TEXTO IRREVERENTE

ANDRÉS TIMOTEO

BODAS DE ODIO

Es un tema no menguará del tendedero político  hasta que no se conozca la totalidad de los 300 asistentes y sus niveles en las fobias del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador. La boda del ahora extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto con la consejera electoral Claudia Humphrey en La Antigua, Guatemala fue la tercera al hilo que le sacudió el hígado al caudillo.

La primera se realizó en mayo del 2019 y se trató del enlace matrimonial entre Mar Collado y Gonzalo Zavala que reunió a muchos de la “mafia del poder”  desde Raúl Salinas de Gortari, el hermano del expresidente Carlos Salinas, hasta el panista Diego Fernández de Cevallos pasando también por el expresidente Enrique Peña Nieto y otros políticos y empresarios. La consecuencia fue una persecución judicial contra varios de ellos: al exdirigente del Sindicato de Trabajadores Petroleros, Carlos Romero Deschamps lo obligaron a renunciar.

También al ministro de la Suprema Corte de Justicia, Eduardo Medina Mora y a la exsecretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles la metieron a la cárcel -aunque su caso también tiene un antecedente de venganza por amoríos no correspondidos, según los bien enterados – al igual que  al propio padre de la novia, Juan Collado, abogado de magnates políticos, que también lo llevó a prisión.

La versión es que en las mesas del banquete realizado en la Hacienda Jajalpa del Estado de México, el presidente fue la comidilla de los flemáticos invitados y eso desató la furia de quien viene odiándolos desde hace décadas. La segunda boda que trajo malos agüeros fue la de Cesar Yáñez, colaborador cercanísimo al propio tabasqueño, con la poblana Dulce María Silva, hoy diputada federal de Morena.

Se realizó en septiembre del 2018, tres meses antes de la toma de posesión del nuevo mandatario e incluso el mismo López Obrador acudió en calidad de testigo. Sin embargo, fue tan fastuosa que lo indigestó y terminó aplicándole la ‘ley del hielo’ a Yáñez quien se perfilaba para ocupar la vocería oficial de palacio pero le dieron un cargo inventado en la oficina presidencial. No lo corrió, pero lo marginó.

Esa boda demostró que las fobias lopezobradoristas son para afuera y para adentro pues la mayoría de los invitados fueron los integrantes de la nueva clase política, los de la llamada “cuarta transformación”. La puntilla para satanizar dicho casamiento fue que su ostentación se exhibió en la revista “Hola”, considerada por los ‘chairos’ como la ventana propagandística de los adinerados del país.

Y la tercera boda maldita sucedió el fin de semana pasado en Guatemala, precisamente la que llevó a la destitución -que no renuncia pues como lo narra el periodista Darío Celis, al contrayente le avisaron 10 minutos antes de que tomara posesión su relevo, Pablo Gómez, con el recado de que “si quieres manda un tuit diciendo que renunciaste” -. Este enlace matrimonial lleva dos caídos: el propio Nieto Castillo de la UIF y la secretaria de Turismo de la Ciudad de México, Paola Félix Díaz, pero no ha terminado la cacería política.

Dicen que fueron 300 los invitados y sobre ellos está la mira presidencial para la guadaña o por lo menos un susto judicial.  Así, la primera lectura es que la trama del ‘affaire’ en Guatemala es inmejorable para una novela política que se podría llamar -considerando los otros dos antecedentes – “Bodas de odio” como aquel culebrón ochentero de Televisa.

La otra es que es el segundo ágape de lujo que le agita las vísceras al caudillo pues el primero fue la cena en el restaurante Hunan de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex y por la cual la Fiscalía General de la República pidió anular los beneficios del “criterio de oportunidad” -o sea, de  ser testigo protegido – y ahora está en el Reclusorio Norte. Finalmente, la tercera es que se cumple nuevamente el viejo adagio que en política no se castiga el pecado sino el escándalo.

EL PODIUM V.VS.V

Hay una tormenta que lastima el orgullo de los franceses: su producción vitivinícola cayó al tercer lugar mundial. El vino, como todos saben, es un patrimonio nacional, uno de los motores económicos del país y también una suerte de embajador por todo el orbe. Pues ahora, según  la Organización Internacional del Vino (OIV), España desplazó a Francia en el segundo lugar de la producción del caldo mientras que Italia sigue ocupando el primero,  que conserva ya desde hace poco más de una década cuando desplazó al país galo.

En su reporte anual, dado a conocer el 4 de noviembre, la OIV específica que Francia produjo 34.2 millones de hectolitros en este 2021 -un hectolitro son 100 litros -, es decir el 27 por ciento menos que en la vendimia -ojo con esta palabra mal usada regularmente pues se refiere a la colecta de la uva, no a las ventas- del 2020. En tanto, Italia produjo 44.5 millones de hectolitros y España 35 millones. A nivel mundial, la cosecha anual generó 250 millones de hectolitros, un descenso de 4 puntos porcentuales con respecto al 2020.

Del continente americano, Estados Unidos es es mayor productor ocupando el 9.6 por ciento de la estadística mundial con 24.3 millones de hectolitros mientras que en Latinoamérica se generaron 59 millones de hectolitros, es decir el 23.6 por ciento de la producción global, siendo Chile, Argentina y Brasil los principales productores. México no figura en la lista de los 25 principales productores ni de los consumidores ni de los exportadores a pesar de que es el país con mayor antigüedad en el cultivo de la uva del continente. La mayoría de su vendimia está destinada al consumo de la fruta, además de que lleva doce años consecutivos en la baja de su producción. En el 2020 generó apenas 360 mil hectolitros.

¿Cuál es la causa de la caída productiva del vino francés? Las heladas, la sequía, las plagas y la pandemia de Covid-19. Pese a ello, Francia sigue ocupando el llamado podium V.VS.V. (Valor contra Volumen) a nivel mundial pues su vino está muy por encima de los de  Italia y España en cuanto a cotización y valorización -que son dos cosas distintas, una tiene que ver con el precio y la segunda con la calidad y el prestigio -. Los vinos franceses continúan, como en las antiguas Roma y Grecia, siendo el ‘elixir de los dioses’ y en este 2021 exportó 72.2 millones de botellas, casi 20 por ciento más que el año precedente.