ANDRÉS TIMOTEO
¡FUIMOS TODAS!
Lo volvieron a hacer. Miles llenaron calles y plazas del país en el Día Internacional de la Mujer. No las frenaron ni las vallas que pusieron en palacio nacional ni los policía con sus toletes, escudos y bombas de gas lacrimógeno. En la Ciudad de México fue la movilización más multitudinaria, aunque hubo en todas las ciudades incluyendo las veracruzanas, a pesar de que el tabasqueño, Andrés Manuel López Obrador y sus huestes las criminalizaron ‘a priori’ y las refrendaron como enemigas de la patria.
Ayer en la movilización de la capital del país, las feministas acuñaron otra frase genial al derribar algunas vallas y pintar exigencias en los muros de los edificios: “¡Fuimos todas, fuimos todas!”, lanzaron ante quienes buscan responsables del acto. Cuatro palabras tan ilustrativas y pedagógicas en el terreno de la resistencia como aquella frase del año pasado: “¡Somos malas, podemos ser peores!”
En Jalapa, las mujeres corearon otra frase magnifica, “¡Primero las mujeres y luego las paredes!”, que resume en buena parte cómo atiende el Estado, léase el gobierno en sus tres niveles -federal, estatal y municipal- el asunto de la violencia de género y la ola de feminicidios que tienen a Veracruz como el segundo estado más mortífero para las mujeres.
No las detuvieron ni los policías del misógino Cuitláhuac García con los cuales se encararon a empellones ni el gas pimienta que les arrojaron desde el interior del templo “El Beaterio” donde detuvieron su marcha para protestar contra la Iglesia Católica, su represora histórica.
Si bien las manifestantes corrieron al inicio después regresaron a martillar el portón y hacer pintas con aerosol. Ayer hubo dos agresiones simbólicas, casi eternas en la lucha por los derechos feministas: las del gobierno con sus vallas y policías, y las de la Iglesia Católica con sus puertas cerradas y ahora con sus líquidos irritantes. “¡Saquen sus rosarios de mis ovarios!, les gritaron los beatos del Beaterio.
En el puerto de Veracruz sentaron en la Plaza de la Soberanía un monigote con el rostro de Marlon Botas feminicida de Montserrat Bendimes, pero él es tan solo uno de los rostros íconos de esa casta de agresores de mujeres y emblema de la impunidad otorgada desde la Fiscalía del estado.
Nadie lo olvide, otros dos agresores de mujeres son políticos, también muy simbólicos: Patrocinio Cisneros, el secretario de Gobierno amenazador y hostigador de féminas tanto de la oposición como de su propio partido, y Javier Gómez Cazarín quien le robó la curul a la pozariccense Josefina Barroso a la que mandó a amenazar en varias ocasiones. A ellos también deberían hacerles monigotes y sentarlos en la vía pública para que todos sepan de su talante frente a las mujeres.
EL VOCERO DE ORO
¿Sabían que el ayuntamiento de Córdoba tiene un vocero de oro? Sí, Ramón Mendez López estaría ganando más que el propio alcalde Juan Martínez Flores y los regidores. De acuerdo a los trascendidos en los corrillos palaciegos, el vocero municipal recibe mensualmente 103 mil pesos aun cuando su salario fijado en la nómina sería de alrededor de 46 mil pesos. Ahí nada más para que se retuerzan de la envidia los voceros municipales de la conurbación Veracruz-Boca del Río y los de la capital del estado.
El presidente municipal gana 55 mil 570 pesos al mes, es decir 30 mil pesos menos de los que cobraba su antecesora, López Landero cuyo salario era de 85 mil pesos mientras que los regidores. A ambos superó Méndez López. Obviamente también a los regidores que tienen emolumentos por 35 mil pesos mensuales. Es más, los triplica.
¿Tanto vale el vocero municipal? Algunos dicen que esos 103 mil pesos incluyen los servicios de su página digital, “Radar-es Noticia” -que fundó, según los díceres, con financiamiento del expanista Gerardo Buganza Salmerón cuando despachaba en la Secretaría de Gobierno con Javier Duarte -y otros que también incluyen los bonos por hacerle la grilla a la síndica Vania López, socia del exvocero de la legislatura, Aldo Valeriano y sobrina política del secretario de Educación, Zenyanzen Escobar, con quien está enfrentado en cuestiones de comunicación social.
Y, sorpréndanse, con tal salario el vocero municipal de Córdoba dobletea al propio gobernante estatal, Cuitláhuac García quien tiene un sueldo mensual de 58 mil 800 pesos. Se repite la pregunta: ¿tanto el vale el vocero martinista?, ¿pues qué hace ya que la imagen pública el edil y su cabildo están en la precariedad?
CON MELÓN Y CON SANDÍA
Continuando con el tópico voceril, el veraruzano-guatemalteco Carlos Omar Barranco ya funge como uno de los voceros en el gobierno de la panista María Eugenia Campos de Chihuahua. La Coordinación de Comunicación Social de aquella entidad está dividida en direcciones por regiones y a Barranco le asignaron la zona norte desde el pasado 15 de enero.
Curioso y aleccionador asunto, los Barranco no les hacen fuchi a nada. Byron, su hermano, es un cantautor que primero se lanzaba contra el priismo. “No votes por el PRI”, dice una de sus canciones llamada “Son de hilaridad”, luego se volvió apologista del innombrable y vivió como rey a costa de crearle loas. En ese mismo sexenio de la fidelidad, del 2004 al 2010, su hermano Carlos Omar también ocupó algunos cargos públicos gracias a las influencias del carnal.
Luego, el músico se subió a la locomotora del lopezobradorismo y se convirtió en el compositor del himno del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y además de que fue el amenizador en las giras proselitistas de Lóperz Obrador. Y ahí sigue como panegirista musical del régimen y del partido de Estado. Lo anterior a pesar de que lo han tratado con la punta del pie pues en el 2018 quiso ser candidato a la diputación federal por Boca del Río y lo batearon los mismos morenistas.
Ahora, los hermanos Barranco están trepados al proyecto panista chihuahuense Maru Campos en Chihuahua. Bueno, más bien tienen un pie en la banqueta marrón y el otro en la azul. Están con melón y con sandía mientras deje dividendos. Lo suyo no es cuestión de ideología ni de convicción democrática. ¡Listillos desde chiquillos!