. No son analfabetas porque saben leer y escribir, sino unos flojonazos que no lo hacen. Votaron a ciegas y en manada. Por eso, el mote que más le acomoda a esas reformas legales es el “Plan B/B/V” de burros, borregos y vengativos. Risas.

¿Se acuerdan que en la 57 legislatura federal sucedió algo similar pues los diputados priistas y panistas  votaron las reformas educativa, laboral y energética de Enrique Peña Nieto sin ni siquiera leer su contenido? La diferencia es que los que las propusieron por lo menos cuidaban las formas, velaban por no enviar textos inconstitucionales.

Hoy, los morenistas ni siquiera eso simulan y en borregada los votan sin chistar.  Violan la ley y ni siquiera se ruborizan, son cochinos y trompudos, como dicen en el rancho. En aquella legislatura del 2012 al 2015, los únicos que no votaban a ciegas porque leían y revisan las iniciativas peñistas fueron los perredistas Uriel Flores, Yazmín Copete y Antonio León Mendívil. Que nadie lo olvide.