TEXTO IRREVERENTE

ANDRÉS TIMOTEO

NIDO DE ROEDORES

No mienten los estudiantes que desde el inicio de la semana bloquearon los accesos en el Instituto Tecnológico Superior de Alvarado (ITSA) exigiendo la destitución de Miguel Hernández Linares a quien acusan de saquear el presupuesto escolar, tener en decadencia las instalaciones y a pesar de ello elevar las cuotas y el costo de los servicios administrativos.

A ellos se les obligó a regresar a clases presenciales pero en las aulas no tienen ni siquiera internet y en algunas sedes ni energía eléctrica o agua potable pese a que la higiene es algo primordial sobre todo en medio de una pandemia. Pese a ello, más de 2 mil 500 estudiantes deberán pagar cuotas más caras y de ahí su rebeldía. No son los únicos porque los maestros también llevan tiempo denunciando las anomalías financieras cometidas por Hernández Linares quien ya no sabe qué inventarse para robarse el presupuesto.

En octubre pasado, por ejemplo, en plena inauguración del 34 Congreso Nacional de Informática y Computación, realizado de forma telemática, los docentes acusaron a Hernández Linares con el subsecretario estatal de Educación Media y  Superior, Jorge Uscanga Villalba porque no pudieron cobrar el Estímulo al Desempeño Docente (EDD) 2021 ya que el director se inventó nuevas cláusulas y alegó  errores administrativos para dejarlos sin ese bono. Todo para quedarse con 2.5 millones de pesos que legalmente les correspondía a los catedráticos.

Ahora, son los alumnos los que estallaron ante los abusos y latrocinios de Hernández Linares, protegido del secretario de Educación, Zenyazen Escobar García. Tanto es así que el  funcionario estatal con tal de defenderlo recurrió a la politiquería y a buscar culpables como  la alcaldesa alvaradeña, Lizzette Álvarez a quien acusa de estar detrás de la movilización estudiantil con el afán de poner a un incondicional en la dirección de dicho instituto.

Pero su jefe, el gobernante en turno Cuitláhuac García, fue más allá pues además de señalar a la edil de estar detrás de la protesta de los alumnos también nuevamente la acusó de estar ligada al crimen organizado amenazándola con una investigación judicial. Uno y otro, García Jiménez y Escobar García, caen en lo mismo que denuncian en otros pues protegen a un delincuente consumado.

Hernández Linares arrastra señalamientos de corrupción desde que era administrativo del Instituto Tecnológico de Acayucan y cuando fue director del Instituto Tecnológico de Jesús Carranza. En ambos lugares  fue señalado de cometer fraudes, nepotismo, saturar las nóminas de ‘aviadores’ y de acoso laboral contra personal docente así como amenazas y hostigamiento contra los alumnos.

En Jesús Carranza le contaron 17 maestros y empleados administrativos “fantasmas” que cobraban sin que nadie los conociera, además también elevó las cuotas a los estudiantes y él mismo se auto-asignó  bonos a su salario para elevarlo a más de 40 mil pesos cuando debería ganar 28 mil. Ahora todo eso lo está reproduciendo en el ITSA.

Pero el centro educativo alvaradeño es tan solo uno de los 23 institutos y universidades en el estado que están convertidos en verdaderos ‘nidos de roedores’ pues ha incrustados incondicionales y familiares de funcionarios estatales con la instrucción de saquear los presupuestos, vivir de la nómina y hacer negocios con el dinero educativo. Tres ejemplos más lo comprueban.

En el Instituto Tecnológico Superior de Tierra Blanca (ITSTB), el director Sidney René Toledo no solo elevó el precio de la matricula a los alumnos sino que ha usado el presupuesto para comprar material que ocupó en remodelar sus casas, incluido un Jacuzzi, y ropa íntima femenina que regala a sus ‘conquistas’ -de ahí mismo del instituto – además para pagar colegiaturas por 26 mil y 30 mil pesos para sus hijos y sobrinos en universidades privadas de Boca del Río.

PRIMOS Y TAJADAS

Pese a las denuncias documentadas hasta con detalles -por ejemplo, las tangas Vicky Form y Victoria’s Secrets adquiridas con recursos escolares son talla mediana, ‘súper sexis’ y ‘body form’, ah y en color coral mientras la tina de hidromasaje para su jacuzzi es de cuatro chorros-, Escobar García lo sostiene en el cargo. Lo mismo que al director de la Universidad Tecnológica del Centro de Veracruz (UTCV), Juan Manuel Arzola Castro a pesar de todos los actos de corrupción que le han ventilado, similares a los de los institutos de Tierra Blanca y Alvarado.

El mayo del 2020, se documentó que Arzola entregó un contrato por 3.2 millones de pesos para las labores de limpieza. Tan irregular fue el asunto que ni siquiera se trata de una empresa formal sino un particular, Jesús Nieva Ramos -quien según la especie sería prestanombres de Arzola y Escobar García-, y al ir a comprobar el domicilio anotado en el contrato resultó ser un lote baldío de Amatlán de los Reyes.

Además, la nomina de UTCV está llena de parientes de los funcionarios estatales. El secretario Zenyazen Escobar tiene a su primo Rafael Espinoza García como director de vinculación con un salario de 50 mil pesos, a su compadre Felipe Bermúdez Orozco como director administrativo y a Nohemí Jiménez, otra incondicional, en el cargo de analista cobrando como si estuviera en una jefatura y sin tener siquiera titulo profesional.

En tanto, la  subsecretaria de Educación Básica, Maritza Ramírez Aguilar tiene a dos primos, Regino y Rubén Valerio Aguilar – emparentados también con el exvocero del congreso local, Aldo Valeriano – como directores de Evaluación y Control y Servicios Escolares, respectivamente, cobrando 40 mil pesos mensuales y sin algún titulo profesional validado por el Registro Nacional de Profesionistas.

Y qué decir de la Universidad Politécnica de Huatusco cuyo director Erick Sánchez Ibáñez, otro protegido de Escobar, tiene récord en daño patrimonial determinado por el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis). ¡Mas de 110 millones en las dos últimas cuentas auditadas! Allí, Sánchez opera el saqueo con Erica Rodríguez López, directora administrativa y prima de Liliana López Coronado, esposa de Zenyazen García. De esta forma, los primos y las tajadas al presupuesto escolar son lo que predomina en esas instituciones. Se repite: los estudiantes alvaradeños tienen razones de sobra para exigir que corran a los ‘roedores’.