TEXTO IRREVERENTE

ANDRÉS TIMOTEO

MUCHOS PADRES

El dicho aristotélico dice que la derrota es huérfana y a la victoria le sobran padres. Eso pasa hoy en Veracruz donde todos en la oposición se asumen como artífices del trancazo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) les dio a los legisladores morenistas al invalidar la “Ley Nahle” maquilada a modo para la zacatecana Rocío Nahle.

Cierto, Nahle no fue derrotada del todo porque a través de un resquicio de la Constitución nacional podrá ser postulada como candidata a la gubernatura en el 2024 aun cuando no es veracruzana, pero el episodio le aportó una carga mediática negativa. Los ministros le aclararon que no puede buscar ese cargo de elección popular con artilugios que violan la Constitución.

Así, ella se llevó un raspón, pero los verdaderos derrotados son los legisladores de Morena en el congreso local. Esos mismos que salieron a decir que aun con la invalidación de su “Ley Nahle”, la zacatecana “aparecerá en la boleta”. Entonces -como ya se dijo- ¿para qué hicieron la reforma al artículo 11 que fue tirada por la Corte? Por zafios.

Pero regresando a la idea inicial, a pesar de que todos los dirigentes opositores se asumen como los que lograron el fallo de la SCJN, el que planteó desde el inicio los dejos inconstitucionales más precisos de esa reforma legislativa fue el líder del Movimiento Ciudadano (MC), Sergio Gil Rullán.

Desde el principio, aportó una tesis que fue parte de argumento que los ministros señalaron: parir en territorio ajeno no otorga derecho de nacionalidad. El armatoste de Morena iba en contra del sentido en el derecho, no solo nacional sino el internacional.

“Lo dijimos desde hace meses que es inconstitucional, porque en ningún lugar del mundo los hijos les dan el derecho a los padres. Pudieron haber hecho algún otro tipo de reforma y hubiera sido valida”, expuso ayer Gil El dirigente naranja pues, sin cortapisa, puede asumirse como ganador de tal controversia en cuestión de discurso y argumento.

Por cierto, Gil Rullán -al ser entrevistado en Jalapa sobre el tema- hizo una síntesis atildada del episodio: “El primer acto de Rocío Nahle buscando la candidatura será violar la Constitución de Veracruz, la cual sí establece que para ser gobernador hay que ser veracruzano y ella no lo es, quiso volverse veracruzana por plumazo y la Suprema Corte le corrigió la plana”.

Es decir, la zacatecana pasará atropellando la Constitución de Veracruz y llegaría a la boleta electoral amparándose en la Constitución federal, forzada, metida con calzador, y con esa carta de presentación se expondrá antes los veracruzanos. La marrullería es sacarle la vuelta a la ley estatal y burlar a los electores veracruzanos alegando que una ley federal la faculta para buscar gobernarlos. He ahí el resumen impecable.

QUISO SER FIEL

Las expresiones iracundas del secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros, contra el diputado minanteco Sergio Gutiérrez Luna satisfacen el morbo político, no porque tengan un peso tremendo o vayan a hacer que cambien actitudes del aludido, sino porque es un termómetro de su ira.

Cisneros es, quizás, el político más impopular de la entidad y cuando se le ve enojado, lastimado, temeroso por el avance de personajes como Gutiérrez Luna, la escena se vuelve un deleite popular. Muchos, de la oposición, pero también de Morena y sobre todo del gabinete estatal, disfrutan que el tipo pase entripados. Y mientras en el electorado crece el nivel de aceptación hacia el minanteco por poner al tipo en tal baldón.

Eso por un lado. En cuanto a las reacciones de sus dichos, ya hubo una que además es reveladora. No versa sobre los epítetos contra Gutiérrez Luna ni López Hernández sino para los otros personajes que utiliza como arietes. Uno de ellos, el innombrable y su hijo, Javier Herrera, quien tiene una cartera directiva en el PVEM.

Este último, Herrera Borunda, estuvo presente en la última visita del secretario de Gobernación a Veracruz organizada por Gutiérrez Luna. “Se junta con lo más oscuro y los personajes más cuestionados. Ustedes véanlo, los personajes más cuestionados de Veracruz, me refiero a todos esos personajes que ustedes ven reunidos”, dijo Cisneros sobre ellos.

Pues bien, acaba de saltar a la palestra un personaje muy cercano al exgobernante quien reveló un dato que pocos conocen: Cisneros Burgos cuando no era nadie en Veracruz buscó al innombrable para pedir que lo acomodara en su gabinete. Hacía antesala para lograr entrevistarse con él y suplicarle por ingresar a la nómina estatal.

“Jajajajaja ya no se acuerda cuando iba a rogarle a Fidel Herrera -siendo gobernador- que le diera trabajo. Ahí en el helipuerto junto al hotel de un afamado gasolinero”, escribió en sus redes sociales Patricia González Vargas, integrante de la Comisión Estatal de Protección a Periodistas, o sea una funcionaria del cuitlahuismo.

Siempre se ha sabido que la señora González es muy cercana al exgobernante y a su familia, durante años fue su operadora en los medios informativos. Es más, su esposo, Alejandro Ramírez escribió en su momento el libro “Compromiso de la Fidelidad. El relevo generacional en Veracruz” que habla sobre los jóvenes que se formaron al lado del político originario de la Cuenca del Papaloapan -el mismo terruño de Cisneros Burgos, risas -.

Luego ese libro se tomó a chunga y lo comenzaron a llamar el “catalogo de los niños de la fidelidad”, pero es un testimonial que ahí está y que acredita la cercanía de los esposos Ramírez González con el exgobernante y que, gracias a la misma, se enteraron de cosas como la develada sobre que Patrocinio Cisneros quiso formar parte de la fidelidad a la que ahora descalifica.

¡De lo que uno se entera! Bien dicen que como antídoto hacia los simuladores y desmemoriados siempre hay alguien que recuerda -ahora, en la era cibernética, la frase está cambiando por la de “siempre hay un tuit”-. Así, la respuesta a Cisneros vino desde adentro del equipo de funcionarios marrones.