ANDRÉS TIMOTEO
UN AÑO SIN ELLOS
“Han pasado 365 días desde el asesinato de Jonathan y Eduardo y es hora que la Fiscalía no ha llevado ante la justicia a ninguno de los responsables y hasta parece ser cómplice de ellos”, afirman en un pronunciamiento los habitantes del poblado La Patrona, en Amatlán de los Reyes, al cumplirse un año de la ejecución extrajudicial de ambo niños.
No andan equivocados. A Jonathan Herrera Aguilar y Eduardo Jiménez Aguilar los asesinó la Fuerza Civil que depende de la Secretaría de Seguridad Pública y bajo el mando directo del neoleonés Hugo Gutiérrez Maldonado. Ninguno de los ‘gorilas’ uniformados ni Gutiérrez Maldonado han sido llevados ante la justicia.
El doble homicidio sigue impune gracias a la protección de la fiscala, Verónica Hernández, del secretario de Gobierno, Patrocino Cisneros -el jefe de ella – y del propio gobernante en turno, Cuitláhuac García Jiménez que ordenaron archivar las pesquisas. “Como desde el primer día repudiamos la actuación de los elementos de la Fuerza Civil y (sostenemos) que la muerte de los menores no fue resultado de un fuego cruzado, fueron asesinados por las balas del Estado”, acusan los habitantes de Amatlán de los Reyes.
Por cierto, ¿dónde quedó “El Wester” ese peligrosísimo jefe de plaza que, según el gobernante García Jiménez, fue el detonador de la violencia en La Patrona y es el culpable de la muerte de Jonathan y Eduardo? Fue un ‘hombre de paja’, una fabricación para tratar de librar a la policía estatal de ese crimen de lesa humanidad. Sin embargo, nadie le cree. Todos saben que los asesinos están a su diestra.
¡REGRÉSENLE SU DINERO!
No le gustó el “carrito” alegórico que le dieron ni el personal de seguridad ni las calles porteñas ni la organización ni los horarios. Tampoco no le gustó la gente que la fue a ver y exigió más guaruras para que no se le acercara la chusma. ¡No le gustó nada! Es más, no le gustó el Carnaval de Veracruz porque hubiera preferido el de Río de Janeiro o el de Venecia, pero ni modo su fama no le da para ir más allá de lo local.
A tres días de iniciado el carnaval veraniego y tras los primeros desfiles sobre el bulevar costero, la Reina de la Alegría, Yerania Cruz, puso como ‘lazo de cochino’ al comité organizador y de plano afirmó que ella y sus cuates son mejores preparadores. “Parecemos nosotros los del comité porque somos los únicos que se ponen a organizar”, sorrajó en sus redes sociales. Y le salió el espíritu de la colonia al reclamar el dinero que recaudó para comprar, digo ganar, la corona carnavalesca.
“¿Dónde está todo el dinero que recaudaron los príncipes, las princesas y los reyes’, ¿dónde se ve reflejado? En los carritos no se ve y no voy a tocar el tema de los carritos porque es un tema muy extenso”, reprochó. Así deslizó la versión de que el dinero se lo habrían quedado los organizadores -robado, pues-.
Claro que la Marchanta I estira el dato pues el millón con 900 mil pesos que recaudó para comprar, digo ganar, el reinado no alcanza para nada de lo que ahora exige. Sin embargo, su objetivo era hacer escándalo porque de eso se nutren su negocio en la internet, es lo que atrae los suscriptores y sus donaciones. La perorata es una inversión pues en ese mundillo de los ‘influenciadores’ escandalizar es sinónimo de ‘viralizar’ y monetizar.
El tema de la seguridad que la tal Yerania Cruz agarra de ganchillo no es nada nuevo ni desbordado, han habido carnavales peores, y en ningún lugar del mundo donde hay multitudes se pueden evitar los atracos. A la ‘influenciadora’ le falta mundo pues por más ‘fans’ que tenga en sus redes sociales tampoco puede ocultar que ha viajado al extranjero ni a eventos de corte internacional.
Empero, los compañeros de la prensa en la conurbación cuentan que el enojo de la monarca marchantera fue porque al suegro –el padre del Rey Feo Papanatas I – le robaron el reloj y la cartera en la turbamulta y por eso estalló contra la municipalidad y los organizadores del evento. Ese fue todo el motivo del griterío y la pataleta.
A los integrantes del comité organizador y los inquilinos del ayuntamiento solo habrá que repetirles lo que ya se ha dicho: no tiene la culpa el indio sino el que hace compadre. Risas. Habrá que esperar los otros videos que la señorita hará sobre los siguientes desfiles y eventos carnavalescos para ver como se tunde a los organizadores que seguramente han de estar diciendo: ¡devuélvanle su dinero! En fin, que nadie se espante porque es la ley del mercado y en esta ocasión la marchanta les salió respondona porque no le acomodó la mercancía. Más risas.
DE VERDE Y NARANJA
Ah, ¿qué sería del Carnaval de Veracruz sin estos sainetes y pleitos de comadres? Los jarochos no se puede quejar porque el espectáculo y el chismorreo están a la orden del día. Por cierto, el que estuvo de buen humor paseándose en la fiesta fue el diputado federal, Sergio Gutiérrez Luna, presidente de San Lázaro y el precandidato morenista más aventajado para la gubernatura. Desde el viernes arribó al puerto jarocho y fue el único que aprovechó el escaparate carnavalesco para promocionarse.
El minanteco revivió la vieja tradición de darle un sello electoral al Carnaval de Veracruz y tuvo todo el escenario para él solo. Sus malquerientes, los cuitlahuistas, ni se aparecieron pues tanto Cuitláhuac García como sus colaboradores y los aspirantes a sucederlo de su entorno le tienen tirria a los yunistas que gobiernan la plaza y le hacen mohín de asco a la pachanga. Entonces, Gutiérrez les comió el mandado.
El diputado incluso tuvo su propio templete, ubicado a la altura del entronque del bulevar con la calle José Azueta, donde ondearon banderines con su nombre y los colores de Morena, y donde la multitud lo vitoreó. Y no se quedó allí trepado en la tarima sino que recorrió la vía tomándose fotografías y repartiendo abrazos, besos y apapachos. Se dio el obligado ‘baño de pueblo’ a gusto y sin estorbos.
Todo eso lo difundió en videos montados en sus redes sociales. El sábado fue vestido de verde y el domingo de naranja -colores del PVEM y de Movimiento Ciudadano-. En la primera transmisión, Gutiérrez hasta parece que les cantó el amago a los cuitlahuistas que no lo pueden ver ni en pintura: “Ya estamos listos, ya llegamos”, dijo. En Jalapa hoy desayunarán atole de Pepto Bismol y panecillos untados con Vitacilina.