TEXTO IRREVERENTE

ANDRÉS TIMOTEO

TRUCO MEDIEVAL

Lo narra magníficamente Maurice Druon en sus libros “Les rois maudits” (Los reyes malditos): el ladino Jacques Duèze engañó a todos en el cónclave de Lyon donde se eligió al sucesor de Clemente V fallecido en 1314. Los purpurados se habían tardado dos años para elegir al nuevo Papa debido a que estaban divididos en tres fracciones y la Iglesia Católica atravesaba por el Cisma de Occidente que hizo que la sede pontificia dejara Roma y se asentara en Aviñón, territorio galo, bajo la tutela del rey Felipe El Hermoso.

En la Edad Media, el poder papal estaba engarzado al poder de los monarcas y ante la dilación para nombrar a un nuevo jerarca del catolicismo, Felipe V El Largo, sucesor en el trono francés, encerró a los 23 cardenales en la catedral de San Sifredo rodeándola con 700 soldados y amenazándolos con la hambruna mientras no eligieran al Pontífice. Solo les suministraban agua y alimentos básicos por un hueco pues las puertas y ventanas fueron tapiadas con muros.  

Acostumbrados a ser atendidos como soberanos y comer manjares, los cardenales sufrieron un infierno cuando el monarca los sometió a la austeridad franciscana como presión. No obstante, lo interesante para este texto sucedió al interior del cónclave pues Duèze, cardenal de Porto-Santa Rufina, diócesis italiana proclive a Francia y uno de los 23 integrantes del colegio cardenalicio fingió estar enfermo, cansado y senil. Pasaba la mayor parte del día postrado en la cama de su celda donde le asistía un mozo que le llevaba agua y algunos menjurjes paliativos.

Cuando salía de sus aposentos para asistir a las reuniones con sus pares lo hacía apoyado en un bastón caminando lentamente y quejándose de mil dolores. Ponía cara de compungido y su sirviente esparció el rumor de que le quedaban pocos días de vida. “Ya no puede más, sigue aquí por milagro de Dios”, decía. Hay que rezar por él pues muy pronto comparecerá ante el Señor, pedía.

Eso sirvió para construirse una imagen de un enfermo casi terminal y lo convirtió en un atractivo para los ambiciosos y enfrentados cardenales quienes pensaron que de nombrarlo Papa duraría muy poco en el trono pues estaba casi moribundo y entonces ellos ganarían tiempo para, en otro cónclave, elegir a uno que conviniera a sus intereses. Y funcionó, el 7 de agosto del 1316 lo nombraron el sucesor 196 de San Pedro y fue el segundo de los siete papas de Aviñón.

Pero los cardenales fueron engañados. Duèze ni estaba enfermo ni era senil sino al contrario tenía una energía y un odio acumulados que lo convirtieron en un Papa longevo y vengativo. Ya como Juan XXII, Jacques Duèze se quedó 18 años -tres sexenios- en el solio pontificio y  persiguió con dureza a todos los que se ponían en su contra y contra el reino de Francia.

En aquel momento, cuando engañó a todos con eso de que ya no podía más, Duèze tenía 67 años y le dio para gobernar a la Iglesia durante casi dos décadas -y eso porque murió en 1334 sino se hubiera seguido de largo-. Hoy, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador tiene 68 años y el fin de semana pasado también puso cara de compungido y dijo ante la prensa: “Ya no puedo más, cierro mi ciclo y me retiro”. Que le crean los que no saben de historia.

Es, por supuesto, el mismo truco medieval de engañar con la senilidad para aferrarse al poder. Los abuelos en el pueblo son más claridosos y a ese ardid lo llaman “hacerse el tlacuache” o sea el muerto para engañar a los demás. Risas.

HABLAR PARA LA HISTORIA

En la guerra Ucrania-Rusia ya hay héroes notables: los 13 soldados ucranianos que murieron defendiendo la isla Serpiente o el cabo Vitaliy Skakun quien se hizo estallar junto con un puente en el Istmo de Perekop para impedir el avance de los tanques rojos, son algunos. Sin embargo, de entre todos despunta un paladín simbólico: el presidente azulamarillo Volodímir Zelenski.

Su caso es de resaltar porque de ser despreciado en el templete político local y minimizada su influencia en la geopolítica  ahora es una voz que se escucha en el coro de las naciones, pero también que influye en la percepción de su país como modelo a seguir. El era un comediante, bailarín y actor antes de meterse a la política y ahora es el hombre que se le puso enfrente a una ‘bestia negra’ como Vladimir Putin quien lo quiere fuera del poder y si es muerto, mejor.  De ahí que muchos recurren a la comparación bíblica de David contra Goliat.

¿Qué hizo para ganarse un lugar en la historia? Que aún siendo pequeño -en cuanto al tamaño político-, encabezando un país modesto, sin armas ni equipo para repeler la invasión rusa, rechazó ser evacuado de su patria para salvar la vida. “No quiero ‘aventón’ sino armas para defender al país”, les dijo a quienes le ofrecieron evacuarlo de Kiev. La frase ya quedó grabada en la narrativa de esta guerra.

Ayer martes volvió a emitir otro argumento del mismo calibre al hablar, vía telemática, ante los integrantes del Parlamento Europeo donde expuso su petición de que Ucrania entre a la Unión Europea: “Hoy nosotros peleamos y morimos por tener la libertad que ustedes gozan”. Eso le valió un minuto de aplausos de los eurodiputados de todos los partidos, de izquierda, de derecha y hasta los ultraconservadores.

Los cronistas de dos periódicos europeos, uno español y otro del sur de Francia, lo expusieron muy bien en sus notas al citar que “hay veces que los hombres hablan para la prensa y otras veces lo hacen para la historia”. Ayer, Zelenski habló para la historia. El presidente ucraniano construyó su propio mito. Y aunque lo asesinen los rusos o sobreviva a la guerra ya tiene un lugar en la historia. Para bien, claro. De ser un insignificante advenedizo en la política ahora tiene tamaño no solo de Hombre de Estado sino de héroe nacional.

El paralelismo obligado para México es que acá también hay una guerra sangrienta y prolongada, pero cada vez que hay una masacre o una barbaridad no hay estadista, mucho menos héroe, que se ponga a defender al país. En Michoacán, la mafia fusiló a 17 personas y ¿qué hizo el presidente López Obrador? Sugerir que era un montaje porque no había cuerpos y luego se lanzó contra políticos opositores, un comediante y la prensa. Todo es un complot para dañarlo, la víctima es él. El tabasqueño quedó enano para la historia.