IRREVERENTE
Por Andrés Timoteo
ANDAN DE RUMBA
Recomendaciones a los veracruzanos para estos días: no se enferme pues nadie lo va atender en hospitales públicos -de por sí no hay médicos ni medicamentos-, que no lo desaparezcan pues nadie lo va a buscar – aunque de por sí no lo hacen -, que no lo extorsionen pues será lo mismo, ni le van a creer ni van a ir tras los extorsionadores. Igualmente si lo asaltan, amenazan, secuestran o matan. Ah y que no necesite algún trámite oficial pues todos en el gobierno estatal están en la pachanga.
De hecho ya la administración pública se cerró y todos andan en la fiesta comenzando por el gobernante en turno, Cuitláhuac García que lo mismo canta La Rama que organiza Posadas con sus allegados -ayer fue con los reporteros orgánicos de la fuente “cuicarística”, dirían los burlones -, mientras que el secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros, anda disfrazado de Rey Mago simulando que reparte obsequios.
Los ociosos lo apodan “Malhechor”, en lugar de Melchor, aunque otros dicen es que es “Va-Asaltar”, la modificación de Baltazar, que son los dos personajes a los que históricamente se les identifica como los sabios de piel oscura que vinieron de Oriente para adorar al Niño Dios. La versión ‘huehuenche’ que se pasea en Jalapa ni adora a Jesús Niño ni observa los mandamientos bíblicos ni mucho menos es sabio, pero sí muy rico -sobre todo desde que entró al gabinete-. Quizás por esto último el sobrenombre de Rey le pudiera acomodar. Risas.
¿Y la fiscala Verónica Hernández? Pues anda en la misma francachela adelantada en lugar de atender las carpetas de investigación y velar porque los veracruzanos tengan acceso a la justicia. En estos días a la señora se le ha visto en cuánta fiesta organizan en el gobierno estatal. Lo mismo se pone unos patines para inaugurar las pistas de hielo que asiste de botas a la rodilla a Las Posadas de palacio. Hagan una apuesta: a que la fiscala se sabe más los villancicos que el código penal.
Todos en el gobierno cuitlahuista están en la farra y dejaron tirada la administración. Si nada se movió durante el año, ahora mucho menos. No importa que haya balaceras, un tiradero de “ejecutados”, la matazón de políticos, niños agonizando de cáncer, varios feminicidios diariamente, desaparecidos por doquier y en general un rosario de víctimas de la violencia y de la pobreza, ellos están de fiesta, andan en la rumba como si no tuvieran nada qué hacer.
ÁRBOLES VERGONZANTES
Y mientras el gobernante en turno canta “Naranjas y limas, limas y limones” y la fiscala Hernández hace piruetas en las pistas de hielo que inaugura Cisneros Burgos, llegó el momento para cientos de madres veracruzanas de instalar los llamados Árboles del Dolor, pinos navideños que en lugar de las esferas tradicionales portan las fotografías de las personas ausentes. Y cada año crece el número de esas esferas de la ausencia.
Es más, en Jalapa además de colocar el Árbol del Dolor en la plaza Regina, antes Sebastian Lerdo, también colgarán esas fotos en la araucaria más grande del parque Benito Juárez pues ya no alcanza un solo pino para tanto desaparecido. En el puerto de Veracruz otro colectivo también colocó un “Árbol del Dolor”, pero acá se dio un hecho reprobable pues el ayuntamiento les negó el permiso para hacerlo.
¿Ven la magnitud de la indolencia? Quién le niega el espacio a las madres que buscan a sus hijos desparecidos. Solo las almas de piedra. Sin embargo, aún así las integrantes del colectivo de búsqueda lo hicieron, instalaron el Árbol del Dolor en la Plaza de Armas, y ahora solo deberán estar atentas para correr cuando en la alcaldía les eche a los policías para desalojarlas a macanazos como hicieron hace poco con los vendedores ambulantes del malecón. Así son ellos, los indolentes.
Tanto en Jalapa como en el puerto la evaluación del año para las madres buscadoras es idéntica, todas coinciden en que el gobierno estatal está cerrado al diálogo con ellas, la fiscala no las recibe y ni las ve ni las oye, la Comisión de Búsqueda es un cacharro inservible, no se investiga, no se busca, no se procesa con eficiencia las fosas clandestinas halladas, no hay avances en miles de expedientes y a veces ni siquiera los ministerios públicos quieren recibir las denuncias.
Las madres buscadoras pueden dar el mejor balance de la famosa “Declaratoria de Programa Emergente por Crisis de Violaciones de Derechos Humanos en Materia de Desaparición de Personas en Veracruz” que emitió García Jiménez el primero de diciembre del 2018 como primer acto oficial al tomar posesión del cargo. Vaya desperdicio de palabras, esa declaratoria tiene un nombre kilométrico con 19 palabras en una sola frase. Y las madres buscadoras solo necesitan una palabra para informar sobre su resultado: Nada.
¿Cuántos desaparecidos hay Veracruz? La cifra reconocida por los colectivos era de 7 mil 275 hasta septiembre pasado, pero los datos extraoficiales apuntan a que serían más de doble, alrededor de 17 mil personas. En el 2021, 599 personas se extraviaron, casi dos diarias pero en este 2022 se va a romper récord pues la contabilidad ya rebasa los 680 ausentes, y todavía no termina el año. Hay vaticinios de que serán más de 700 desaparecidos.
En promedio, en cada uno de los cuatro años del gobierno cuitlahuista se han agregado unos 500 desaparecidos en la lista, entonces de esos 7 mil 275 ausentes 2 mil corresponden al periodo de la “cuarta transformación” que no hizo nada por detener esta tragedia humanitaria. Por eso los Árboles del Dolor no paran de crecer cada Navidad.
Para las madres buscadoras son un símbolos de resistencia y memoria. Instalarlos es un acto para no olvidar ni cejar en el rastreo de pistas a fin de hallar a sus seres queridos, y un llamado a la sociedad para dejar la indiferencia y respaldar su búsqueda. Para los que están en el gobierno son “árboles de la vergüenza” porque mientras más abunden, ellos y sus esferas con fotografías de las víctimas de desaparición forzada, más enorme es la vileza que cargan esos que fueron elegidos como representantes populares y resultaron fallidos y farsantes. Eso sí, a estos caraduras no les importa y están dados a la rumba navideña.