Andrés Timoteo
ABRAZAR A LOS MATONES
Con 135 mil muertos por la violencia, y cerca de 700 masacres del 2019 a la fecha, además del acumulado de casi 100 mil desaparecidos, es evidente del fracaso de la estrategia presidencial para combatir al crimen organizado y “pacificar al país” como lo prometió el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador. Los analistas están confundidos porque a pesar de lo inservible de la misma, el mandatario se niega a cambiar su plan de “abrazos, no balazos”.
López Obrador sostiene que aun cuando todos se rían de él, mantendrá los apapachos para los delincuentes. Es más, a los mismos criminales -sicarios, secuestradores, mutiladores, traficantes de enervantes, extorsionistas – los elevó al mismo rango del ciudadano honesto que día a día trabaja en buena lid para sobrevivir.
“Cuidamos también a los integrantes de las bandas; son seres humanos”, afirmó sin ningún empacho. ¿Por qué cuidar a los malos que causan tanto dolor? El tabasqueño intenta confundir a la opinión pública con un galimatías retórico porque no se trata de exterminarlos sino de aplicar la ley. Para eso existe el marco jurídico y la fuerza pública. Al que delinque se le debe de capturar y llevarlo ante un juez para que reciba el castigo por sus delitos. Nunca se les debe tolerar porque se abre la puerta a la anarquía y al Estado fallido.
La referencia del presidente fue por la humillación a un grupo de militares echados del poblado Nueva Italia, Michoacán, por integrantes de un cartel del narcotráfico. Todo quedó grabado en video cuando los soldados huyen vergonzosamente de los criminales. ¡El mundo al revés! Y para completar el sainete, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, intentando justificar la retirada afirmó que los agresores no estaban armados y que por eso no los repelieron.
¿Los corrieron a sombrerazos?, ¿los soldados le temen igual a las ‘mentadas de madre’ que a las balas? Vaya ridículo para tratar de recomponer la imagen de la milicia corrida por los delincuentes. No es la primera vez que sucede pues a los soldados los han humillado en muchas partes, los criminales videograban los hechos degradantes y los exhiben en las redes sociales.
El desprestigio de las fuerzas armadas es el otro saldo funesto de la política de “abrazos, no balazos” pues ahora los militares deben cuidar más a los delincuentes que a la población que es víctima de ellos. El desdoro del Ejército, la Marina y ya no se diga de la Guardia Nacional perdurará por muchos años porque hoy sus integrantes y mandos son obligados dejarse vejar por los delincuentes. Hay jauja para los matones, cortesía presidencial.
LA TORTA CUBANA
Otro tema que asuza el enojo colectivo es el anuncio del mismo presidente sobre la contratación de 500 médicos cubanos bajo el alegato de que en México hay déficit de galenos. La indignación del gremio sanitario es más que justificada pues actualmente hay 52 mil médicos que están desempleados, la mayoría jóvenes y recién egresados de las facultades.
Durante la pandemia, a muchos de ellos se les contrató de forma temporal y con salarios miserables, y así enfrentaron el riesgo epidémico por atender a los pacientes infectados con la Covid-19, pero lo aceptaron con la esperanza de que después vendrían los contratos permanentes, la anhelada ‘plaza’, aunque eso nunca llegó. Cuando el gobierno declaró que estaba superada la pandemia casi todos fueron despedidos sin miramientos ni prestaciones.
Ahora viene los médicos castristas a ocupar sus lugares, bueno al menos 500 de ellos. ¿Y cuánto paga el gobierno mexicano al régimen de Cuba por cada doctor? 10 mil 700 dólares o sea 215 mil pesos de los cuales solo el 9 por ciento -o sea 21 mil 500 pesos – se lo quedan los profesionistas, el resto es para el gobierno de la isla-.
La contratación de estos médicos no es para aliviar el déficit de galenos en México ni para llevar servicios de salud a la sierra de Guerrero y otros lugares paupérrimos sino para financiar la dictadura cubana, a costa del desempleo y el desprecio de los profesionistas nacionales. Es lo trajo el presidente de su reciente gira por ese país caribeño: una torta cubana -un chanchullo, pues – para los mexicanos.
Ojo y no hay que pasar por alto que diversas organizaciones internacionales han denominado a las famosas “misiones médicas” de Cuba -cuando mandan a profesionistas de la salud a laborar en otros países a cambio del pago de un monto en dólares al gobierno isleño – como un método para la explotación laboral y de esclavitud moderna que atropella los derechos humanos.
Pero no es el único farolazo en la calle del tabasqueño pues también a Honduras y El Salvador ha entregado 60 millones de dólares para financiar programas productivos y de empelo con el argumento de evitar la migración hacia los Estados Unidos. ¿Ha funcionado? Para nada, la gente se sigue yendo, cruzando por México, y el dinero se lo roban los funcionarios corruptos de esos dos países. El lopezobradorismo manda mucho dinero a otros países cuando en México hay tantos desempleo y miseria.
VIERNES 13
Mal fario para los habitantes del puerto de Veracruz: sin agua y sin Acuario. Mal fario para el estado, varias balaceras en diversos puntos, una de ellas en Omealca donde murió un policía. Mal fario para las mujeres y niños, cuatro desaparecidos más en las últimas 24 horas. Mal fario para la ecología con cinco incendios forestales activos.
Y mal fario para todos los veracruzanos, no tienen gobernante que ponga orden o al menos atienda el caos, al contrario lo fomenta. Así fue el Viernes 13. ¿Qué hizo Cuitláhuac García ayer? Tuiteó que la crisis por la violencia y la descomposición social que hay en Veracruz ¡es culpa del neoliberalismo! Risas.