ANDRÉS TIMOTEO
PICOTAZO EN LA BOCA
Los que están revisando a marchas forzadas los documentos ‘hackeados’ a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reconstruyen, papel a papel, una historia muy turbulenta en la refinería de Dos Bocas, Tabasco que corroborará todo lo que han adelantado despachos periodísticos desde el 2020. Allí como en otras obras magnas de este gobierno -el aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya – los militares no solo tienen la custodia y vigilancia de las instalaciones sino también contratos como constructores.
Sin embargo, parte de la elite castrense está inconforme con el manejo financiero de la obra pues hay una tajada que rebasaría los seis mil millones de pesos -hasta el momento – que fue a parar a empresas sin el perfil ni la experiencia para desarrollar ese tipo de construcciones, pero que además que están ligadas a la secretaria de Energía, Rocío Nahle ya sea por la vía familiar, por amistad y ‘padrinazgos’ políticos, hay la versión de que ella misma es socia a través de prestanombres de varias compañías.
Los documentos de inteligencia castrense apuntan a confirmar los negocios de la zacatecana al amparo. De acuerdo con lo detectado hasta el momento, la ruta apunta a conformar que el círculo empresarial ligado Rocío Nahle habría recibido hasta el 2021 contratos en esa obra por al menos 5 mil millones de pesos, pero además empresarios ligados familiar y afectivamente con Nahle García tienen asignaciones directas por 562 millones de pesos.
En eso papeles que se llevan revisados destaca -oootraaa vezzz – el nombre de Jaime Quintanilla Hayek, compadre de Nahle García, quien lleva mano en muchos contratos de Dos Bocas. Cuatro de ellos se asignaron a una empresa propiedad de su socio tabasqueño, Juan Carlos Fong Cortés, quien incluso antes de comenzar la construcción de la refinería en el 2019 presumía en el circulo social de Villahermosa que “se preparaba para recibir la milloniza en obras de Dos Bocas”.
Su compañía, Construcciones y Reparaciones del Sur S.A de C.V. esta concatenada al consorcio Grupo Huerta Madre fundado expresamente para hacer negocios con Dos Bocas y que incluye a otras tres firmas, Constructora Santandreu S.A. de C.V. Comercializadora de Productos y Servicios, y Maquinaria Jiménez y Falcón S de R.L., que se han llevado más de 5 mil millones de pesos en contratos. La cabecilla de este entramado empresarial es Quintanilla Hayek, el compadre de la zacatecana.
Pues bien, debido a la maniobra de los ‘hacktivistas’ de Guacamaya todo lo anterior sería confirmado por una fuente oficial que es la Sedena pues en los documentos extraídos se tienen reportes que se hicieron al respecto de esos contratos. Los militares están molestos porque si bien les entregaron varias licitaciones, las más jugosas se las quedaron los empresarios recomendados y emparentados con Nahle García.
El ‘picotazo” del ave ‘hackeadora’, afirman los bien enterados, no será relativamente pronto sino que podrían dosificarlo e incluso aguantarlo hasta finales del 2023 o principios del 2024 cuando la zacatecana esté haciendo maletas para salir de la Secretaría de Energía e ir a buscar la candidatura del Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Veracruz, y además par que se empaten los tiempos con la fecha anunciada para poner en funcionamiento dicha refinería.
Obviamente, todo lo anterior no es nada nuevo porque, como se dijo líneas arriba, ya varios periodistas y medios de comunicación lo han documentado, pero lo importante es su confirmación y la información adicional así como los detalles morbosos que haya registrado la inteligencia militar en sus reportes. Con ese ‘picotazo’ en Dos Bocas habrá suficiente madeja para enredar los afanes electorales de la zacatecana y sus promotores de la aldea.
VENDAJES Y REBUZNOS
Por cierto, ayer la zacatecana Nahle volvió a ser tema del gobernante en turno de Veracruz, Cuitláhuac García quien aseguró que no importa si la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalida la modificación constitucional conocida como la “Ley Nahle” que intenta evadir el requisito de ser nativo de la entidad para buscar la titularidad del gobierno estatal. García dice que no afectará una decisión negativa de los ministros porque de todas formas la originaria de Río Grande, Zacatecas, puede ser postulada en Veracruz.
Entonces, ¿para que toda la faramalla de cambiar la constitución? Porque si afectará. El cálculo fue que si Morena imponía a Nahle como candidata sin que hubiera modificación constitucional, vendrían impugnaciones que retardarían todo el proyecto electoral con la posibilidad de que haya un fallo negativo de la SCJN. Por eso impulsaron la “Ley Nahle” para exorcizar tal peligro. Así pretendieron “vendarse el dedo” antes de la cortada.
Igual, la justificación ociosa que ayer dio García Jiménez es otro “dedo vendado” por si se cae el tinglado jurídico. Además, si en verdad un fallo negativo de los ministros sobre la “Ley Nahle” no fuese atropellar el proyecto, entonces ¿por qué el dirigente estatal de Morena, Esteban Ramírez, y el manejador del congreso local, Juan Gómez, anticipan que los abogados partidistas y legislativas “defenderán con todo” -risas – esa modificación legal?
Las risas notadas son porque estos dos señores, Ramírez y Gómez, no rebuznan porque seguramente no se saben la tonada. ¿Cómo los abogados de la aldea van a defender “con todo” la “Ley Nahle” de un fallo adverso de la SCJN si estos son incontestables, o sea que no se pueden controvertir o apelar porque no hay otra instancia jurisdiccional arriba de ella? Vaya que son ignorantes estos tipos. Cualquier estudiante de derecho sabe que las decisiones del alto tribunal son definitivas e inatacables.
Además, esa promesa de defensa jurídica azuza también a la carcajada pues al tuxlteco Gómez la misma SCJN le ha tumbado más de treinta reformas legales. El popular “Carón” tiene el récord nacional en leyes invalidadas por la Corte. Sí, así como lo lee: de los 32 congresos locales, el de Veracruz es el que ha acumulado más leyes anuladas por ser anticonstitucionales y por estar redactadas con las patas. Los actuales diputados locales, comandados por Gómez, son los más orejones de la historia legislativa en Veracruz. Mal fario para la zacatecana Nahle con esos defensores de su ley.