ANDRÉS TIMOTEO
PLEITO DE TRES DÍAS
La diatriba duró tres días. Comenzó el cuatro de enero cuando diputados locales y federales del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) lanzaron el anzuelo al ayuntamiento de Veracruz para que promoviera el retiro de la concesión del sistema de agua potable al Grupo Metropolitano de Agua y Saneamiento (MAS), filial de la brasileña Odebrecht. Los engallados fueron la comapeña Rosa Hernández Espejo, legisladora federal, y los locales Fernando Arteaga y Iván Chincoya.
Los tres, acompañados de los regidores morenistas, lanzaron ajos y cebollas contra la empresa y el ayuntamiento, pero no tocaron ni por equivocación a los que están detrás de la filial de Odebrecht ni las administraciones del innombrable y de Javier Duarte que hicieron ese negociazo que durará treinta años. Ni una palabra de crítica dirigieron a los dos exgobernantes porque fueron patrones de dos de ellos, de Hernández Espejo y de Arteaga Aponte.
Por supuesto que ninguno de los diputados buscaba el beneficio a los usuarios sino la camorra política contra la nueva alcaldesa, Patricia Lobeira y eso quedó demostrado setenta y dos horas más tarde, el 7 de enero, cuando el tema llegó a su actual patrón, el gobernante en turno Cuitláhuac García, quien de plano les desinfló la burbuja al deslindarse del asunto señalando que era competencia municipal y “a ver como ellos (los del ayuntamiento) lo resuelven”.
Y se les acabó el gas. Los fidelistas Hernández Espejo y Arteaga Aponte arriaron las velas. No volvieron a tocar el asunto. Lo mismo que el diputado Chincoya Durán. Los tres recularon y dejaron solos a los regidores acomedidos y sobre todo a los porteños y medellinenses que padecen los abusos del Grupo Mas. No debía ser así pues los tres legisladores pudieron convocar a un grupo de trabajo, aportar asesores y abogados para que junto con el ayuntamiento porteño se estudiaran los recursos legales y las posibilidades para revocar la concesión.
No lo han hecho y no lo harán porque su objetivo no era ese sino el flamazo político. Por si faltara algo que corroborara que a los regidores y diputados marrones nunca les importó el tema de fondo ni el daño a la economía, la salud y el medio ambiente de los usuarios es que se lanzaron contra la creación de la procuraduría para la defensa del agua en el ayuntamiento a la cual tacharon de ocurrencia, insulto, más burocracia y premio de consolación para quien sería su titular.
¿Qué debieron hacer si en realidad estuvieran preocupados por las garantías de los porteños y medellinenses? Pedir participación ciudadana e incluso legislativa en ese organismo, proponer una contraloría mensual sobre su desempeño y colaborar en la defensa de los derechos de los usuarios con apoyo de abogados y representantes legales. Sin embargo, como su objetivo no es el beneficio popular sino el golpeteo partidista lo que hicieron fue acelerar a los regidores-marionetas para descalificar a priori dicha procuraduría.
No son los primeros que usan el tema del servicio de agua potable para sacar provecho político ni que engañan a los ciudadanos al disfrazarse de paladines para resolver el problema. Los panistas les ganaron la idea desde hace varias legislaturas. Los actuales diputados locales y federales de Acción Nacional llevan años utilizando el tema como asunto electoral y nunca resolvieron nada. Unos son iguales que los otros, mentirosos y caraduras.
EL SIMULADOR
Por cierto, todo un ‘show’ hizo el diputado local Chincoya Durán para que la prensa lo llamara “diputade” y se pregonó como un representante auténtico de la comunidad homosexual, pero en los hechos ya muchos se quejan de que el señor es pura farsa. Dos casos recientes demuestran que eso de abogar por los grupos vulnerables, la igualdad de derechos entre binarios y no binarios y el combate a la segregación no es lo suyo.
Las organizaciones defensoras de la Comunidad LGTB+ acusan que el señor Chincoya ni siquiera se dignó a recibirlos ni quiso hacer un pronunciamiento por el asesinato del maquillista Jordy Dávalos en Fortín de las Flores, cuyo cuerpo mutilado se localizó el pasado 13 de enero, y ayudar en el caso de la trabajadora sexual transgénero Karina López, fallecida el viernes de la semana pasada y cuyo cuerpo sigue en la morgue sin ser sepultado.
El homicidio de Dávalos es considerado por las organizaciones civiles como el primer crimen de odio que se registra en Veracruz en este 2022 y a pesar de que algunos acudieron a la oficina del diputado Chincoya éste nunca los recibió para pronunciarse al respecto. “Anda muy ocupado en comisiones y acompañando al señor gobernador en eventos muy importantes”, les dijeron sus ayudantes.
Sobre el segundo, las agrupaciones han realizado marchas y pronunciamientos públicos porque la Fiscalía no quiere entregarles el cuerpo para sepultarlo pues como no tiene familiares que lo reclamen pretende mantenerlo por quince días y luego enviarlo a la fosa común. Un trato inhumano, por supuesto, alegan los defensores de la Comunidad LGTB+ y ante eso el legislador Chincoya sigue callado, simulando que está muy ocupado y sin tiempo para atender asuntos de la propia comunidad que utilizó para promoverse y ganar la curul.
HASTA LAS CLAVES
En Córdoba continúa saliendo el cochambre dejado por la alcaldesa panista Leticia López Landero y ahora le tocó a la oficina de su jefa de prensa Martha Marañón. Sí, esa misma que fue vocera del PAN estatal, y que en el 2010 era colaboradora cercana del entonces candidato a la gubernatura Miguel Ángel Yunes y que por espiarlo luego fue premiada por Javier Duarte incorporándola a la Subsecretaría de Gobierno bajo el mando del hoy diputado priista Marlon Ramírez -de quien se dice la rescatará del desempleo en breve-.
Pues resulta que la señora se llevó lo que pudo: cámaras fotográficas, de video, tarjetas de memoria y hasta las claves para acceder a las cuentas oficiales del ayuntamiento en las redes sociales. El nuevo edil, el morenista Juan Martínez tuvo que abrir nuevos perfiles en la web. Además, hay facturas millonarias que solo indican el robo simulado. Por ejemplo, por la compostura de un proyector usando en el ‘maping’ para recrear espectáculo de luz y sonido sobre la fachada del palacio municipal, “pagó” más de 2.5 millones de pesos casi la mitad del valor total del aparato y éste ¡lo entregó sin funcionar!