XALAPA.- Las instalaciones que albergaban la sede estatal del Partido de la Revolución Democrática fueron cerradas con cadenas y candado, pero a los trabajadores no les notificaron que ya no podrían tener acceso.
La mañana del lunes 23 de septiembre, los trabajadores llegaron a las oficinas ubicadas en la calle Cempoala, del fraccionamiento Los Ángeles y se toparon con que ya no pudieron ingresar al inmueble y lo que temen es que no les paguen los tres meses de salario que les adeudan y sus posibles liquidaciones.
En la reja de acceso, junto al candado, se encontraron con la notificación del INE, en la que el organismo menciona la disolución del partido, como para justificar, pero sin firmas.
Los trabajadores explicaron que desde el mes de junio, el líder estatal del partido, Sergio Cadena Martínez ya no les responde las llamadas y ellos no dejaban de asistir para que no los acusaran de abandono de trabajo.
“Evaden la comunicación, en cada quincena, cuando solicitamos el pago, ya que hemos tenido atrasos y compañeros que no han recibido desde que se informó en junio que no se alcanzó la votación para mantener el registro”, explicaron.
El PRD tuvo un problema con la administración financiera durante las elecciones, un grupo de perredistas exigió a la dirigencia nacional que interviniera las arcas estatales porque desconfiaban del dirigente Sergio Cadena, a quien acusaban de no trabajar debidamente durante las recientes campañas electorales.
Poco antes del anuncio de disolución del partido, el PRD estatal solicitó que le devolvieran la facultad de acceder a los recursos para poder liquidar a los empleados, pero hubo una negativa del nacional que tampoco resolvió el problema.
Con información de Lourdes López/ Excélsior