ANDRÉS TIMOTEO
ROSCA DE TRES
Mañana viernes 6 en los andurriales azules de la aldea no partirán la Rosca de Reyes para encontrar al niño escondido pues el PAN ya está partido y el chamaco destapado desde antes. Terminaron el 2022 con pleitos intestinos y estos se prolongarán en este 2023 con la posibilidad de que para el 2024 haya hasta ruptura salvo que desde el altiplano ordenen un ‘estate quieto’ a las corrientes internas enfrentadas.
El entuerto es peculiar pues ya no son dos las fracciones en pugna y ahora la rosca se la van a partir en tres: los chapistas, los yunistas y los rementeristas. El pleito más reciente está protagonizado por la senadora yunista, Indira Rosales y el diputado local Bingen Rementería. La primera acusa al segundo de haberse coludido con los morenistas y el segundo le dice le achaca lo mismo.
Lo que desató la disputa fue que Rementería Molina votó a favor de los magistrados propuestos para integrar el nuevo Tribunal de Justicia Administrativa y por eso ahora lo quieren expulsar del PAN, pero el legislador responde riéndose del amago y afirmando que le harán “lo que el viento a Juárez’, o sea nada.
Cierto, Rementería avaló la terna de los magistrados y eso le dio pólvora a sus detractores al interior de Acción Nacional. Sin embargo, el diputado se defiende y revira. Entrevistado por la periodista Beatriz Zavaleta en la radiodifusora XEU, Rementería contestó sin ambages porqué votó a favor de los magistrados que propuso Morena – que es la acusación principal que atribuyen-.
“Yo voté a favor del magistrado Rubén (Hernández Mendiola) militante del PAN desde 1990 y exrepresentante del PAN ante el Organismo Público Local Electoral (OPLE). -Pero, ¿también por (Roberto) Sigala?, insistió la entrevistadora. “Por Sigala y por todos porque vienen en paquete”.
Ante la metralla, el legislador aseguró que sus detractores tienen más méritos para ser expulsados del partido que él y enseguida lanzó un reto a la senadora Rosales, su principal acusadora, para que responda una serie de preguntas con un simple Sí o No.
“Vamos a jugar al sí o no para que no se le complique. Quiero que me responda si a partir del 21 de enero del 2022 que ella es secretaria general del partido, ¿si o no se acabaron las marchas a favor de los presos políticos del PAN?
Quiero que me responda si el 29 de abril del 2022 hay una foto de la alcaldesa de Veracruz con Cuitláhuac García muy felices donde el propio gobernador en ese mismo evento públicamente le dice que ‘amor con amor se paga’. ¿Sí o no eso sucedió? Quiero que me conteste si no sucedió el 15 de julio del 2022 que la alcaldesa se reunió en la Cuidad de México con Cuitláhuac (García) y el presidente de la república (Andrés Manuel López Obrador). Está bien sencillo, es sí o no.
Si el 21 de septiembre del 2022 cuando se votó la militarización del país, una de las votaciones más importantes del año con todos los ojos viendo a la oposición, queriéndola ver unida y fuerte defendiendo al país de los atropellos del presidente Obrador, la senadora (Rosales) no fue ni se apareció. No llegó, dijo que se enfermó.
Quiero también que me conteste que el 4 de octubre del 2022 desaparecieron el daño patrimonial de la cuenta pública de la senadora, dejó de aparecer (en los reportes oficiales de la fiscalización estatal). Sí o no, está bien fácil. Nada más, es lo que yo busco, (que conteste sobre) el daño patrimonial de cuando fue secretaria de Desarrollo Social del gobierno estatal. Sí o no ya no tiene daño patrimonial”.
-Acotación: a Rosales San Román la acusaron de daño patrimonial, primero por 270.9 millones de pesos en la cuenta pública del 2018, y luego le sumaron 5 millones de pesos por la compra de un software ‘fantasma’, y el mágico subsanado de esos faltantes es la primicia que dio el diputado Rementería y que debería revisarse para confirmar si desde el gobierno morenista le ‘limpiaron’ el expediente -.
LA RIVAL MÁS DÉBIL
Y le siguió: “8 de diciembre del 2022, usted no participó en la comparecencia de Rocío Nahle, evidente candidata de Morena al gobierno del estado de Veracruz. Y usted no participó a pesar de todo lo que hay que decirle: una refinería cotizada en 8 mil millones de dólares y que va acabar en 20 mil millones de dólares, la luz por los cielos, la gasolina por los cielos, y usted, como senadora de oposición que es, o fue a esa comparecencia. Diga sí o no, así de fácil.
Sí o no el 14 de diciembre del 2022 su diputado y asistente, Miguel Hermida votó a favor del presupuesto del gobernador. La votación es pública, son hechos públicos, documentados, con fotos. Y también que me diga sí o no que (Hermida) se reunió con los de Morena, como dicen los propios diputados de Morena para acordar la votación del presupuesto que mandó el gobernador y lograr la mayoría. Hermida lo votó a pesar de que es inconstitucional porque le negaron a la Universidad Veracruzana su presupuesto.
-¿ No deja esto mal parado a su partido?, lo cuestionó la periodista Zavaleta. “Pues sí, por los actos de ellos sí”. -¿Está fracturado el PAN? “ Porque ellos lo provocan, porque ellos lo que buscan es precisamente un PAN dividido para entregarlo a Morena”.
“Ante los hechos y los ojos de todo el mundo esto es un pacto de silencio y sumisión con Morena a cambio de impunidad. Lamento muchísimo que haya una fracción del PAN buscando entregarse a Morena a cambio de impunidad mientras hay miles, millones diría yo, de ciudadanos esperanzados en que su oposición se organice para sacar a Morena del gobierno. Ojalá recapaciten y no lo terminen de hacer así”.
En esta diatriba al diputado le pusieron enfrente a la rival más débil pues la senadora tienen tantas pifias acumuladas que es inefable e indefendible. Le hubieran echado al ruedo a otro personaje menos cuestionado. Por supuesto, la ciudadanía -incluidos los militantes panistas- es la más beneficiada con la polémica pues el debate político contribuye a la democracia. Ah y el debate es entre actores políticos sin distinción de sexo por que están fuera de lugar las quejas bizantinas sobre violencia de género que algunas panistas alegan para que no se diga lo que es necesario saber del quehacer partidista.