TEXTO IRREVERENTE

ANDRÉS TIMOTEO

GOLPES EN EL CORAZÓN

La expulsión de la comapeña Nora Lagunes Jáuregui de Acción Nacional dolió más en la Junta de Coordinación Política del congreso local que en la Secretaría de Gobierno donde la comenzaron a pastorear desde la legislatura pasada. Lagunes le ha de estar cantando ese estribillo de la canción de los Tigres del Norte, “pero tú qué me haz dado, golpes en el corazón…y todo lo perdí por ti” al tuxtleco Juan Gómez quién la llevó a colapsar su trayectoria partidista.

Claro, no todo es pérdida pues además del cariño esa relación incluye negocios muy jugosos y “moches” abultados en la gestión de contratos de proveeduría y obra pública. La pareja es como una sociedad empresarial al amparo del poder. No, la afectación es, quizás, en términos político-partidista y concretamente porque la señora pierde el membrete blanquiazul con el que se cotizaba frente a palacio de gobierno.

Eso sí, su salida del PAN metió en un berenjenal al hermano, Gabriel Lagunes, alcalde en funciones de Comapa quien fue postulado por blanquiazul. Allá los lugareños dan por hecho de que el edil en breve también dejará el PAN, lo que a nadie extrañará pues el munícipe desde hace tiempo se comporta más como morenista que como panista.

Si van a Comapa se darán cuenta que los programas sociales de Morena no escasean como tampoco la propaganda a favor de la “cuarta transformación”. Es decir, desde hace tiempo en el terruño de los Lagunes están “amorenados”. Ahora los caciquillos tendrá que cambiar de carcasa de manera formal. Así, habrá una diputada panista menos y en breve otro alcalde azul también será tránsfuga.

Sin embargo, la señora Lagunes ya tiene a dónde ir. A diferencia de cuando el misanteco Othón Hernández Candanedo renunció al blanquiazul, días antes de que fuera expulsado, ahora el dirigente de Morena, Esteban Ramírez casi se tropieza para abrirle las puertas marrones a la comapeña. Dice que será bienvenida, ¿pues cómo no, si es la primera dama del congreso local?

Algunos difunden que la bancada panista se quedó sin tres integrantes y es prueba de los errores de la nueva dirigencia estatal, aunque eso es una interpretación inflada pues desde el inicio de la legislatura la fracción panista no contaba con los votos de Lagunes, Hernández ni de Hugo González Saavedra que eran todos para las iniciativas de Morena. Entonces, ¿cuál pérdida? No es cierto, nada se mueve ni cambia en el legislativo.

En síntesis, la exclusión partidista de Lagunes Jáuregui no tiene gran impacto político, pero si alimenta mucho el morbo en ese mundillo porque demuestra que lo que sucede en los aposentos impacta en el quehacer público como diría don Rafael Loret de Mola quien en 1995 escribió el libro “Alcobas de palacio”. Acá es lo mismo, solo que el palacio es el legislativo de la aldea y los protagonistas son de nivel ‘güegüenche’, demasiado ‘güegüenche’, aunque no deja de ser cotilleo divertido. Risas.

AHÍ VIENE CLOUTHIER

Distanciado desde hace tiempo del PAN a pesar de ser hijo de uno de sus próceres más recientes, Manuel J. Clouthier parecer que está de retorno ahora que tanto escasean las figuras con tamaños para el 2024. Ha vuelto, aunque no del todo, al panismo donde acaba de dar una conferencia a los militantes de la Ciudad de México, lo que marca una suerte de reconciliación. Es más, el empreario norteño tituló un articulo publicado en El Universal como “Mi regreso al PAN”.

Lo hace evaluando el contexto político y con críticas al blanquiazul que no supo jugar un buen papel histórico en favor del país. En pocas palabras, Clouthier dice que si el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador está gobernando es por el mal desempeño de los panistas que ocuparon el poder y con eso ayudaron a pavimentarle el camino a un populista.

“La anti-democracia y la corrupción llegaron al PAN, y el populismo se consolidó en la clase política. El populismo no es una ideología sino una actitud frente a la responsabilidad. Ya que el populista no quiere ser responsable, solo quiere ser popular. Así, dejamos de hacer lo que debíamos hacer, de ahí la importancia de tener gobernantes responsables. El político populista quiere tener una alta popularidad, aunque su gobierno sea un desastre.

Llegamos al 2018 al borde de una revolución social. Los ciudadanos estábamos hartos de tanto abuso del poder, tanta corrupción, tanta soberbia y de tanto desprecio por la gente. Así ganó López Obrador. Hoy a México le urge más verdad y menos mentiras, más honestidad y menos corrupción, más respeto y menos abuso del poder, más responsabilidad y menos populismo, más generosidad y menos egoísmo”. Y remata cuestionando: “¿Lo ofrece la oposición? ¿Lo está ofreciendo el PAN?”.

Una figura como Manuel J. Clouthier podría unir a la oposición y a la ciudadanía en un frente amplio y sería el martillo que derrumbaría las expectativas triunfalistas de la “cuarta transformación”. El retorno del hijo del desaparecido Maquio sin duda pone a temblar a los morenos.

CORRIDOS Y REGAÑADOS

En el restaurante de un hotel de Orizaba corrieron a los reporteros que cubrían una conferencia de prensa bajo el argumento de que no consumían ni una taza de café. Los colegas presentaron los recibos de que habían pagado lo que se comieron y bebieron, pero aún así fueron echados vergonzosamente con apoyo de la policía municipal. Sin embargo, los abogados que habían convocado a la prensa salieron al quite y van a denunciar al lugar por discriminación.

O sea, no porque vean ‘jodidos’ a los reporteros, fotógrafos y camarógrafos los tienen que tomar por ‘gorrones’ -risas-. Lo bueno es que los convocantes dieron la cara y defendieron al gremio. Todo lo contrario de lo que sucedió en agosto del año pasado en Córdoba con un entuerto parecido. ¿Se acuerdan? En aquella fecha, el diputado morenista Juan Gómez -para no variar- fue a dar conferencia a Los Portales y se retiró sin pagar una cuenta de varios ceros. Entonces, los meseros la emprendieron con los reporteros exigiéndoles que cubrieran la comanda.

El legislador apagó su teléfono y no contestaba las llamadas por lo que los periodistas decidieron ‘ventanearlo’ en las redes sociales y los medios locales por mala-paga. Cuando se armó el escándalo, el tipo mandó a pagar la cuenta, pero ni una disculpa ofreció a los periodistas que dejo embarcados y salieron regañados.