ANDRÉS TIMOTEO
AMPARO VIRGINAL
Si evaden los recovecos legales que buscará el gobierno cuitlahuista para retenerlo tras las rejas antes de que llegue la primavera, Juan Manuel del Río Virgen, secretario técnico del Senado estará libre antes de la primavera pues un juez de distrito le otorgo un amparo que desecha la acusación de ser el autor intelectual del homicidio de Remigio Tovar, candidato del Partido Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Cazones de Herrera en los comicios pasados.
La protección legal es para que el juzgador local, dependiente de la siempre servil Isabel Romero Cruz, presidenta del Tribunal Superior de Justicia del estado, rectifique la sentencia emitida que lo vinculó al proceso penal y le abra las rejas. No es un amparo liso y llano como lo llaman los abogados porque no lo libera de inmediato sino que da un plazo de diez días para la audiencia y en ese lapso la Fiscalía cuitlahuista podría apelar la decisión y llevarla a un tribunal de circuito.
Todo indica que así será pues la liberación de Del Río Virgen es un golpe para el gobierno de Cuitláhuac García al que le desbarata la narrativa legaloide con la cual lo detuvo y lo mantuvo en la cárcel desde el 22 de diciembre pasado. Ese amparo es, eso sí, otro acumulado en las pifias de su administración y especialmente una afrenta a su segundo de a bordo, Patrocinio Cisneros, el secretario de Gobierno, el responsable de todo este borlote que le ha salido bastante caro a García Jiménez.
Ahora se sabe que todo el tinglado judicial contra Del Río fue idea de Cisneros Burgos quien intentó escarmentar al funcionario legislativo pues fue él quien acercó al zacatecano Ricardo Monreal con los padres de los seis jóvenes jalapeños que fueron detenidos por la policía estatal en septiembre y estuvieron tres meses en prisión acusados por el ahora derogado delito de “ultrajes a la autoridad”. Si no hubiera sido por él, Monreal no se hubiese involucrado y exhibido al gobierno veracruzano.
Todo el caso es como una novela político-policíaca pero con argumentos muy chafas. Y la detonó un funcionario muy menor pero muy cercano a Patrocinio Cisneros que se llama Jorge Alberto Chávez, su secretario particular, el que el 8 de septiembre llamó a los policías para que detuvieran a los seis jóvenes en una plaza comercial de Jalapa donde lo confrontaron.
Los muchachos reconocieron a Chávez en un restaurante y le reclamaron porque días anteriores fue el responsable de un percance automovilístico y se negaba a pagar los daños. Henchido de poder por ser el operador de Patrocinio Cisneros, este tipo pidió la presencia de los uniformados y ahí se armó toda la mentira de que lo intentaban secuestrar y que con navajas agredieron a los policías. Todo fue inventado por la gente del neoleonés Hugo Gutiérrez y de la fiscala Verónica Hernández, obedecedora de Cisneros Burgos.
¿Tanto vale el tal Chávez para que se escalara a ese nivel de confrontación entre el gobierno estatal y el Senado?, ¿Fue necesario sostener con mentiras y hasta con encarcelamientos a modo ese conflicto para castigar a los que le cobraron los daños a ese tipo y a quienes los defendieron?, ¿para que el asunto llegará a “La Mañanera” del presidente y hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)? Es un todo un caso para la araña panteonera.
Hay versiones de que Jorge Chávez es quien lleva parte de los negocios sucios de Patrocinio Cisneros en la Secretaría de Gobierno, que es uno de los encargados de amenazar y extorsionar a los alcaldes a nombre de su jefe y acordar negocios con los presupuestos municipales. Es le mensajero de la inmundicia, dice un edil consultado quien hasta lo liga con asuntos peores.
Dicen que el individuo es hijo de la magistrada Bertha Inés Chávez, muy cercana al fidelista-duartista, Juan Antonio Nemi Dib. También le ha operado al alcalde de Jalapa, Ricardo Ahued y un tiempo fungió como repartidor de cochupos a la prensa. Hoy está en el meollo de esa novela rocambolesca en la que el gobernante en turno ha dejado tiras de piel política con tal de sostener la mentira del secretario de su secretario.
Ah y la confrontación no acaba con la liberación de Juan Manuel del Río Virgen porque se viene otro ‘round’. El gobernante veracruzano deberá comparecer ante el Senado para explicar su negativa a acatar la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por los atropellos que cometieron contra July Raquel detenida y procesada por supuestamente haber participado en el homicidio de una rectora universitaria. Ahí lo estará esperando Monreal. Ñaca, ñaca.
MORDISCOS A LA UV
Otra novela política se comenzó a escribir en la Universidad Veracruzana (UV) donde su rector, Martín Aguilar fue puesto bajo fuego de los tiradores de palacio de gobierno. En los últimos días, los escribientes del poder han lanzado acusaciones y descalificaciones contra el rector acusándolo de estar subyugado a los sindicatos de trabajadores y académicos, de tener a la casa de estudios cerrada, de atentar contra los estudiantes y de que las aulas y oficinas son un cochinero porque ni siquiera se pone a barrer.
Es clara la andanada iniciada desde esa parte de la prensa que García Jiménez catalogó como la de los “convenios chiquitos”. Algo hizo el rector que enojó a sus patrocinadores. Los bien enterados señalan que se ha mostrado reacio a que le metan mano y rasuren el presupuesto universitario, además de negarse a colocar a decenas de recomendados en cargos administrativos y como catedráticos e investigadores. La embestida contra Aguilar confirma el refrán popular de que “cuando la perra es brava, hasta los de casa muerde”.
Por cierto, una tal Livia Díaz, antigua operadora del duartismo y ahora del cuitlahuismo, se dice discriminada y abusada porque la vocera universitaria Norma Trujillo no le manda “los boletines” y se tiene que enterar de lo que pasa en la UV “por la tele”. Risas. En el coro de los golpeadores por encargo, esta señora se ventanea como una reportera boletinera. Un periodista no necesita del comunicado oficial para saber cuándo y dónde estarán sus fuentes a entrevistar. La UV no es la que tiene que hacer mejor su trabajo enviándole los boletines, como alega la falsa agraviada, sino ella es la que debe mejorar su labor de periodista, si es que lo es.