TEXTO Irreverente

Andrés Timoteo

NADIE SE MUEVE

Con diez asesinatos diarios de mujeres, ¿qué se puede celebrar hoy Día Internacional de la Mujer en México? Nada, pero sí se puede protestar, reclamar, exigir, denunciar y proponer. Y a eso llaman las activistas que convocan a que hoy se llenen calles y plazas.
Llaman a marchar, gritar, levantar mantas, corear consignas, pintar paredes y hacerle frente a las autoridades para recordarles que incumplen con su deber de aplicar la ley y permitir a las mujeres a una vida libre de violencia, y exhibirlas porque toleran a los agresores y dejan impunes los feminicidios.

Hoy 8 se moverán y mañana 9 se paralizarán. Las mexicanas están citadas a hacer posible nuevamente “un día sin nosotras” paralizando todas sus actividades como una protesta silenciosa, pero que haga ruido por doquier. “El 9 nadie se mueve”, es la consigna como la que se porfió por vez primera hace tres años, el 9 de marzo del 2020.

Escuelas, empresas, fábricas, oficinas de gobierno, hogares, transporte y comercios, en todos lados se deberá sentir la falta de actividad femenil. Las convocantes, entre ellas las integrantes del colectivo Brujas del Mar quienes fueron las pioneras de esa jornada simbólica, señalan que el objetivo “es simular la desaparición de toda la población femenina en el país como una respuesta a la ola de feminicidios que se vive”.

¿Cuántas mujeres han matado? 4 mil 200 desde diciembre del 2018 a la fecha. En el 2022 fueron 948 feminicidios, diez por día, uno cada tres horas. En enero de este 2023 se registraron 72 feminicidios y aunque la estadística de febrero aún está por darse oficialmente, los colectivos hablan de más de 90. Veracruz cerró el 2022 con 84 asesinatos de mujeres y en lo que va de este año suman 27, aunque la Fiscalía solo reconoce 15. El resto lo ´maquilla’ como ‘delito doloso’.

Tan solo en las vísperas del 8 de marzo, dos mujeres fueron asesinadas con sevicia en Xico y en Ixhuatlán del Café, una a tiros y otra a puñaladas. Por ello no hay nada que festejar pero sí mucho por qué protestar. En todas las ciudades de Veracruz se movilizará el mujerío, aunque Jalapa,la capital, tendrá la concurrencia más numerosa.

Allá los del gobierno estatal, al igual que el patriarca de la “cuarta transformación”, ya están atrincherados en sus oficinas y residencias. Palacio Nacional, en la Ciudad de México, tiene vallas de 3 metros de altura porque de ese tamaño es el miedo y el encono del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador hacia las mujeres en activismo. Lo desquician.

En Veracruz además de la ola de feminicidios está el acoso sexual y laboral contra mujeres que laboran en todas las dependencias del gobierno estatal. No hay oficina que se salve. El botón de muestra más actualizado lo dio el diario Latinus que ubicó a Carlos Santos Hernández, jefe de guaruras de García Jiménez, como el ‘rey de los abusadores’ pues tiene 19 denuncias por hostigar y violar sexualmente a mujeres que trabajan en Seguridad Pública.

Por cierto, en Veracruz este año tiene un protagonista inédito, Patrocinio Cisneros, el secretario de Gobierno, quien se convirtió en el prototipo del agresor de mujeres. Está denunciado por violencia de género contra una diputada y sus antecedentes de comportarse como un patán con legisladoras, alcaldesas o funcionarias, lo hacen el villano feo del día.

A ‘MATILDAZOS’

Mañana jueves, la diputada federal, Lilia Aguilar presentará en San Lázaro la iniciativa para reformar el artículo 225 del Código Penal Federal en materia de violencia de género para fincar responsabilidad penal a los servidores públicos que incurran en omisiones y negligencias en el combate de los feminicidios y las desapariciones de mujeres.

Todos los funcionarios federales, estatales y municipales, sin excepción, que desvíen, obstaculicen, omitan o se abstengan de realizar la investigación de un delito o se atreva a negar la calidad de víctima de los afectados y entorpezcan el ejercicio de sus derechos, deberán enfrentar denuncias con sanciones que van desde las multas e inhabilitaciones hasta la prisión.

A esta reforma la llamaron “Ley Matilde” en referencia al caso de la señora Matilde Gil Herrera, de 62 años quien desapareció el 5 de abril del 2017 en Chihuahua y su cuerpo con huellas de tortura fue localizado el 24 de abril. Durante veinte días la Fiscalía chihuahuense no hizo absolutamente nada para encontrarla. La hija de víctima es precisamente la diputada petista Aguilar Gil, la impulsora de la reforma.

A parte del beneficio para toda la comunidad femenina del país, lo interesante para Veracruz es que de aprobarse dicha ley será un martillo judicial contra la fiscala Verónica Hernández porque casos como el de Matilde Gil abundan en su desempeño ministerial. Habrá una cascada de denuncias en su contra.

Además, los padres de Viridiana Moreno podrán denunciar penalmente al gobernante Cuitláhuac García por haber engañado a la opinión pública y paralizado la búsqueda de la joven cuando en mayo pasado aseguró que “no estaba desaparecida sino resguardada”, pero cuatro días después su cadáver mutilado fue hallado en las playas de Chachalacas.

García Jiménez mintió, manoseó el caso, obstaculizó la procuración de la justicia y atropelló los derechos de las víctimas tal como se prevé en la reforma del Código Penal Federal y por lo tanto podría ser llevado a los tribunales en cuanto entre en vigor la “Ley Matilde”.

Cierto, habrá quien digan que no lo podrán juzgar debido al principio de la no retroactividad de las leyes, sin embargo hay un resquicio que lo hace posible ya que en materia penal existen jurisprudencias sobre la “retroactividad positiva” que facilita la aplicación de nuevas leyes si estas benefician a los reos o a las víctimas.

De ahí pueden asirse los padres de Viridiana Moreno para agarrar a ‘maltildazos’ a la fiscala Hernández y al gobernante García por el cochinero en las pesquisas sobre feminicidios. Igualmente los familiares otras mujeres asesinadas o desaparecidas podrán llevar a ese par a un banquillo judicial gracias a la futura “Ley Matilde”.

*Envoyé depuis Paris, France.