TEXTO IRREVERENTE

ANDRÉS TIMOTEO

T   E   X   T   O

IRREVERENTE

Por Andrés Timoteo

“QUÍTENME ESOS…”

Día 12 de la emergencia por las inundaciones y el gobernante en turno, Cuitláhuac García sigue sin acudir a los sitios de desastre. Siete mil familias continúan esperando la ayuda que no les llega, y sobreviven a su suerte.  Y les lloverá sobre mojado porque ya se acercan más meteoros pluviales. Esta semana, según los pronósticos, será de precipitaciones torrenciales y por ende la situación empeorará en quienes ya están damnificados.

Así, en breve el número de damnificados se elevará pues ya estamos en la combinación de los frentes fríos con los remanentes de la temporada de huracanes. ¿Y la administración estatal? Paralizado, lo más que ha hecho es emitir la duartista “Alerta Gris” -recuerden que era un semáforo climatológico que se inventó Javier Duarte y que la presumía como un logro de su administración-,  que no es otra cosa que decir: ¡aguas que ahí viene la emergencia y arréglense como puedan!

¿Y el gobernante estatal? Sigue de fiesta y ‘grilla’. El fin de semana se fue a la Riviera Maya para asuntos partidistas y ayer partió pastel con su secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros. No le alcanzan los días para la pachanga y la fiaca -léase holgazanería-. Pero ayer lunes fue un día diferente porque  García Jiménez tuvo una de las conferencias más vergonzosas,  llena de dislates y exabruptos.

De los damnificados por los meteoros no dijo nada. De la ola de inseguridad que ha colocado al presente sexenio como el más violento de la historia, volvió a echar  la culpa a los del pasado. De la ‘ejecución’ -feminicidio de una profesora en Jalapa dijo que el ataque no fue contra el magisterio. ¿Entonces a la que  mataron no era maestra? Contrario a sus dichos, los profesores han denunciado en este contexto que están permanentemente bajo amenazas, extorsiones, ‘cobro de piso’ y secuestros.

Pero García Jiménez los desmiente y asegura que el magisterio vive su mejor etapa en cuanto a seguridad y nivel de vida. Este señor miente como respira. De la reaprehensión trucada del panista Tito Delfín afirmó que no tiene tintes partidistas y que él no injiere en asuntos de la Fiscalía. Risas.

Fue, en términos llanos, la conferencia de la falsedad. Disparo tras disparo de mentiras inverosímiles y excusas para no aceptar la falta de resultados en beneficio de los veracruzanos.

Y donde sí ‘se voló la barda’ fue en el tema de la ola criminal pues García Jiménez mintió descaradamente al asegurar que los cárteles de Sinaloa, Jalisco y Los Zetas fueron creados en este sexenio como – se entiende- estrategia para dañar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y al suyo, y se quejó de una campaña mediática contra el lopezobradorismo y el cuitlahuismo para responsabilizarlos del número de asesinatos -84 diarios a nivel nacional y cinco en el estatal, en promedio-, aun cuando esos grupos criminales los crearon ex profeso en este sexenio.

La ‘perla negra’ fue cuando el gobernante retó a la prensa: “quítenme a todos esos grupos (de la delincuencia, regresemos a esa época (sic) y entonces empezamos, ahí sí es válido”. ¿Que dijo? Tratando de interpretar esos dichos evadiendo la afasia con las que los expresa García Jiménez, se entiende que pide a los periodistas que le eliminen todos los muertos y delitos cometidos por esos cárteles criminales y lo que quede se le atribuya a su administración o a la del tabasqueño López Obrador.

Entonces, ¿que la prensa borre o maquille delitos para ayudarlo? Todo un disparate afásico y bastante ‘conchudo’, dirían los jarochos. Con tal de no asumir su fracaso en ese tema, despacha mentiras que ni siquiera las puede hacer creíbles. Los cárteles de las drogas que menciona García Jiménez tienen décadas existiendo, no puede alegar que son de nueva creación y si lo hace es que es muy tonto o muy caradura.

Además y lo principal del asunto es que ni a López Obrador ni a él se le culpa de la creación de los nuevos grupos criminales sino de no hacer nada para combatirlos y tampoco hacer nada para proteger a los ciudadanos de ellos. Se les recrimina que ambos prometieron en campaña -sabiendo  cómo estaba el país de ensangrentando, nadie los engaño y hasta hicieron proselitismo con ese tema – que pacificarían al país y al estado.

Dos años dieron como plazo y este ya se venció en diciembre del 2021. Eso es lo que se les reprocha: haber engañado al pueblo y ahora justificarse con mentiras mal contadas. En resumen, ayer fue uno de los días más lastimosos del gobernante en turno porque quiere desmentir la realidad con falsedades que expone sin ni siquiera ruborizarse.

LA HERENCIA DE ESCOBAR

A propósito de tipo de movilidad usado por los sicarios veracruzanos para cometer ‘ejecuciones’,  señalada correctamente por un líder magisterial tras el asesinato de la maestra jalapeña, efectivamente es trasladarse a bordo de motocicletas es parte de la ‘colombianización’ en los delincuentes locales. Utilizar motos es una herencia de Pablo Escobar, el legendario líder del Cartel de Medellín que en los años ochenta implantó este medio de transporte a sus matones para facilitar la llegada y escape del lugar del crimen. Con sus ‘moto-sicarios’, Escobar mató políticos, funcionarios, periodistas, rivales y todo aquel que se le atravesara.

En Colombia llevan años luchando contra el uso de motocicletas y hay 16 ciudades donde están prohibidas las “parrillas’ o asientos adicionales para que viajen dos personas en una sola unidad. Esto a fin de evitar el binomio conductor-disparador. Al contrario de Veracruz donde cada vez es más frecuente ver a los ‘moto-sicarios’ al servicio de los cárteles de la droga y sin que la policía los revise y detenga.  En el bienio del panista Miguel Ángel Yunes se intentó  regular a los motociclistas, pero no tuvo tiempo suficiente y ahora, con el cuitlahuismo gobernante, todo está paralizado y estos son amos y señores de las calles.

“El sonido de la moto es un acto de poder. El espacio público queda supeditado al imperio del crimen y puede interpretarse como la toma territorial (de los cárteles) que reta a la institucionalidad y asume el poderío de la vía pública. Las motos retumbando tras un asesinato son muestra del fracaso gubernamental”, considera el artista y filósofo bogotano Juan Fernando Herrán en su ensayo “El legado de las motos”. Y eso exactamente pasa en Jalapa y en todo Veracruz.