Andrés Timoteo
PÉGUENLE AL NEGRO
Y el negro se tiene bien merecida la tunda. No obstante, la andanada de cuitlahuistas-nahlistas contra el bajacaliforniano Patrocinio Cisneros, todavía secretario de Gobierno es literalmente una “cena de negros” porque se le van encima de manera sincronizada como si fueran violinistas en una orquesta filarmónica.
No es casual que el delegado del Bienestar, Manuel Huerta Ladrón, el que regentea el congreso local, Juan Gómez y otros diputados y funcionarios se alternen puyando al funcionario por su alocada promoción personal pretextando un libro sobre la negritud en la entidad.
El reproche no es injustificado pues todos saben que Cisneros está apanicado por el fin del sexenio -ya restan quince meses -, y sabe que al concluir el cuitlahuato vendrán los ajustes de cuentas. Si antes no sale -lo echan, léase- del gabinete, el primero de diciembre del 2024 será ‘carne para el asador’ de quienes agravió.
Por eso le urge el fuero constitucional inherentes a los cargos de elección popular. No importa lo que sea, diputado local, federal o senador, el objetivo es que no termine en la mazmorra tras el cambio de gobierno. En esa tarea está, en librar su pellejo de la cárcel no importa todo el dinero que gaste -claro, no de su bolsillo sino del dinero que se roba del erario -.
Ya lo decía otro oscuro cuenqueño, el innombrable, que “todo lo que en política se pueda comprar siempre es barato”. Ese es el afán está Cisneros Burgos. Y lo que le pone candela al asunto es que todos sus hoy críticos que le demandan renunciar al cargo o retirar la publicidad están al servicio de la secretaria de Energía, Rocío Nahle. O sea, la zacatecana es la ordenante de la paliza que le arriman.
¿No era su ‘madrina política’? Efectivamente, y entonces la tunda que le acomodan al más afro de todos los jarochos confirmaría la versión que han expuesto algunos opinadores sobre que Nahle ya lo excluyó de su equipo por haberla traicionado al pretender disputarle la candidatura al gobierno estatal.
Se le rebeló a quien lo sacó de la nadería en la que vivía en Baja California y lo colocó como el segundo funcionario más poderoso de Veracruz. El negro le salió felón a la zacatecana, y ahora todos le pegan como escarmiento. Vaya, hasta su incondicional, la diputada terrablanquense Margarita Corro que le organizaba comilonas y fandangos en la Cuenca del Papaloapan, ahora le pide a Cisneros que renuncie al cargo. Es el karma de la traición pues.
AGARRADO DE AQUELLOS
El vapuleo contra Patrocinio Cisneros es integral pues ayer mismo la zacatecana ordenó al consorcio informativo que tiene a su servicio mandar a un personero a la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador para preguntarle de la promoción personal que hace el individuo.
La insidia nahlista estuvo implícita en la larga pregunta hecha al tabasqueño y en la que se afirmó que “todos los anuncios espectaculares de las ‘corcholatas’ presidenciales no le llegan a los anuncios del secretario de Gobierno”. López Obrador respondió que no son los tiempos -vaya, se mordió la lengua- y que el bajacaliforniano debe renunciar si quiere ser candidato.
Gasolina sobre la hoguera les obsequió a los detractores de Cisneros con esa breve e impersonal respuesta. En todo este sainete, hay un ‘elefante en la sala’ -o sea que está ahí, que tiene inferencia, aunque digan que no lo ven- que es el gobernante local, Cuitláhuac García, el único que no se ha pronunciado al respecto.
¿Lo hará ahora que López Obrador sugirió la renuncia del funcionario? Es la duda porque muchos opinadores desde el inicio del sexenio han deslizado la especie de que Cisneros Burgos le sabe algo muy delicado y vergonzoso a García Jiménez y por eso es rehén de sus chantajes. Es palabras jarochas: lo tiene agarrado de los tanates.
Prueba de ello es que el secretario de Gobierno ayer mismo respondió al presidente y a sus cuestionadores locales al decir que ni va a renunciar ni va a detener su promoción, y los llamó “vulgares politiqueros que solo piensan en las elecciones” y que además son ignorantes e incultos pues lo único que hace él es publicitar la historia y la cultura de Veracruz.
Y se aventó un deducción filosófica del tamaño de su ego: “nosotros los cuenqueños tenemos por esencia la cultura, somos bailarines y escribimos obras”. Risas. Que alguien le diga que no se azote porque hay vidrios en el suelo. En síntesis, Patrocinio Cisneros está, como dicen en la Cuenca, ‘achantado en su veleidad sin temor a los dichos presidenciales y con la certeza de que seguirá en el gabinete de García Jiménez. ¿Lo tendrá agarrado de aquellos? Así parece.
LÁZARA Y SUS LAZARILLOS
Quieren revivir a una muerta. Bueno en política nadie está muerto, pero sí en infortunio. Por eso, los cuatro impresentables del gobierno cuitlahuista -Juan Gómez, Eleazar Guerrero, José Lima y Zenyazen Escobar – se asumieron como los lazarillos de la zacatecana Rocío Nahle buscando revivirla como al Lázaro bíblico.
La zacatecana está en sus horas más precarias luego del fracaso de la refinería de Dos Bocas y por eso aceleró lo que estaba cantado: la cargada local para arroparla, bueno en este caso rescatarla. Ya se había dicho que luego de que el hidalguense Ricardo Ahued declinó sus aspiraciones a favor de Nahle el mes pasado, lo harían otros politiquillos de la aldea. Fue tan pronto como requiere la desdicha política en la que está sumergida la zacatecana.
Lo malo para ella, como ya se dijo, es que ese cuarteto le acarrean más mala fama que atracción electoral. Basta leer las reacciones de pitorreo en las redes sociales cuando se ‘posteó’ la fotografía de ellos junto a la zacatecana con el comentario de que ya todo estaba decidido en Veracruz.
De ladrones, cínicos y abusivos no bajaron a los cinco -los cuatro lazarillos y la Lázara de Río Grande, Zacatecas-. Risas de nuevo. Para no variar, a esos cinco también les urge el fuero después del 2024, igual que a Patrocinio Cisneros, para que no terminen en la picota.
*Envoyé depuis Paris, France.