ANDRÉS TIMOTEO
LOS BRONCUDOS
Lo prometió y lo cumplió. Los leoneolenses ya pueden ponerle una ‘estrellita’ en la frente a su gobernador pues el emecista Samuel García cumplió una de sus principales promesas de campaña a menos de seis meses de sentarse en la silla estatal: meter a la cárcel al mandatario saliente, Jaime Rodríguez Calderón, quien ayer fue detenido e internado en el penal de Apodaca.
A “El Bronco”, como le apodan, se le acusa de desviar recursos estatales, tanto monetarios como humanos, para recolectar las firmas que se ocuparon para su postulación a la presidencia de la república en el 2018 como candidato independiente. La captura fue ordenada por un juez local luego de que la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales de Nuevo León acreditó los motivos jurídicos para llevarlo ante los tribunales.
Por supuesto que este delito es apenas uno de tantos que cometió Rodríguez Calderón quien fue uno de los grandes fraudes del país y que mancilló la figura de los “candidatos independientes” pues prometió no ser igual a los del pasado -vaya, eso se lo copiaron los morenistas- y ser el justiciero del pueblo neoleonés, pero resultó tan pillo como los anteriores mandatarios. En su campaña aseguró que le cortaría las manos a los rateros del gobierno. Si lo hubiera cumplido ahora mismo él estaría manco.
En fin, su detención fue la noticia del día y la lectura política es precisa y hasta anecdótica pues se cumplió lo que reza el dicho popular “los carniceros de ayer serán las reses del mañana”. No hay que olvidar que “El Bronco” también llevó a prisión a su antecesor, el priista Rodrigo Medina de la Cruz. Lo detuvieron el 26 de enero del 2017 tras acusarlo de daño al patrimonio del estado, peculado y ejercicio indebido de funciones.
Si embargo, solo estuvo en prisión menos de 24 horas pues un juez lo amparó y salió libre. Nunca más se le volvió a molestar judicialmente pues el aparato de Estado federal, bajo el peñismo, lo protegió. El análisis político también obliga a la comparación con Veracruz pues de los gobernadores más recientes en el país, solo el panista Miguel Ángel Yunes cumplió su promesa de meter a prisión al gobernante que lo antecedió.
Bueno, en los hechos encarceló a dos, a Javier Duarte y a Flavino Ríos, uno indirecta y otro directamente. Antes de tomar posesión, Yunes Linares logró que la entonces Procuraduría General de la República (PGR) girara órdenes de aprehensión contra Duarte de Ochoa. Muchos le quieren restar el mérito al panista, pero sin su afán por investigar y documentar las tropelías de Duarte y la presión que ejerció en el gobierno de Enrique Peña Nieto ahora el cordobés anduviera libre y gozando de lo robado.
Así, Yunes cumplió su promesa el 15 de abril del 2017, menos de seis meses después de tomar posesión cuando Duarte fue capturado en Guatemala, luego de seis meses de prófugo. Un mes antes, el 12 de marzo, la Fiscalía estatal ejecutó la detención de Flavino Ríos Alvarado, quien fue gobernador sustituto de Veracruz luego de que Duarte pidió licencia al cargo para huir. Ríos solo estuvo en la cárcel mes y medio por haber ayudado a huir a Duarte pues el primero de mayo de ese año fue liberado con un amparo para obtener la prisión domiciliaria. Luego se sacudió los delitos imputados.
De esta forma, Yunes Linares igual que Samuel García también cumplió su promesa de campaña de encerrar a sus predecesores. Por supuesto no se trata forzar el paralelismo sino de que hay la coincidencia de que ambos tomaron decisiones de Estado al retirarles la impunidad tradicional a los gobernantes salientes y hacer que la maquinaria judicial se moviera contra ellos.
Eso sí, ambos Samuel García, Miguel Ángel Yunes y hasta Jaime Rodríguez siempre le hicieron el honor a su descripción como políticos pues son broncudos, le echaron camorra a todos especialmente durante sus campañas electorales. Falta ver si a los dos primeros no se les cumple igualmente el refrán de las reses y los carniceros.
Aun así, hoy por hoy de todos los gobernadores del país que comenzaron su gestión el año pasado, García Sepúlveda es el primero en llevar a la cárcel a su antecesor. El último exgobernador encarcelado antes de “El Bronco” fue el priista Roberto Sandoval de Nayarit, detenido en junio del 2021 por delitos de corrupción y que sigue en prisión.
Tampoco, hasta el momento, ningún mandatario emanado del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ha cumplido sus promesas -y vaya que las hicieron y machacaron hasta el cansancio – de que castigarían a quienes los antecedieron en el cargo. Al nayarita Sandoval lo persiguió judicialmente su sucesor, el panista Echevarría y el gobierno federal por medio de la FGR.
MORBO PETROLERO
El 18 de marzo será un día significativo para Veracruz y no por la celebración del aniversario de la Expropiación Petrolera que tendrá sede en Minatitlán, al sur de la entidad, sino porque el evento será un mitin para medir la popularidad entre los dos aspirantes a la gubernatura para el 2024. A la celebración que encabezará el caudillo Andrés Manuel López Obrador está convocado el presidente de la mesa directiva en el Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, la revelación en Morena para buscar la postulación al gobierno veracruzano.
De hecho, Gutiérrez Luna estará en su tierra natal. Y allí también se apersonará la zacatecana Rocío Nahle, la secretaria de Energía quien, apoyada por la nomenclatura estatal que lidera Cuitláhuac García, también pretende la candidatura. Ella no es veracruzana pero lleva años avecindada en el sur del estado donde presume tener su principal masa de seguidores.
Por ello, el morbo está a todo lo que da pues ambos seguramente acarrearán a su gente e intentarán ganar el ‘aplausómetro’ frente al caudillo que estará en calidad de evaluador de la popularidad. ¡Al diablo con la expropiación petrolera, con Lázaro Cárdenas y la soberanía energética! Lo importante será el pleito intestino entre los morenistas ocupando las efemérides nacionales para pelearse el ‘hueso’. El petróleo es mero pretexto a fin de desahogar pasiones electoreras.