TEXTO IRREVERENTE

ANDRÉS TIMOTEO

NI EL EL RANCHO GANA

Las adjudicaciones y los rechazos de la paternidad de triunfos y derrotas en el ámbito político sirven para comparar los tamaños de los interesados y sus proyectos. En Veracruz los dos aspirantes que ya están en plena promoción personal para buscar la candidatura del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) al gobierno del estado, el diputado minanteco, Sergio Gutiérrez Luna y la zacatecana Rocío Nahle, secretaria de Energía, midieron influencias hace poco más de una semana.

Fue en la consulta para la revocación del mandato presidencial y en los resultados de los distritos insignes, Nahle fue superada por Gutiérrez Luna pues en Coatzacoalcos se acopiaron 87 mil votos mientras que en Minatitlán fueron 89 mil 615 sufragios. La lectura comparativa no es halagüeña para la zacatecana que acudió a sufragar en ese distrito pues sin votar en alguna casilla local, Gutiérrez Luna la superó.

¿Qué pasó ahí? Al parecer los palafreneros nahlistas, Patrocinio Cisneros y Javier Gómez Cazarín se abocaron a acarrar votantes y rellenar urnas en otros distritos y descuidaron el “terruño” -así, entrecomillas porque ella es de Zacatecas no de Veracruz – de su patrona. El ‘brinco’ ganado en el revocatorio por el minanteco aunque mínimo es indicador de los ánimos en el sur de Veracruz, y tampoco es el único porque, semanas antes, en la elección de agentes municipales del 3 de abril, Rocío Nahle sufrió otra derrota.

Su candidata a la agencia de Villa Allende, la congregación más importante del municipio, fue derrotada y eso demostró también la precariedad de sus operadores, entre ellos su propio marido José Luis Peña Peña quien anduvo en la zona con la bolsa de billetes repleta para comprar votos a favor de Sagrero. Otra operadora que “mordió el polvo’ junto con ella fue la famosa “Dipu-Cheba” como conocen a la diputada local, Eusebia Cortés de calamitoso historial. Es más, allá  hay un dicho para explicar su cleptomanía: “la señora no se roba a sí misma porque entonces ella misma se madrearía”.

Igualmente perdieron el exalcalde Víctor Carranza quien fue jefe directo de Sagrero Vargas que se desempeñó como su Jefa de Contabilidad, aunque localmente la identifican como la ‘jefa de las transas’ y el exsecretario del ayuntamiento Miguel Pulido Guillen. Ninguno la pudo hacer ganar y fue vapuleada por Alejandro Trujillo Hernández, expriista y hoy morenista pero no nahlista quien acopió 2 mil 466 votos contra mil 560 de Sagrero.

Si hay un periodista que conoce los entresijos del quehacer político en el sur veracruzano es Mussio Cárdenas quien en una de sus recientes columnas resumió el asunto de la elección en la agencia municipal de Villa Allende: “Sin el efecto López Obrador, Rocío Nahle no opera, no encumbra candidatos, no cosecha votos, es políticamente un fiasco. Pierde hasta en las congregaciones de Coatzacoalcos, su otrora coto de poder.

“Nahle es más humo que sustancia. Es una diva de quinto patio, ganadora sólo cuando pacta con el priismo, con Marcelo Montiel y sus corifeos, los granujas de uña larga; o con los petroleros de Romero Deschamps; o con el duartismo, o sólo cuando la oriunda de Río Grande, Zacatecas, les ofrece compartir el feudo y ellos —¡faltaba más!— la usan para permanecer. “Nahle triunfa cuando los priistas le operan las elecciones porque el morenismo es masa pero amorfa, masa que sólo sabe tomar la matraca y hace ruido pero no permea entre el electorado, masa que a la hora de trabajar votos, sin el efecto Peje, fracasa”.

“Qué revela esta elección? Morena se partió en dos. Por un lado la destartalada maquinaria de Nahle, que esta vez operó sin priistas, y por otro, el priismo —Noriel Prot Álvarez y su hija Keren Prot Vázquez— y el regidor y líder real de empleados municipales, el fidelista y antiguo valet de la familia Chagra Nacif, Gersaín Hidalgo Cruz, apuntalando al candidato Alejandro Trujillo”.

Además, el columnista aporta un dato interesante para confirmar la fractura del morenismo sureño y que es que el alcalde Cruz Malpica no apoyó a Sagrero, la candidata nahlista, y optó por respaldar a Trujillo Hernández. La zacatecana necesitaba posicionarse de Villa Allende pero no lo logró y a la par quedó evidenciado que carece de la lealtad ciega del edil, Cruz Malpica.

El periodista concluye machacando: “Hoy, sin el efecto López Obrador, Rocío Nahle no encumbra candidatos, no cosecha votos, es políticamente un fiasco. Y pierde en las congregaciones de Coatzacoalcos, su otrora su coto de poder. Y así pretende ganar la gubernatura de Veracruz en 2024”. Es cierto, Rocío Nahle sin los duartistas y fidelistas está pérdida. Sus operadores marrones son de humo y no la hacen ganar en el rancho.

LA REINA DE CANCÚN

Vaya desprecio al Carnaval de Veracruz de parte de una de las aspirantes al Reinado de la Alegría, la tal Yerania Cruz quien en las redes sociales usa el seudónimo “Yeri Mua” pues prefirió irse a vacacionar a Cancún que participar en la primera rumbata de la fiesta que se realizará en julio. El sábado pasado, abril cuando todos los aspirantes al portar las coronas del Rey Momo, tanto hombres como mujeres, excepto la tal “Yery” y su novio Samir Cruz “El Papanatas” quien pretende ser Rey Feo.

¿La justificación ? Burlona por supuesto. Que el comité organizador no le avisó a tiempo y que para la otra que se apliquen, que le manden agenda, maquillistas, fotógrafos, vestuaristas y equipo de ‘marketing’ y filmación. ¿Quieres conocer al indito?, dale un huesito” (dale importancia), dirían en el pueblo. Pero lo ominoso para los veracruzanos fue la confesión de la prioridad para esta señorita. “Yo no podía dejar varada a mi gente de Cancún”. Así, “su gente” son los cancunenses, no los jarochos. ¿Se merece que la coronen como la reina de la fiesta jarocha?

Por supuesto que no hubo una disculpa pública que era lo mínimo. Ya antes había amenazado con dejar botado el Carnaval de Veracruz al asegurar que estaba en espera que le confirmaran su participación en un ‘Reality Show’ en el extranjero y que si ella se iba, su pareja “El Papanatas” también botaría la fiesta. Ah y se pitorreo al asegurar su viaje a Quintana Roo fue a promocionar el carnaval porteño y que se lo deberían agradecer en lugar de criticarla. Mejor que los coronen reyes del Carnaval de Cancún y dejen de jorobar la fiesta jarocha, ¿no creen?