ANDRÉS TIMOTEO
LOS COLMOS
Repartieron las comisiones en el congreso local y los colmos están implícitos. La de Transparencia la presidirá la neomorenista, Lidia Mezhua quien junto con su hermano, Juan Carlos Mezhua, saqueó el ayuntamiento de Zongolica. La de Atención a Grupos Vulnerables se la dieron a la priista Guadalupe Ingram, la de las transas con las estancias infantiles de Sedesol. Gobernación fue para la morenista Margarita Corro, la comadre de un capo de la mafia
Hacienda del estado será encabezada por la también morenista Rosalinda Galindo, apodada la “reina del nepotismo” pues tiene 28 familiares cobrando en la nómina pública. ¿Lo notaron? Todas las protagonistas de esos colmos son mujeres, hasta parece que lo hicieron a propósito para dejar mal parado al género. El panista Jaime de la Garza -ese que usa zapatos de mil dólares para no sentirse menos cuando se reúne con los Yunes – presidirá la comisión de Atención a Periodistas ¡cuando de ese tema tan delicado sabe lo mismo que de astrofísica! El señor es administrador de empresas y no precisamente informativas.
Y el colmo de los colmos: el vocal de dicha comisión es Antonio Martínez Amador que cuando fue alcalde de Acayucan amenazó de muerte a reporteros de la zona sur, entre ellos a Fabián Santiago Hernández del Diario de Acayucan a quien agredió en público gritándole que “le iba a romper la madre”. Por tal ataque, la Asociación de Periodistas de Acayucan lo denunció públicamente. Este tipejo ahora se dedicará de defender a los que antes embistió. Vaya burla para el gremio.
EL BELLO DURMIENTE
Dice el presidente Andrés Manuel López Obrador que no puede “dormir tranquilo” por el desabasto de medicamentos en los hospitales públicos y emplazó al secretario de Salud, Jorge Alcocer y al director del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), Juan Antonio Ferrer, a “terminar de resolver el problema” para que los enfermos en penurias ya no le espanten el reposo nocturno. El brete es que no pueden “terminar de resolver” cuando ni siquiera han comenzado a hacerlo.
Además, el tabasqueño tiene el sueño bastante pesado pues lleva tres años con ese asunto y no se le ha visto desvelado ni ojeroso por los pacientes afectados, sobre todo de los niños enfermos de cáncer cuyos padres de familia llevan protestando desde inicios de su sexenio.
No les ha mostrado ni empatía ni solidaridad al contrario los ha acusado de ser parte de una conjura para desprestigiar a su gobierno al prestarse a los chantajes de las farmacéuticas que antes proveían los insumos al sector Salud.
Tampoco le quitó el sueño sugerir, por ejemplo, que los pequeños cancerosos se mueren adrede para manchar a la “cuarta transformación”. El martes pasado, padres de pacientes infantiles de Guerrero, Veracruz, el Estado de México y de la capital del país bloquearon por sexta ocasión el acceso carretero a la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y amagaron con romper el diálogo con funcionarios del Insabi que los han engañado reiteradamente.
¡¡ Van 21 ocasiones en que les mienten!!. En todas las reuniones que han sostenido con ellos les dicen que ya están compradas las medicinas y en camino, pero nunca llegan. Y Veracruz es una perla en este asunto pues en julio pasado el Insabi envió un lote de formulas oncológicas a la Secretaría de Salud estatal, pero nunca se distribuyeron a los nosocomios ni mucho menos a los enfermos.
¿Qué pasó? El propio Insabi informó que se habían “extraviado” por lo que abrió una investigación la cual hasta la fecha no se sabe qué fin tuvo. Sin embargo, es del conocimiento popular que en la dependencia que encabeza Roberto Ramos Alor hurtaron esos medicamentos. A esa bajeza llegó el cuitlahuismo, a robarles a los niños cancerosos.
Hasta hoy, cuatro meses después de ese episodio siguen sin aparecer esas fórmulas entre las que se encuentran etopósido, metotrexato y citarabina que son necesarias en los tratamientos de esos niños, algunos de ellos incluso han muerto por la falta de ellos. Es el resultado de las raterías homicidas -sí, ya se pude decir eso- de los funcionarios veracruzanos.
El desabasto de medicamentos a nivel nacional no es otra cosa que una consecuencia de la obcecación de López Obrador por destruir los programas de los gobiernos pasados. Es cierto, había corrupción en los mismos pero no la corrigió sino que desapareció los esquemas completos y no pudo reemplazarlos por otros más eficientes. Lo peor es que sigue el despilfarro financiero pues recurrió a un sistema y a intermediarios que salieron más caros e ineficaces. Por todo eso, la preocupación del ‘bello durmiente’ del palacio nacional no suena ni creíble ni su emplazamiento cumplidero.
COMPRE AHORA…
Basado en el popular Black Friday o Viernes Negro de Estados Unidos, el Buen Fin inició el miércoles en México y finalizará el martes. Estos días de descuentos y promociones comerciales cumple una década de realizarse -su primera edición en el 2011- y será el segundo de la ‘era pandémica’. Claro, esto último no tiene gran importancia porque en el país es como si la peste ya no existiera.
Si el año pasado se llevó a cabo aun con la embestida vírica -y que no había vacunas – ahora con más razón se verán multitudes en las tiendas para aprovechar las ‘rebajas’ y ofertas a “meses sin intereses” en todo tipo de artículos. ¿La mascarilla, la sana distancia y la prudencia sanitaria? Es cosa olvidada. Los enfermos y los muertos por la Covid-19 ya no se cuentan en México.
Hay que acotar que no es malo el concepto del este periodo de ventas promocionales, aun cuando algunos lo cataloguen como un culto al consumismo, ya que es necesario reactivar la economía. Lo negativo es que las compras masivas se convertirán en focos de infección gripal. Los saldos necrológicos y hospitalarios del gentío se verán en unos quince días.
Por cierto y aunque usted no lo crea, hay casas funerarias que también pusieron en descuentos atractivos los paquetes de sepelios que incluyen el féretro o en su defecto ánforas para cenizas, sala para el velatorio, incineración, lápidas grabadas y hasta servicio de café con galletitas para los asistentes a las pompas fúnebres. “Compre ahora y muera (tranquilamente) después” sería la publicidad de esa oferta que ya lleva incluido el contagio del Coronavirus en las turbamultas de las compras compulsivas.