ANDRÉS TIMOTEO
NUEVA TÁCTICA
¿Lo han notado? El gobernante en turno, Cuitláhuac García, parece que ya le perdió el miedo a las cámaras y los micrófonos. Ya no es el funcionario huraño que solo esporádicamente se presentaba ante los reporteros para contestar preguntas y cuando lo hacía esporádicamente era solo porque el contexto lo exigía. ¿Se acuerdan de sus gestos y balbuceos en aquel diciembre del 2018 cuando apenas comenzado su sexenio y ya había liberado a casi todos los exfuncionarios duartistas que estaban encarcelados?
En aquella ocasión fue tal el escándalo que tuvo que ofrecer una conferencia de prensa para explicarlo, y, por supuesto, echarle la culpa al pasado pero su cara denotaba una especie de pavor por enfrentar a los reporteros ante un tema candente. Después se cerró a los medios informativos, literalmente les corría. No olviden que en una de las visitas del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador al puerto de Veracruz algunos colegas lo acusaron de huir de la prensa. Ahora, pasados tres años, García Jiménez es otro -hay que reconocerlo – pues sale dos o hasta tres veces por semana la palestra para ser interrogado.
Claro, los periodistas convocados a sus conferencias en palacio de gobierno son “seleccionados”, por decirlo de una manera suave, para tener unos entrevistadores a modo. Tanto así que los mismos colegas jalapeños aseguran que entre los asistentes regulares a sus conferencias no escasean los “lores Moléculas’ -como en ‘Las Mañaneras’ presidenciales- que le hacen preguntas a modo, ordenadas por el vocero estatal, y aceptan sus respuestas sin cuestionar la veracidad y en algunos casos hasta la cordura de las mismas.
Pues bien, en los pasillos de palacio de gobierno platican que esas conferencias frecuentes son la nueva estrategia adoptada para tratar de que García Jiménez levante la alicaída percepción que los veracruzanos tienen de su gobierno. Un intento de revertir la decepción y el repudio popular que ha acumulado. Obviamente se trata de una copia-calca de lo que hace López Obrador aunque más precaria porque García Jiménez ni domina la agenda diaria ni tiene buena retórica y sí muchas deficiencias lingüísticas, dialécticas y semánticas.
Si López Obrador dispara hasta ochentas mentiras cada “mañanera”, según el registro cuantitativo y cualitativo de los que se dedican a eso, el gobernante estatal no solo engaña sino es una máquina de emisión de disparates y ocurrencias. Nada más hay que echar un vistazo a las reacciones que generan, especialmente en las redes sociales o en las publicaciones digitales que tienen interacción de los lectores, porque causan una avalancha de burlas, algunas demasiado ásperas y crueles, descalificaciones y pitorreos.
Los espectadores agarran a chunga todo lo que dice García Jiménez, algo que para nada les cuesta porque el gobernante les proporciona suficiente material para que lo ridiculicen. Es cierto, el gobernante ya le perdió el miedo a los periodistas, pero no se ha preparado para dar posiciones oficiales o debatir sin que genere asombro porque cada vez son más descaradas sus mentiras y mas profundas sus divagaciones ante la realidad. Se nota que tampoco escucha a sus asesores. ¿No los tendrá? Si los tiene debería correrlos porque no le sirven para nada.
Por cierto, los colegas jalapeños hacen una aclaración puntual: si bien indignó el trato grosero que García Jiménez le dio a una reportera hace dos semanas en una de sus conferencia de prensa, la versión justificante que salió de Comunicación Social es que no se trató de una agresión sino de un regaño escalafonario. ¿Qué es eso?, se preguntará el lector. Que el gobernante se sintió con derecho a hacerle la reprimenda pública porque la compañera era de los comunicadores que son considerados ‘amigos’ del régimen.
Vaya, era tan cercana a palacio de gobierno que formaba -así en pasado – parte del grupo de periodistas que invitan al programa “Ocho a la mesa” que transmiten en la oficialista Radio Televisión de Veracruz (RTV) para piropear a García Jiménez y sus colaboradores. Su última participación fue en noviembre pasado cuando la llamaron para la comparsa, digo la entrevista, a José Lima Franco, el secretario de Finanzas. Ya no lo harán, afirman enojados los de la vocería estatal.
¿Qué culpa tiene la compañera? Ninguna, pero la polémica generada por aquel episodio de ira en el gobernante estatal tiene enojados a todos en palacio de gobierno. Ahora, dicen, la zarandeada intenta hacer un control de daños para recuperar la cercanía y por eso despreció el llamado de los compañeros para que la semana pasada se uniera a la manifestación realizada en Plaza Regina para pedir que se detengan las agresiones a la prensa.
No acudió a pesar de que ella misma fue víctima de maltrato por parte de un funcionario público e incluso algunos ya la habían declarado paladina de la libertad de expresión. ¿Cómo es eso? Pero de cualquier modo la comunidad repoteril sigue indignada : a los ‘amiguis’ tampoco se les maltrata y mucho menos en público, además de que dada la explicación anterior entonces el regaño escalafonario ya entra en el tema de violencia laboral -de patrón hacía el empleado, pues-.
GUERRA DE LAS LONAS
En algunas ciudades aparecieron carteles en puentes y barandillas contra el presidente López Obrador. Lo rechazan como mandatario y piden que se vaya, según los textos allí impresos. Pero fueron manos anónimas los que colocaron esas lonas y lo hicieron como acostumbran los del crimen organizado: de madrugada, en la oscuridad y a hurtadillas.
Por ese modo de colgar los mensajes se abrió el abanico de elucubraciones. Vaya, hasta dicen que las mantas vinieron de los mismos cuitlahuistas para tratar de azuzar a la ‘chairada’ a defender al caudillo e incentivarla para que acuda a la consulta de revocación para el 10 de abril. ¿Tanta es la indiferencia que tienen que recurrir a eso? Nadie lo dude, aunque suena algo muy elaborado para mentes tan poco brillantes como las que hay en palacio de gobierno.
Se percibe como una guerra ociosa pues no genera mayor impacto salvo la anécdota informativa de momento. Y se dice guerra porque la otra parte -si es que la hay- comenzó primero: el gobierno estatal ha colocado anuncios espectaculares llamando a ratificar al tabasqueño. ¿No tienen algo más productivo que hacer?