ANDRÉS TIMOTEO
LES GANARON EL BRINCO
En San Lázaro aprobaron primero la “Ley Montse” que en el congreso veracruzano. Los claridosos se burlarían diciendo que en altiplano les “comieron el mandado” a los legisladores jarochos que están enfrascados en rencillas y disputas por el control de los entes fiscalizadores y el negocio de las cuentas públicas. Es pocas palabras, los diputados veracruzanos están ocupados en los negocios al amparo del poder en lugar de atender los temas prioritarios para la sociedad.
La “Ley Montse” se denominó a la reforma al artículo 400 del Código Penal Federal que excluía de responsabilidad judicial a los familiares de delincuentes que los apoyen y encubran, sean cónyuges, concubina o concubinario, o estén ligados al investigado por amor, respeto, gratitud o estrecha amistad. La modificación legal cancela esos beneficios cuando el delito se trate de feminicidio.
También establece que la pena se incrementará hasta en un tercio cuando la víctima de feminicidio sea menor de edad, de la tercera edad, esté embarazada o cuente con alguna discapacidad o si el presunto feminicida es servidor público.
Con ello se les cierra las rutas de escape a los que asesinen a mujeres pues sus padres o demás parientes estarán obligados a contribuir con las autoridades para ser localizado y detenidos, y en el caso de que violenten este artículo proporcionándoles ayuda, sea financiera, en especie o logística, para que evadan la acción penal, ellos mismos serán procesados como cómplices del delito y recibirían de tres meses a tres años de prisión.
La iniciativa de “Ley Montse” a nivel federal fue presentada por la diputada jalisciense de Morena, Laura Imelda Pérez Segura, y recibió el apoyo casi total de los legisladores pues se aprobó con 455 votos de los 300 en San Lázaro. Así, la federación le ganó el brinco al congreso de Veracruz que debió ser el primero en tener esa modificación legal.
Lo anterior porque el nombre de dicha reforma – “Ley Montse – se le dio por la jovencita Montserrat Bendimes, originaria del puerto de Veracruz y que fue asesinada a golpes por su novio, Marlon Botas, quien se mantuvo prófugo durante más de un año ayudado por sus padres hasta que fue capturado en junio pasado en Mérida. Los papás del feminicida, Jorge Botas y Diana Fuentes fueron detenidos en noviembre del 2021 y desde entonces están en prisión.
En Veracruz existe una iniciativa similar desde junio de este año presentada por la diputada priista Guadalupe Ingram, pero que ‘duerme el sueño de los justos’. Según se ha dicho, la reforma al artículo 345 del Código Penal para el estado de Veracruz será votada hasta noviembre a pesar de tener cuatro meses en comisiones y corresponder a un tema candente porque se refiere a homicidios de mujeres.
No hay prisa a nivel local. La impulsora de la reforma, Ingram Vallines le sigue el juego a los morenistas en el congreso local -hasta se retrata haciendo la señal de la “4T” junto con el tuxtleco, Juan Gómez que controla la legislatura – y ha permitido que la “Ley Montse” se retrase y en el recinto parlamentario se atepongan otros asuntos relacionados a la pelea por los “moches” a los alcaldes y exalcaldes y el control de los entes fiscalizadores para saquear el erario. No hay prioridad para procurar justicia a las víctimas de feminicidio a pesar de que Veracruz está en los primeros lugares a nivel nacional en asesinatos de mujeres.
CALAMIDAD EN DOS PATAS
Vaya fatalidad que viven los habitantes de Ixtaczoquitlán con el alcalde morenista Nahúm Álvarez Pellico quien resultó un fiasco como administrador, un mentiroso como político y un farsante como defensor de la legalidad y los derechos civiles. El edil ha acumulado pifia tras pifia y agresión tras agresión contra los lugareños en apenas diez meses de gobierno.
Una. Quiere robarse el predio de la Escuela Primaria “Benito Juárez” para donarlo al gobierno estatal cuando apenas en el 2021 en campaña prometía a los padres de familia ayudarlos con abogados y litigios para obtener el titulo de la propiedad. Dos. Se ha negado a recibir a las víctimas de la violencia desatada por la delincuencia organizada, especialmente a los padres que buscan a sus hijos desaparecidos y de las víctimas de feminicidio, aun cuando Ixtaczoquitlán ocupa el primer lugar de los municipios de la zona centro con el mayor número de crimines contra mujeres.
Tres. La administración es un desastre porque ni siquiera tiene un Plan Municipal de Desarrollo, todo es al garete. Cuatro. No hay una sola obra pública en curso ni en la cabecera municipal ni en las comunidades. Cinco. Los únicos programas sociales vigentes son los del los gobiernos federal y estatal, a nivel local no hay políticas públicas para ayudar a los más necesitados. Seis. El edil se niega a transparentar el uso de los recursos municipales, regatea información a los regidores y toda petición ciudadana para conocer el manejo del dinero municipal es rechazada.
Y siete, la más reciente, Álvarez Pellico arremete contra la ciudadanía que denuncia abusos de su policía municipal. El pasado 30 de septiembre, efectivos policíacos detuvieron indebidamente a dos ciudadanos, los quisieron extorsionar y al no dejarse los retuvieron durante 24 horas en la cárcel municipal sin que pudieran comunicarse con sus familiares ni con algún abogado. Al final los tuvieron que liberar porque no habían cometido ningún ilícito.
Los dos afectados presentaron una denuncia penal por abuso de autoridad, privación ilegal de la libertad, extorsión, amenazas y daños, pero el alcalde brincó en en contra de las víctimas, las acusó de tener intereses políticos y tratar de “sabotear” a su gobierno. Para él, los malos son los ciudadanos y los buenos sus gorilas con uniforme.
Además amenazó a los dos denunciantes pues dijo que tiene “información comprometedora” en una “tarjeta informativa” que le dieron sus agentes policíacos y que la usaría en su contra echándoles el aparato judicial del estado. El tipo es la calamidad en dos patas. Los zoquitecos que votaron por Álvarez Pellico ahora se dan topes contra la pared. “Estábamos mejor cuando estábamos peor”, dicen. A ese grado llega la decepción ciudadana sobre un morenista que les prometió ser diferente a los del pasado. Inocentes palomitas que se dejaron engañar.