Andrés Timoteo
HOMÍNIDOS A ESCRUTINIO
No es lo mismo mentir en la aldea donde se controla a las instituciones y se esconden los documentos que sostengan sus dichos que hacerlo en el contexto nacional. Así, el gobernante en turno Cuitláhuac García se puso bajo escrutinio de expertos en el derecho y la jurisprudencia con el caso de la detención del exalcalde de Tecolutla y actual secretario técnico del Senado, Manuel del Río Virgen.
La aprehensión es, por supuesto, una embestida contra el zacatecano Ricardo Monreal quien ha dejado en evidencia al cuitlahuismo por sus abusos de poder y persecución contra opositores políticos. Ahora, tras la sorpresiva captura de Del Río, en el Senado se integró una comisión especial para investigar los abusos de autoridad en Veracruz. Así se cumplió lo anticipado que el caso serviría para ventilar en el contexto nacional todo lo que pasa en la entidad con el uso faccioso de la Fiscalía, la policía y el poder judicial del estado.
La comisión la presidirá el exgobernador Dante Delgado, quien en la víspera se refirió duramente a García Jiménez y su fiscala Verónica Hernández Giadáns a quienes definió como “vulgares delincuentes investidos con poder público”. Ellos están en un brete porque, para empezar, tendrán que probar documentalmente dos cosas: que la detención y la acusación penal contra Del Río Virgen están apegadas a derecho.
Lo anterior se ve muy difícil pues según lo que se ha sabido del caso -el homicidio de René Tovar, candidato del Movimiento Ciudadano asesinado por un comando armado en la víspera de la jornada electoral del pasado 6 de junio y cuya autoría intelectual se la atribuye al secretario del Senado -todo parte de versiones de oídas y especulaciones de los agentes ministeriales. Los peritos del Senado escudriñarán la carpeta de investigación y las diligencias que hizo la Fiscalía veracruzana.
Habrá un escándalo mayúsculo si se confirma lo que ya han anticipado tanto Monreal como Delgado Rannauro, que todo es un tinglado armado sobre las rodillas y carente de legalidad con el mero fin de perseguir a sus adversarios políticos. Ayer mismo, al dar a conocer la creación de la comisión especial, se expusieron dos datos que tumbarían el caso ante los tribunales federales. Monreal citó que la orden de captura se obtuvo a través de una petición escrita de la fiscala, Hernández Giadáns a un juez local.
“Es, por lo tanto, una orden completamente ilegal, sin fundamentos jurídicos porque la ley establece que una orden de aprehensión se debe pedir en audiencia ante un juez de control”, expuso. Por su lado, Delgado Rannauro señaló que Del Río Virgen nunca fue notificado del proceso judicial en su contra, nunca lo solicitaron en comparecencia y por lo tanto se violaron sus derechos de audiencia y de defensa. Atropellaron el famoso ‘debido proceso’ y eso también hará tambalear el tinglado armado por la Fiscalía local. No es lo mismo falsear en la aldea que ante todo el país y frente a expertos, se repite.
LOS HILOS DELGADOS
Pero el asunto no para allí porque también Ricardo Monreal hizo público que por medio del secretario de Gobernación, Adán Augusto López se abrió un proceso de diálogo para enderezar el entuerto sin tener que llegar a la denuncia formal contra las autoridades veracruzanas y activar – si acaso – lo que ya solicitó Dante Delgado que es la desaparición de poderes en la entidad. Obviamente eso es un amago más pretencioso que posible aunque de todos modos tendrá secuelas.
De acuerdo al presidente del Senado, en el “diálogo” – entiéndase negociación – no solo entra el caso de Del Río Virgen sino también los de otros ‘presos políticos’ que tiene el cuitlahuismo -el panista Tito Delfín y el perredista Rogelio Franco entre ellos así como varios candidatos o precandidatos de partidos opositores -.
En política todos saben cómo terminan estos asuntos. Se echa reversa y se ofrecen ‘cabezas’ para que sean guillotinadas. Sí Cuitláhuac García no logra sostener jurídicamente su proceder contra Del Río y los otros presos por motivos políticos tendrá que recular y ahí vendrán los ajustes auspiciados por la Secretaría de Gobernación para calmar las aguas que torpemente agitó. Obviamente no echarán a García Jiménez, pero en su gabinete tiene ‘hilos muy delgados’ que podrían ser reventados.
¿Cuáles son? La fiscala Hernández Giadáns -a la que Dante Delgado ya prometió que terminará en la cárcel – y a su titiritero, Patrocino Cisneros, el secretario de Gobierno -o ‘Patrocinuscatropus pigmeus’, como ya le dicen, risas- y quien también es el que le habla al oído al gobernante y lo empuja a cometer sainetes que se le revierten. Este último lo puso en la diana nacional.
¿Qué va a pasar cuando los senadores ventilen que Hernández Giadáns y Cisneros no cuentan con la acreditación de los exámenes de confiabilidad que exige el Sistema Nacional de Seguridad Pública?, y ¿qué cuando también se confirme que la fiscala tiene nexos familiares con personajes ligados a la delincuencia organizada? Un hermano notario y una prima. La pira encendida podría llegarle a los aparejos a esos que convirtieron a Veracruz en el planeta de los simios.
Cierto, ayer también el presidente López Obrador respaldó a García Jiménez y dijo que es incapaz de cometer una injusticia, pero eso no le alcanzará si a la luz del derecho se confirma lo contrario. La saliva no le gana al papel probatorio y quienes investigan al homínido no están bajo su control.
FELICES FIESTAS
Hoy es Noche Buena. En México y el mundo se pide a gritos eso, la bondad. Una velada bondadosa en toda la extensión de la palabra: convivencia pacífica, afectiva y solidaria entre los de buena voluntad. Hagámoslo en la medida de lo posible. Ah y la fiesta no es justificación para el descuido y en tiempos de peste el mejor regalo es la salud, por ende la vida.
No hacer tumulto, usar mascarilla y respetar las otras medidas sanitarias son un obsequio invaluable que no necesita moño ni envoltorio. No infectar con la Covid-19 a nuestros padres, abuelos, tíos, hijos amigos y vecinos será un acto de amor. Esperando tal generosidad, a los amables lectores les deseamos una amena y balsámica Navidad. ¡Salud!