TEXTO IRREVERENTE

ANDRÉS TIMOTEO

¿Y LOS MONSTRUOS?

El lunes se dio a conocer el resultado de la segunda autopsia al cuerpo de la jovencita neoleonesa Debanhi Escobar localizada sin vida hace tres meses, el 21 de abril, en una cisterna del motel “Nueva Castilla” en la conurbación de Monterrey, y los peritos del Instituto de Ciencias Forenses del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México que realizaron la exhumación y la necropsia desbarataron el veredicto de la Fiscalía General de Nuevo León.

Como se recordará, el fiscal de aquella entidad Gustavo Adolfo Guerrero Gutiérrez había asegurado que la muchacha murió por una contusión craneal y tejió la hipótesis de que Debanhi se cayó sola en la cisterna golpeándose en la cabeza y luego ahogándose. Nada es cierto, fue una fabricación para cerrar el caso sin buscar culpables.

Ahora, los legistas capitalinos afirman que la víctima ni fue abusada sexualmente ni murió golpeada o ahogada, pero sí fue asfixiada mecánicamente. O sea la ahorcaron y apunta a un feminicidio. También señalaron que la chica murió entre 3 y 5 días antes de ser localizado su cuerpo por lo que se deduce que su deceso ocurrió el 16 de abril. El dato es terrorífico pues si desapareció el 9 de abril, entonces la retuvieron con vida o tal vez agonizante durante siete días.

Las autoridades de Nuevo León no la buscaron eficientemente pues la pudieron rescatar con vida si se hubiera aplicado inmediatamente y profesionalmente el Protocolo Alba. Esto también demuestra la ineficacia, indiferencia, indolencia e incumplimiento de deberes legales del fiscal Guerrero y de su equipo. Y para coronar la serie de irregularidades es que hasta el momento ¡¡no hay culpables y ni siquiera sospechosos!!

Nada, la Fiscalía de Nuevo León no ha imputado a nadie ni sospecha de nadie a pesar de los nombres que han sido manejados tanto por la familia Escobar, de las investigaciones periodísticas y de otras víctimas que han señalado la existencia de una red de trata de blancas, de supuestos abusadores y asesinos seriales de mujeres y la complicidad de funcionarios y políticos neoleoneses con ellos.

El resumen indigna: se tiene el cadáver, se tiene el delito, se tienen los peritajes, pero no hay imputado alguno ni sospechosos. Todo apunta a impunidad para el o los monstruos que asesinaron a Debanhi Escobar por obra y gracia de los que controlan los órganos de procuración de justicia. Es una bazofia la  Fiscalía neoleonesa, aunque la de Veracruz no le pide nada en porquerías ministeriales y judiciales.

Acá está el caso del llamado ‘Monstruo de las Barberías”, el tal Greek Román, originario de Córdoba y que habría asesinado al menos siete mujeres, entre ellas Viridiana Moreno, originaria de Tlaltetela y quien desapareció el 18 de mayo luego de entrevistarse en Cardel, municipio de La Antigua, con Román y cuyo cuerpo mutilado apareció en las playas de Chachalacas unos días más tarde. Su caso que causó revuelo mediático detonó el escándalo, pero si no hubiera sido así el depredador cordobés hubiera seguido matado sin ser molestado por las autoridades estatales.

Y por supuesto, el feminicidio de Viridiana ni está esclarecido y ni siquiera se tiene la certeza de que haya aparecido como asegura la Fiscalía cuitlahuista a cargo de Verónica Hernández. Los padres de Viridiana siguen con el viacrucis de buscar a su hija porque en el Servicio Forense no les permitieron ver directamente el cadáver y por ende no tienen la certeza de que esos despojos que les mostraron en fotografías sean los de su hija. 

Los señores, víctimas indirectas del delito, han sido revictimizados y acosados por la fiscala Hernández, pero no han cegado en su exigencia y lograron también que a esos restos que tienen en el forense le se le practiquen una segunda necropsia cuyos resultados están pendientes. Es el mundo al revés, en la Fiscalía cuitlahuista hacen todo para bloquear a las víctimas y hasta manosean los cadáveres. ¿No son una bazofia?

¿DONDE ESTÁ MIRIAM?

Los días 8 y 9 de junio pasados por  presión de los medios informativos de la zona centro se catearon dos domicilios en Córdoba, en las colonias Las Estaciones y López Arias, propiedad de la familia de Greek Román pero a la fecha todo es silencio. Ha transcurrido un mes y once días, pero no hay reporte de lo que allí encontraron a pesar de la sospecha de que habría fosas clandestinas en dichas viviendas. Todo es opacidad.

Y el asunto no para allí porque es la fecha en que tampoco se sabe nada de otra  jovencita desaparecida, Miriam Prado García, originaria de Santa María Chicontla, Oaxaca, quien el 28 de agosto del año pasado llegó a Córdoba para una cita de trabajo con este sujeto y desde entonces no se le volvió a ver.

A pesar de sus padres han viajado a Córdoba en varias ocasiones para suplicar ayuda a fin de  localizarla, la Fiscalía estatal ni la busca ni le preocupa.

Ah, y ¿se acuerdan que el propio gobernante Cuitláhuac García aseguró de Viridiana Moreno que nunca estuvo desaparecida sino que “estaba resguardada”? Esa declaración lo perseguirá por siempre hasta que no la aclare. Tan fácil sería reconocer que se equivocó, que tenía información errada y ofrecer una disculpa pública, pero la soberbia lo hace mantenerse en el silencio oprobioso que causó tanto daño en los familiares.

No hay que buscarle mucho, si García Jiménez aseguró que Viridiana Moreno no estaba bajo resguardo -de las autoridades, se deduce- entonces eso condujo a que no se activara el ‘Protocolo Alba’ para que las fuerzas del orden la buscaran: No hay delito que atender, fue el mensaje de García sobre una chica víctima de desaparición forzada que luego apareció descuartizada. ¿Por qué lo dijo?, ¿fue un ‘lapsus brutus’ derivado de su lengua de trapo o un desliz que corrobora su indolencia hacia las víctimas, sobre todo mujeres?

LAS 120 MUERTAS

En este contexto, Veracruz continúa entre los estados más invivibles para las mujeres. De enero a julio que corre han sido asesinadas 120 féminas, pero menos de la mitad de esos casos -50- han sido clasificados como feminicidios pues la fiscala Hernández sigue empeñada en ‘rasurar’ las cifras. Además 90 mujeres están desaparecidas. En está última estadística, la sumatoria es de 800 mujeres de las que no se sabe nada desde que Cuitláhuac García se sentó en el trono estatal. Una cada desaparecida cada tercer día.