TEXTO IRREVERENTE

Andrés Timoteo

PLACEO CON PERMISO

Lleva más de quince giras por diferentes municipios veracruzanos. Ha estado en el norte, sur y centro de la entidad. Se ha reunido con diversos sectores sociales y productivos, y por supuesto con grupos de influencia política. El último fin de semana recorrió los municipios norteños de Tihuatlán, Tuxpan, Poza Rica, Coatzintla, Castillo de Teayo y Cazones mientras que de forma telemática intervino en la asamblea anual que la Federación Latinoamericana de Ciudades, Municipios y Asociaciones de Gobiernos Locales (FLACMA) realizó en Orizaba.

Y no parará ni en vacaciones navideñas ya que para esos días tiene programadas varias estancias por diferentes partes del estado a fin de entregar obsequios a la población, entre ellos juguetes a niños de escasos recursos. Es más, ya recurrió a la vieja estrategia mediática de ‘donar’ el aguinaldo que cobrará en el Poder Legislativo federal para costear juguetes que repartirá “personalmente” -así lo dijo textualmente en un mensaje-. Coronó el anunció con: “Nos vemos pronto en Las Posadas”.

Se trata, obviamente, del minanteco Sergio Gutiérrez Luna, diputado morenista y presidente de la mesa directiva en San Lázaro quien ya está en franca precampaña para posicionarse en el imaginario veracruzano con miras al proceso electoral del 2024. ¿Por qué recorre anticipadamente Veracruz pues faltan tres años para la elección y al menos dos años para que se inicie el proceso interno en el partido marrón para seleccionar a un eventual candidato?

Fácil, lo hace para construir una imagen electoral y un arraigo local. Todos saben que Gutiérrez Luna si bien es originario de Minatitlán su vida profesional y política la ha realizado en Sonora y en la capital del país, entonces necesita edificar la cercanía con el terruño primigenio y sobre todo con los sectores  que le aporten peso político local.

En segundo lugar necesita ser conocido porque el objetivo principal de sus giras es que cuando llegue el momento de que se hagan las famosas encuestas, que serán el método del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) para elegir a sus candidatos, esté bien posicionado y en posibilidades de disputar la candidatura al gobierno de la entidad. Bueno, según los allegados a Gutiérrez Luna, la intención no es ser competitivo sino ganar la medición de la preferencia.

Lo anterior significa que la popularidad que construye -a prisas y con cierto tufo de intrusión – es para rebasar a la zacatecana Rocío Nahle, actual secretaria de Energía y quitarle la nominación del 2024.  Vaya suerte de los veracruzanos, los dos personajes que tienen la posibilidad de gobernarlos son ajenos a la entidad. Uno, Gutiérrez si bien es nacido en el sur del estado está desarraigado del terruño y la otra a pesar de que lleva años viviendo en la misma zona -el sur – no es nativa y, hasta el momento, las leyes locales le impiden ser candidata a la gubernatura. Es un duelo entre advenedizos.

Por supuesto que la injerencia del diputado federal en el rejuego veracruzano vino a descomponer los planes de la zacatecana Nahle -quien en privado presumía a los suyos que “Veracruz  ya tiene dueña” -según lo ha citado el  documentado columnista jalapeño, Raymundo Jiménez- y por supuesto los del gobernante en turno, Cuitláhuac García y sus grupos políticos que lo rodean.

¿CABALLERO VS. MATARIFES?

De ahí la rabia de algunos funcionarios y voceros del cuitlahuismo contra Gutiérrez Luna que no es poca, pero tampoco suficientemente para detener su proselitismo. García Jiménez ha intentado sobajarlo con su desprecio diciendo que “no lo conoce” -risas- pero ese berrinche no ha funcionado y no causó ningún efecto mediático ni político, lo que significa que su fuerza en la ‘realpolitik’ es de papel de china y además mojado.

A su vez, el cerril secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros mantiene amenazados a alcaldes a fin de boicotear las reuniones del minanteco, pero tampoco lo ha logrado. Claro, Gutiérrez Luna no haría nada sin permiso de palacio nacional -entiéndase del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador – y sin que estuviera respaldado por grupos de influencia precisa en la esfera del poder central.

El parlamentario tiene dos soportes en el altiplano: pertenece a la corriente del líder de Morena, Mario Delgado, y por ende a la del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, el mejor posicionado para la candidatura presidencial del 2024, y está relacionado con  la corriente  del Estado de México, proactiva a favor de la gobernanta capitalina, Claudia Sheinbaum, la segunda mejor posicionada para el 2024 y consentida de López Obrador. Esa es la razón por la cual los politiquillos locales no lo han podido frenar. Tiene permiso para placearse.

Por cierto, se sabe que Gutiérrez Luna no solo se ha encontrado con sectores del morenismo y de otros partidos políticos sino también con propietarios y directivos de medios de comunicación en todo el estado. Han sido reuniones positivas, dicen los bien enterados, por el trato fino recibido del legislador lo que se contrapone, por mucho, a las majaderías y ataques de Cuitláhuac García y sus pistoleros verbales encabezados por el tal Patrocino Cisneros contra la prensa. Ahí también  le están ganando la partida pues no falta quien afirme que la comparación en la diplomacia mediática es abismal: un caballero frente a unos matarifes. ¿Tanto así?

CONFESIÓN DEL CRIMEN

Un amable lector, profesor y médico, escribió a este espacio para aclarar que el gobernante en turno sí mencionó en su discurso, en el congreso local, el desabasto de medicamentos y en especial para los niños con cáncer. Pero mejor se hubiera quedado callado porque lo que dijo es una barbaridad, señala. García Jiménez sostiene que realizan “tratamientos alternativos” en los pacientes a los que no llega la medicina. Retórica mortal más que irresponsable o indolente.

Hasta el momento la ciencia no ha encontrado “tratamientos alternativos” que sean efectivos para combatir el cáncer. Solo hay, dice el lector, tratamientos paliativos que son para darle calidad de vida a un enfermo terminal, que invariablemente va a fallecer. ¿Eso es lo que hacen en los hospitales de Veracruz? ¿acaso no es una práctica criminal similar a la del duartismo que inyectaba agua a los niños con cáncer? La confesión del crimen vino de la boca del gobernante.