ANDRÉS TIMOTEO
LA PESTE: DOS AÑOS
No es la primera pandemia que enfrenta la humanidad ni la más mortífera pero la peste de la Covid-19 sí es la más mediática, la más global en términos informativos y la que paralizó o ralentizó todas las actividades humanas desde las comerciales e industriales hasta las culturales, recreativas y de culto religioso. El Coronavirus está cumpliendo dos años en nuestras vidas pues aunque sus aparición data entre octubre y noviembre del 2019 fue a finales de marzo cuando el mundo entró en pánico.
En Francia, el 24 de marzo del 2020 se formalizó el ‘Estado de emergencia sanitaria’ aun cuando desde el 16 de marzo el presidente Emmanuel Macron había anunciado la “guerra sanitaria” contra el virus pandémico y al día siguiente, el 17 de marzo, todos se encerraron. Sesenta y ocho millones de franceses se atrincheraron en sus casas. Era el inicio del confinamiento en Europa y el mundo.
Macron pronunció, en aquel 16 de marzo, un discurso que para muchos fue exagerado pero que el tiempo le dio la razón: “estamos en una guerra sanitaria, no luchamos ni contra un ejército ni contra una nación, pero el enemigo está ahí, invisible y evasivo, y avanza”. Seis días más tarde, el parlamento francés aprobó el decreto 2020-260 que autorizaba al gobierno a imponer medidas extraordinarias sobre la población a fin de detener el avance de la peste.
Dentro de las mismas destacaba el confinamiento generalizado de la gente, la paralización del comercio, el turismo, el transporte y la restricción de la movilidad humana. El uso de la mascarilla como protección ante el contagio y la reducción del contacto personal -la socorrida ‘sana distancia- que incluía evitar saludos, estrechado de manos, abrazos y besos, al igual que la disolución de reuniones por muy pequeñas que fueran tanto públicas como en el ámbito familiar.
El uso de las fuerzas policíacas y armadas, la imposición de multas severas, la posibilidad de encarcelamiento, el teletrabajo como condición para seguir operando fueron también parte de esa escalada bélica contra el Coronavirus. Fue, en pocas palabras y en el tamiz del derecho, la imposición de un “Estado de excepción” igual que en los conflictos bélicos.
¿Se ha ganado la guerra? No se sabe todavía pese a que se la logrado disminuir los efectos mortíferos del virus gripal. Sin embargo, hasta ayer los saldos eran enormes aun cuando parezcan exiguos frente a la cantidad de población nacional y mundial. En Francia murieron a causa de la Covid-19, hasta ayer, 142 mil personas en las cinco olas pandémicas.
Según lo recabado por la Dirección de Investigación, Estudios, Evaluación y Estadística, la Covid-19 fue una pandemia que se cebó sobre los adultos mayores pues la edad promedio de víctimas mortales fue de 82 años. El 60 por ciento de las personas hospitalizadas en terapia intensiva e intubadas tenían más de 80 años mientras que la tasa de mortalidad era del 32 por ciento en ese rango de edad, es decir de cada 10 ancianos que se infectaban, tres morían.
Entre las personas de 60 y 70 años la tasa de decesos fue de 13 por ciento y entre los 35 y 50 años fue de solo 3 por ciento. Los hombres murieron más que las mujeres en un rango de 12 contra 8 por ciento. Tal es la radiografía general pero en los detalles hubo, por supuesto, miles de adultos jóvenes e incluso adolescentes y niños que perecieron a causa de la peste. Han sido dos años de riesgo, hospitalizaciones, muertes y luto. A nivel mundial han muerto 6 millones de los 474 millones de personas que se infectaron en este par de años.
Por supuesto que la guerra no ha terminado si bien se ha avanzado para detener al virus con la vacunación. A la fecha se han inoculado 11 mil millones de dosis en todo el orbe y la evaluación general es que el 64 por ciento de la población mundial ha recibido al menos la primera inyección, aunque la cifra baja al 14 por ciento de los países pobres.
EN EL ‘TOP FIVE’
En México, donde la Covid-19 ya no existe por decreto gubernamental siguen las muertes diarias, veinte en las últimas 24 horas -de martes a miércoles – aunque dicha cifra es engañosa debido a que por mandato oficial la Secretaría de Salud dejó de contar la mayoría de los decesos. Aún así, con datos maquillados, en México han muerto 322 mil 200 personas en estos dos años de peste y las cifras extraoficiales hablan de 600 mil defunciones.
Dentro de esta estadística hay una buena nueva -aja- pues México descendió en el ‘Top Five’ de las naciones que acumulan más muertos pues se colocó ya en el quinto lugar. El cuarto sitio fue ocupado por Rusia con 358 mil 650 muertos, el tercero lo sigue manteniendo la India con 526 mil 500 decesos, el segundo Brasil con 657 mil 600 y el primer lugar Estados Unidos con 976 mil 658 fallecimientos.
La paradoja es, obviamente, que siendo el quinto país con más carga mortífera casi todo el territorio mexicano se encuentre en ‘semáforo verde’ o sea sin mayores restricciones sanitarias y con la venia para que la población se entregue a la pachanga primaveral dejando a un lado todo tipo de precauciones para no contagiarse y no morirse. En Veracruz van 16 mil 109 muertos en cifras oficiales y 40 mil en las extraoficiales.
A excepción de La Antigua y el puerto de Veracruz que están en color rojo, los demás municipio se reparte en las alertas menos preocupantes, pero da lo mismo si el cromo es rojo, amarillo, naranja o verde ya que todo es laxitud. No vale ninguna advertencia ni mucho menos cuidado alguno. La gente ha normalizado el peligro pandémico bajo la engañosa premisa de que ya nadie cuenta a los caídos en la cama y en la fosa.
DE PADRE A HIJO
Un 24 de marzo de hace 28 años asesinaron a balazos al candidato priista a la presidencia, Luis Donaldo Colosio Murrieta. Hoy, su hijo, Luis Donaldo Colosio Riojas, actual alcalde de Monterrey, está en el imaginario colectivo para hacer lo que no pudo su padre: sentarse en la silla presidencial. Sin hacer precampaña, sin estar en el ánimo del caudillo tabasqueño y sin pertenecer a los partidos mayoritarios, Colosio Riojas tiene el mismo porcentaje de aceptación en las encuestas que los que han invertido millones de pesos en su imagen. De continuar así, Colosio hijo y el partido de Dante Delgado cumplirán el pronóstico de ser la tercera vía para el 2024.