Texto Irreverente

ANDRÉS TIMOTEO

LOS PUSILÁNIMES

Si en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) anda en la zalamería plena frente al morenismo gobernante, en los otros partidos de “oposición” tampoco hay muchas cosas que aplaudir en cuanto al oficio político de revisar al poder y alzarse como alternativa elegible para cuando vengan los comicios que renueven la gubernatura y otros cargos de elección popular.

El Partido de la Revolución Democrática (PRD) es una suerte de zombi político que anda por inercia, pero que no tiene vida propia, aunque hay que reconocer que ahí sí sobra la saliva. Su dirigente estatal, Sergio Cadena Martínez es un impresentable, rodeado de acusaciones de robo del erario cuando fue alcalde de Catemaco y hasta de violación sexual, pero el tipo simula que dirige algo, hace conferencias de prensa y lanza pronunciamientos contra el gobierno estatal.

Lo malo es que nadie lo escucha ni menos le cree. Una crítica de Cadena y nada es lo mismo. Carece de autoridad política y sobre todo de autoridad moral. Además, no controla ni a los suyos. Tres ejemplos bastan.  El diputado local, Hugo González Saavedra es más morenista que nadie en el congreso local, y está a punto de abandonar el Sol Azteca para brincar al partido marrón junto con la comapeña Nora Lagunes quien aun se dice panista. El pastor de ambos, el misanteco Othón Hernández ya lo hizo la semana pasada al renunciar al PAN.

Por otro lado, la alcaldesa de Santiago Tuxtla, su paisana, Kristel Hernández Topete está en plena faena promocionando a la zacatecana Rocío Nahle y a la defeña Claudia Sheinbaum para las candidaturas a la gubernatura y a la presidencia en el 2024. La edil quien entre sus cercanos se promociona como “La  Kardashian veracruzana” -risas y más risas – es nuera de dos que en su tiempo fueron militantes emblemáticos del PRD, la exdiputada y exalcaldesa del mismo lugar, Yazmín Copete y del exsenador y exalcalde de Ángel R. Cabada, Arturo Herviz, pero quienes hace tiempo se balancean hacia el morenismo.

Y el caso más bochornoso es el de la exalcaldesa de Zongolica y  actual diputada local, Irma Lidia Mezhua Campos quien junto con otra legisladora local,  Perla Eufemia Romero Rodríguez renunciaron al PRD y se sumaron a Morena cinco días después de haberse sentado en la curul. Ni siquiera le avisaron al dirigente que se iban.

Entonces, si ni a sus huestes puede controlar y dirigir el señor Cadena, ¿qué podrá hacer sobre la ciudadanía para cuando venga la justa electoral del 2024? Nada. El PRD dejó de ser oposición, solo es saliva.  ¿De prospectos para una candidatura al gobierno estatal? No tiene ninguno, es un cascarón.

Por su lado, en el PAN es donde más abundan los aspirantes -en díceres- para el 2024, pero algunos de estos, los que se decían muy “gallitos” están muy silenciosos, agazapados y se perciben hasta temerosos -¡que diferencia del padre cuando era opositor del duartismo y la fidelidad-.  Sí, se habla de los hermanos Miguel Ángel y Fernando Yunes Marques quienes hace un par de años se comían el mundo a rebanadas y ahora están en voto de silencio. Ya no son oposición ni de saliva.

Otra que confirma eso mismo es la senadora Indira Rosales, de quien ya se ha escrito sobre su torcedura en cuestiones de oposición legislativa. Ahora la señora es más morenista que muchos de los propios marrones, y para amolar el asunto opositor, también ocupa la secretaría general  del blanquiazul. “Silencioooo, los caporales están durmiendo”, le cantan a esta senadora charra.

Vaya, quien hace más ruido que los anteriores es el senador Julen Rementería. Ese sí no repara en  saliva ni aspavientos para criticar al morenismo. Lo malo es su fama de traidor. Si lo ponen de candidato es capaz de poner a subasta la postulación panista y a toda la alianza opositora si es que se concreta.

¿De ahí en fuera quién?, ¿el dirigente estatal Federico Salomón? Pues habla, pero pocos lo toman en serio. No es un opositor férreo ni con autoridad suficiente porque está subyugado a lo que  apruebe su jefe político, Enrique Cambranis que no es una persona decente, y el clan yunista con el cual pactó para llegar a la dirigencia partidista. Peor aun, tiene a un lado a Rosales San Román, el enemigo pro-marrón en casa.

¿Qué otros en el panismo la hacen de opositores?, ¿Carlos Valenzuela y sus transmisiones chafas en la web?, ¿Bingen Rementería que está perdido en el espacio?, ¿Y la tal Josefina Gamboa que ya vive en Campeche ni le interesa Veracruz? No hay voz calificada de la oposición azul. Algunos blandengues, otros muy payasos, pero nadie serio ni con suficiente autoridad moral y política.

¿Y EL COCHE APÁ?

Los lectores jarochos no perdonan una. Desde  Las Amapolas, uno de los más acuciosos quien -dice- “se desayuna a diario con el NOTIVER y lo lee de cabo a rabo” escribió a este espacio para comentar sobre el caso del ¿priista? Héctor Yunes.  Divertido, recuerda aquella cancioncilla infantil que desde los años sesenta se canta en todo México para burlarse de los que se ponen de sirvientes voluntariamente.

“Les llamábamos barberos, algo así como lamesuelas”, rememora. Aún se les llama sí aunque no está clara la referencia al oficio de peluquero, se supone que es porque deben tratar muy delicadamente al cliente para no cortarlo pues antes se usaba -y todavía en algunos casos – una filosa navaja manejada manualmente.

Bueno, pues el lector amapoleño dice que el gobernante en turno, Cuitláhuac García debería cantarle a Yunes Landa aquella canción que todos entonamos en nuestra infancia cuando alguno se pasaba de zalamero y lambiscón: “Barbero córtame la barba que la tengo larga y échame jabón”. Risas. “¡Que sea opositor y no solo se la pase halagando al gobernador para ver si se gana su favor”, completa.

Por cierto, el mismo lector hace una consulta que tiene que ver con el gremio y la transcribimos tal cual: “¿Y el coche Apá?, ¿Quién se sacó el automóvil que Yunes Landa prometió regalar el 7 de junio del 2017 para formar un fondo de ayuda en gatos médicos a los reporteros veracruzanos? Hasta anunció un asociación para que reporteros, fotógrafos y camarógrafos accedieran a la seguridad social a través del IMSS y el Infonavit, ¿dónde quedó eso?” Es cierto, ya pasaron cuatro años y del coche ni las ruedas. Nadie sabe, nadie supo. Se repite: los lectores notiverianos no perdonan una.